Llenar el carro a golpe de click

Ni perderse por los pasillos del supermercado, ni hacer cola en la caja. Miles de guipuzcoanos han descubierto estos últimos meses que existe una manera sencilla y rápida de llenar la nevera y despensa. Los pedidos online se han disparado en los hipermercados y supermercados del territorio desde el inicio de la pandemia, lo que ha obligado a los establecimientos a hacer una reconfiguración de las tareas de sus empleados en tiempo récord.

Los responsables de Eroski Garbera de Donostia han suprimido algunos puestos de caja para incorporar más trabajadores al departamento online. En la actualidad, este área lo forman más de cuarenta personas que se encargan de hacer la compra por el cliente. «Las cifras de venta online se han cuadruplicado en los últimos meses y estos números son los que teníamos previstos alcanzar en 2030», señala Juan Ramón Ruiz, gerente de Eroski Garbera. «La venta por internet supone ya el 12% de todo el volumen total de ingresos del hipermercado», explica el máximo responsable del establecimiento donostiarra .

Los clientes tienen dos opciones para adquirir su pedidos por internet: solicitar el envío a casa o utilizar el 'click & drive'. Este último es un servicio que permite al consumidor acudir al establecimiento con su vehículo y recoger su pedido cuatro horas después de haber realizado la compra por internet. Es una opción gratuita que en los últimos meses ha crecido en Eroski Garbera hasta alcanzar los cuarenta encargos diarios.

El hipermercado Carrefour de Oiartzun también ha experimentado un crecimiento de sus ventas online. Solo entre los meses de marzo y mayo más de 7.500 familias llenaron de forma telemática el carro de la compra.

Algunos supermercados ubicados en los núcleos urbanos no son ajenos a esta tendencia, que tal y como señalan todos los entrevistados, «ha llegado para quedarse». En Super Amara inauguraron su servicio de venta por internet en 2016 y aunque al principio los pedidos eran simbólicos, la pandemia ha consolidado este área de negocio. «Los clientes de mayor edad que en marzo, dada la situación epidemiológica, aprendieron con paciencia y tesón a comprar por internet, ahora utilizan este servicio siempre», destaca Alfonso Reiriz Rodiño, responsable de marketing de Super Amara.

Las reticencias que los clientes mostraban antes de la pandemia del coronavirus a realizar sus pedidos online han desaparecido. La compra de productos frescos y facilitar los números de la tarjeta de crédito eran las mayores dudas que manifestaban los clientes antes del Covid.

Es lo bueno que ha traído la pandemia, la digitalización de la sociedad. «Unos conocimientos y un cambio en la manera de hacer la compra que continuarán cuando la pandemia sea historia», destaca el gerente de Eroski Garbera. Las plataformas online permiten a sus clientes especificar el grosor de los filetes, los gramos exactos de verduras que quieren adquirir o incluso la forma de limpiar el pescado en función de como se vaya a elaborar en la cocina.

En la parte trasera del centro comercial Garbera de Donostia se encuentra el punto de recogida 'click & drive' de Eroski. Es un pequeño garaje en el que los clientes tocan el timbre, dicen el nombre con el que han encargado la compra y una dependienta llena el maletero con lo adquirido. Este servicio entrega a diario una media de cuarenta pedidos, sobre todo a partir de las siete de la tarde, que es cuando los clientes salen de trabajar y se forman algunas aglomeraciones de vehículos. «Sobre todo lo utilizan padres y madres de familias con niños pequeños. Ambos trabajan y no disponen de mucho tiempo», explica Juan Ramón Ruiz mientras espera la llegada de un cliente.

Jose Mari llega a Garbera al filo del mediodía para recoger el pedido que ha hecho la noche anterior. «Antes del confinamiento hacía la compra de forma tradicional, pero por cuestiones de seguridad prefiero no acceder a los espacios cerrados y estoy encantado con este servicio», explica mientras ayuda a la dependienta a introducir las bolsas en el maletero. Poco más tarde llega Iker Rodríguez, «descubrí este servicio hace tres años y desde entonces siempre hago la compra de esta forma. Ahorro tiempo y además así no me pierdo en el supermercado». «Mi novio hace la compra por internet y yo vengo con el coche a recogerla. Así repartimos tareas domésticas», destaca Marta desde el interior de su vehículo.

La pandemia ha trastocado nuestro día a día pero también nos ha enseñado que se pueden hacer las cosas de diferente manera. Hace un año, para muchos era impensable hacer la compra por internet o teletrabajar. Ahora es una realidad.