Colegios guipuzcoanos se plantean adelantar a los 10 años la formación en educación sexual
El acceso cada vez más temprano al porno y el lenguaje sexualizado de los alumnos lleva a los centros a estudiar esta posibilidad
En patios de algunos colegios de Primaria de Gipuzkoa ya no resulta tan extraño escuchar frases como: 'Nos vamos a follar a todas'. Lo ... cuenta Joseba Antxustegietxarte, director de Herrikide Ikastetxea de Tolosa. «Los niños lo utilizan a la hora de jugar a fútbol, por ejemplo, contra un grupo de chicas, y generalmente no saben ni cuál es su verdadero significado, pero es algo que han escuchado y lo han normalizado. Es preocupante», añade.
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Por ello, en el centro que él dirige, al igual que ocurre en otros tantos del municipio, ya se plantean adelantar el inicio de la formación en educación sexual. «Hasta ahora empezábamos a hacer tutorías con alumnos de 5º y 6º, pero la intención es hacerlo también con los de 4º e incluso 3º». Han comprobado que el acceso de los menores al porno es cada vez más temprano y que estos han adquirido un lenguaje sexualizado al que «hay que tratar de ponerle freno lo antes posible», explica Joseba.
Opinión similar tiene Paqui Sarabia, directora de Altza Herri Ikastetxea, en Donostia. En su caso, confirma que cada año realizan «2-3 sesiones con cada clase», también en 6º de Primaria, a las que hay que añadir otra más que llevan a cabo los tutores. Asimismo, se reúnen con los padres y «les explicamos lo que pueden trabajar en casa con sus hijos», remarca. En estos talleres se les habla del concepto de la sexualidad, la diferencia entre el sexo y el porno, la violencia sexual y los roles que tienen tanto el hombre como la mujer, entre otras cosas. «En colaboración con la Ertzaintza trabajamos el 'sexting' para que desde bien pequeños tengan conocimiento del tema», concluye.
Por su parte, la psicóloga especializada en educación sexual y prevención de violencia machista Itsaso Cañada, del centro Lahia 3.0, afirma que llevan a los colegios dinámicas abiertas para que sean los y las alumnas «quienes nos planteen su imaginario sobre la sexualidad». Según relata, «vemos que una de sus grandes fuentes de información o desinformación es el porno, y muchas veces nos topamos con que creen que el sexo es así porque es lo único que han visto». Por tanto, continúa, «lo primero que hacemos es intentar ordenarles las ideas». Para Cañada, no tiene nada ver cómo hablan del porno los chicos y las chicas y eso se nota mucho en el uso y consumo de la pornografía», concluye.
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