Cinco de cada seis jóvenes vascos de hasta 34 años vive todavía con sus padres

En el conjunto del Estado, el 17% del total de jóvenes (con o sin trabajo) vivía a finales de 2023 fuera del hogar familiar. Es un porcentaje que ha aumentado por segundo semestre consecutivo y el más elevado desde 2020, pero aún así se halla 1,6 puntos por debajo de la cifra alcanzada antes de la pandemia y 8,9 puntos por debajo de la que había antes de que estallara la crisis de 2008. En el caso de Euskadi también ha subido la tasa de emancipación, que asciende al 16,7%, aunque se sitúa por debajo de la media. En el País Vasco, cinco de cada seis jóvenes menores de 34 años vive con sus padres.

Según indica el estudio, la mejora en la capacidad de los jóvenes vascos para emanciparse estuvo acompañada de un descenso de la tasa de paro en este segmento de la población y del segundo salario mediano joven más alto en España. Pero tener un trabajo no garantiza el acceso a una vivienda. El Consejo de la Juventud señala en su informe que «aunque la tasa de emancipación era mayor entre la población joven ocupada que entre quienes estaban en paro o en situación de inactividad, tan solo el 29,6% de los jóvenes con trabajo vivían fuera del hogar» en España. El resto, el 70,4%, seguían viviendo con sus familias.

El motivo de que ocurra esto es el elevado precio que han alcanzado las viviendas. En 2023 el alquiler de un piso estándar se situaba en 968 euros al mes de media, 88 más que un año antes. El precio de los suministros subió incluso más, un 17,3%, situándose en 163,61 euros mensuales. «Si el salario mediano de una persona joven era en el cuarto trimestre de 2023 de 1.050,77 euros netos en doce pagas, ni siquiera con todo su sueldo podría permitirse alquilar una vivienda en solitario ya que, al sumar el precio de los suministros, le faltarían 125,84 euros para poder pagarlos. Todo esto sin tener en cuenta otros gastos como la comida, la ropa que necesite o el ocio», señala el Consejo de la Juventud.

En cuatro comunidades autónomas (Canarias, Cataluña, la Comunidad de Madrid y Baleares) el importe del alquiler ya era superior al 100% del salario de un joven que trabajaba en esos territorios. En el País Vasco este porcentaje se aproxima al 90% en la franja de población menor de 29 años y desciende hasta cerca del 70% entre los de 30 a 34 años. «Ni siquiera alquilando una habitación en lugar de una vivienda entera, las personas jóvenes se libraban de dedicar más del 30% de su salario a la vivienda, como recomiendan distintos organismos internacionales. En España, el precio mediano de alquiler de una habitación era de 380 euros al mes, el 36,2% del salario neto mensual de una persona joven. Y en algunas capitales de provincia, como Málaga, Sevilla, Barcelona, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o Palma de Mallorca, la renta mediana superaba el 40% del salario». Con estos datos, añade el Consejo, «no parece que deba resultarnos extraño que la tasa de riesgo de pobreza haya subido un punto con respecto a 2022, afectando a tres de cada diez personas jóvenes en España».

El informe fue presentado este lunes en Madrid, coincidiendo con el Día Mundial de la Juventud. La presidenta del Consejo, Andrea González Henry, señaló que «aunque nos emancipamos más, lo hacemos en peores condiciones, por lo que el resultado de mejora del porcentaje de emancipación no se puede celebrar».

Tras exigir mejoras en las condiciones de acceso a la vivienda y apelar a las diferentes administraciones para pedir que sea una cuestión de urgencia en la agenda pública, González Henry afirmó que «nos emancipamos lejos de casa, obligadas por la falta de empleo digno en los lugares donde la vivienda es más asequible y por la falta de vivienda de calidad en los lugares donde se encuentra el empleo. Tenemos los alquileres más altos de la historia, es una de las razones por las que no nos emancipamos», recalcó.

Del documento se desprende que, a finales del año pasado, había en España 236.333 personas jóvenes más viviendo fuera del hogar familiar que un año antes. Esta mejora de la tasa de emancipación estuvo acompañada de una bajada de 1,08 puntos en la tasa de desempleo y de un aumento del 4% del salario mediano de una persona joven.

No obstante, el Consejo advierte de que, además del elevado precio del alquiler, hay otro factor que podría propiciar una bajada en la tasa de emancipación en el corto y medio plazo. Se trata del incremento en la edad media de emancipación, que se situó en 2023 en los 30,4 años frente a los 26,3 años de media en Europa. Además, la tasa de emancipación en España era 14,9 puntos más baja que la europea.

Ante estos datos, el vicepresidente del Consejo, Juan Antonio Báez, afirmó que «es responsabilidad de las administraciones públicas dar una solución a la situación precaria de las personas menores de 30 años, que en muchos casos se ven obligadas a salir de casa a pesar de tener que sobreendeudarse por la falta de trabajo en sus municipios o comunidades autónomas de nacimiento».

Báez aseguró que en España ser joven es un «factor de riesgo» y lamentó que se trate de una generación que «ha llegado tarde» a unos «sueldos dignos» o incluso a poder plantearse tener hijos. «Con estos datos, en este día internacional queremos reivindicar un cambio para que la situación no sea tan precaria. Hemos sido una generación que hemos llegado tarde. A los sueldos dignos, a emanciparnos jóvenes, a alquilar sin tener que endeudarnos, a pensar en tener un piso en propiedad...», dijo.