Blanca E. Ruiz: «Laura estaría viva si un juez no hubiera dejado libre antes de tiempo al que la mató»

- ¿Como es posible un asesinato como el de Laura a manos de un hombre condenado que ahora estaba en libertad?

- A Laura le ha matado un hombre que había salido de la cárcel sin rehabilitarse. Había cumplido 17 de los 20 años que tenía de condena por un delito similar, había tenido ya tres permisos penitenciarios en los que cometió otras atrocidades. El juez debería saber que no lo podía poner en la calle, que ni siquiera había cumplido su condena. No nos olvidemos que Laura ha muerto porque un juez dejó salir a un delincuente. Si hubiera estado en la cárcel no hubiera ocurrido nada.

- Ayer mismo un hombre atacó a navajazos a una mujer en Madrid en plena calle. En su permiso penitenciario.

- Estamos ante un enredo en el que no se cumplen las responsabilidades. No puede ser que se den permisos a individuos condenados a veinte años de cárcel por crímenes como estos cuando solo han pasado siete y se sabe, además, que no están rehabilitados. Está ocurriendo ahora, pero ocurrió también a principios de los años noventa. En esta asociación nos hemos personado en diferentes causas, como aquel individuo al que un juez, en contra de la opinión de los responsables penitenciarios, le dio un permiso. A las tres horas había violado y matado a una niña, a Olga Sangrador, ¿se acuerda?, en Villalón de Campos. Conseguimos una condena que luego Estrasburgo echó para atrás y está libre. Volvió a ser detenido. Entonces, como ahora, estamos hablando de máquinas de matar y violar. ¿Un juez no puede comprobar el historial delictivo de individuos como estos?

- ¿Es usted partidaria de la prisión permanente revisable que ahora mismo y desde 2015 está en vigor?

- Sí, yo la defiendo siempre que el condenado sea peligroso. Nuestra asociación propuso incluso que, en estos casos, se les acumularan todos los delitos incluso para obtener beneficios penitenciarios. El Congreso lo aprobó por unanimidad, algo que ahora se ha olvidado y que no se llegó a incorporar en el nuevo Código Penal aprobado en el 2015.

- Hay quién argumenta que pese a esa prisión permanente revisable ha ocurrido el caso de Laura.

- Para empezar, esta afirmación es una bajeza porque no hacía falta la revisable para que ese individuo siguiera en la cárcel cumpliendo su condena. Además, esta figura penitenciaria no se le podía aplicar porque solo afecta a aquellos casos juzgados a partir de 2015, cuando entran en vigor las modificaciones del Código Penal. Insisto, solo hacía falta que cumpliera su condena. Eso sí, le aseguro que ahora vamos a conseguir que la permanente se le aplique con todo el rigor. Ya lo verá.

- Se ha hablado mucho también de la libertad vigilada, otra figura que se incorporó en 2015.

- El Código Penal la contempla, pero debe solicitarse por parte de la fiscalía o de la defensa de la víctima. Y si se acepta esa petición, figurar en la sentencia. El juez debe decidir también si esa vigilancia se articula a través de alguna medida de control tecnológico como pueden ser las pulseras, o una presencia cada determinado plazo de tiempo en la prisión o en otro establecimiento de la Justicia. Hay que pedirla y el juez concederla, como ocurre con otras medidas cautelares que se establecen para cuando el delincuente cumpla su condena.

- Esa vigilancia puede ser de cinco, diez o quince años. Su asociación siempre pide la máxima.

- Así es. Estamos ante individuos que no se rehabilitan y ante los que la sociedad debe protegerse. ¿Qué están haciendo los jueces para ello? Si se pide la prisión permanente revisable es en gran medida porque ellos se lo han buscado, porque no han aplicado mano dura a maltratadores y violadores. Si se deroga esta medida, ¿qué se puede hacer? El Código Penal debe ser respetado, por la ciudadanía, sí, pero también por la judicatura. Y si ellos no lo hacen habrá que acusarles de prevaricación. Durante los últimos años se ha hecho hincapié en perseguir la corrupción y eso está muy bien. Pero debe hacerse lo mismo con los asesinatos de mujeres.