Las diez noticias clave de la jornada
María José Barbarín, en el palacio de Miramar de San Sebastián. Arizmendi
María José Barbarín, magistrada de la Audiencia de Gipuzkoa

«No se trata de creer o no a la víctima sino de que su testimonio sea fiable»

La magistrada de la Audiencia de Gipuzkoa sostiene que muchos delitos de violencia sexual no se denuncian y «permanecen ocultos»María José Barbarín Magistrada de la Audiencia de Gipuzkoa

Javier Guillenea

San Sebastián

Sábado, 22 de junio 2024, 02:00

La magistrada de la Audiencia de Gipuzkoa y miembro del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, ... María José Barbarín, intervino ayer en el curso de verano de la UPV/EHU 'Violencia de género. La perversidad oculta', dirigido por Izaskun Porres, de Syner abogados. Barbarín habló sobre las modificaciones legislativas en materia de agresiones sexuales, violencia de género y doméstica.

Publicidad

– El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha constatado que las mujeres presentan un riesgo desproporcionadamente mayor de ser asesinadas que los hombres.

– Cuantitativamente mueren más hombres asesinados que mujeres, pero en el caso de las mujeres el riesgo de ser asesinadas a manos de un hombre que sea pareja o expareja es notablemente más elevado. En el caso de las víctimas menores de edad, los autores de delitos contra la libertad sexual no son desconocidos, suelen ser personas del círculo de estos menores, la nueva pareja de la madre, familiares próximos o profesores.

«Las leyes y nuestras sentencias no pueden estar alejadas de la realidad social»

– ¿La violencia sexual contra las mujeres va a más?

– La duda es si va a más o si se denuncia más. Las campañas de sensibilización y prevención están consiguiendo el efecto buscado, pero faltan análisis que nos den la respuesta a esa pregunta. Lo que sí creo es que ahora hay una mayor concienciación social de una realidad que antes se mantenía oculta en muchas ocasiones dentro de las propias familias.

– ¿A pesar de ello, se sigue denunciando poco?

– A pesar de que están aumentando los supuestos, se sigue denunciando poco. Es una de las tipologías delictivas donde hay una mayor cantidad de casos que permanecen ocultos.

Publicidad

– En su intervención en el curso de verano ha hablado de la ley del 'solo sí es sí'. ¿Había necesidad de una reforma?

– No sé si necesidad y/o conveniencia. Las leyes y nuestras sentencias no pueden estar alejadas de la propia realidad social. Cuando se dictó la sentencia de la manada, todas las manifestaciones que hubo en Pamplona decían que no era abuso sino violación. Yo siempre digo que tenemos que ser capaces de comunicar más y mejor lo que hacemos. Esa unificación de la terminología, que todo ataque contra la libertad sexual de una persona se llame igual, me parece algo positivo. Y también me lo parece que la regulación se centre en la conducta de quien comete el hecho y que el consentimiento se haya redactado afirmativamente. Al menos en algunos de sus aspectos, la reforma ha sido positiva.

– Quienes critican la ley dicen que ha servido para sacar a la calle a muchos violadores.

– En esa identificación de la denominación y de las penas que se imponían para lo que antes se diferenciaba entre agresión sexual y abuso sexual, se cometió un descuido, un olvido que no creo que fuera intencionado, y es que no contemplaron qué iba a pasar con la situación intermedia, con aquellos que estaban cumpliendo penas de prisión. Los jueces entendieron que había que aplicar retroactivamente la nueva ley, que era más favorable, y eso provocó rebajas de penas, que no han sido tantas como parecían, pero es verdad que ha habido algunos supuestos graves y algunas excarcelaciones.

Publicidad

– ¿Cuáles son los riesgos de legislar en caliente?

– Los riesgos son altísimos.

– ¿Cuáles son?

– Cuando se dictó la ley del 'sí es sí' y se produjo ese primer efecto no buscado de rebaja de penas y algunas o muchas excarcelaciones, el poder político se asustó y dictó la contrarreforma, que ha supuesto un endurecimiento de las penas y en algunas ocasiones va a suponer que de las dos opciones que puedas seguir haya que optar por la pena más grave. Al legislar en caliente se pueden producir contradicciones entre las propias legislaciones, no se deja a la normativa precedente tiempo para que surta sus propios efectos, ni se hace la necesaria reflexión de qué es lo que se quiere, hacia dónde vamos y cómo conseguirlo. ¿Es el Código Penal el mejor instrumento para la reducción de este tipo de delitos o necesariamente tiene que venir acompañado de otra serie de medidas?

– ¿Qué tipo de medidas?

– Medidas vinculadas al ámbito educativo. Algo que también llama mucho la atención es que la violencia de género y sexual se sigue cometiendo entre jóvenes. Quizás el problema no está tanto en el Código Penal ni en seguir endureciendo las penas, sino en un trabajo previo desde el colegio y por parte de los padres.

Publicidad

– Pues llevamos años educando a los jóvenes con ese objetivo y no parece que hayan cambiado mucho las cosas.

– Parece que en algunas ocasiones va a peor. En algunos estudios que se hacen en relación a la violencia de género sobre jóvenes resulta que prácticas que las mujeres de mi generación consideramos que son claramente de control, como el hecho de que mi pareja me controle el móvil, de que tiene colocado un dispositivo, de que me pide que se lo enseñe, no lo asocian con prácticas de control. En vez de ir a mejor parece que estamos dando algún paso hacia atrás.

«Llama la atención que la violencia de género y sexual se siga cometiendo entre jóvenes»

– ¿Qué opina cuando en las manifestaciones contra la violencia sexual se grita la consigna 'yo sí te creo'?

– No se trata de creer o no creer, se trata de que el testimonio que tú me ofreces sea o no fiable, y para que lo sea, aquello que me cuentas debe tener algún basamento, alguna corroboración periférica, algo externo a ti que me apuntale tu testimonio.

Publicidad

– ¿Y si no lo hay?

– En casos de violencia de género el testimonio fundamental es el de la propia víctima, pero ese testimonio tiene que cumplir una serie de estándares para que yo me pueda basar en él para dictar una sentencia condenatoria, porque yo te puedo creer, pero eso puede no ser bastante para que termine condenando a una persona. Esto es importante que se comprenda.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad