El bañista ahogado en una cala de Igeldo es un marroquí de 28 años residente en Donostia

El bañista ahogado en la cala Tximistarri de Igeldo, en Donostia, es un marroquí de 28 años. Su cuerpo sin vida fue avistado este miércoles en una zona cercana a la cala, cuatro días después de que se le perdiera la vista. Fue una embarcación deportiva la que dio el aviso al servicio de Salvamento Marítimo de la Guardia Civil, después de ver un cuerpo flotando en el agua, cerca de la zona donde se le vio por última vez, a unos cien metros de la cala, según informaron fuentes de este cuerpo policial. El joven era de origen marroquí pero residente en San Sebastián.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del miércoles. Nada más recibir la llamada, los agentes de la unidad de Salvamento Marítimo se acercaron a Tximistarri y se encargaron de recuperar el cadáver. Era el primer día sin dispositivo de búsqueda, que había sido suspendido la víspera tras no encontrar al desaparecido desde que se activara el operativo el sábado a partir de las seis y media de la tarde, cuando unos testigos dieran la voz de alarma tras perder la pista de un hombre que, según ellos, vieron entrar al agua y no había regresado. Hasta el lugar se desplazó personal de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza, así como buceadores, bomberos y agentes de salvamento marítimo en helicóptero y la Guardia Civil. Al parecer, no se encontraron las pertenencias del desaparecido en la cala, y a la Ertzaintza tampoco le consta denuncia alguna de una desaparición, si bien desde el primer momento sospecharon de quién podría tratarse.

La cala, de unos 200 metros y formada por rocas y bolos, no tiene un fácil acceso pero suele ser frecuentada por bañistas, pescadores y submarinistas al tratarse de uno de los mejores fondos marinos de la zona. Precisamente, el sábado, cuando se perdió la pista a este hombre, había otras personas en la cala, que fueron quienes le vieron entrar al agua y se percataron de que no salía. Sobre todo en verano, Tximistarri, a la que se accede a pie desde la calle Cristóbal Balenciaga, suele ser una zona bastante concurrida. Lo habitual es aparcar el coche en ese paseo y bajar a pie.

Se trata del segundo suceso trágico en este cala en poco más de un año. El año pasado, el 16 de junio, también fue rescatado el cadáver de un hombre a unos 400 metros de la costa de Tximistarri. En esa ocasión, de igual manera en la que ha sucedido esta vez, el cuerpo también fue descubierto por una embarcación privada.