La banda de los cajeros ataca de nuevo
El grupo, integrado por seis personas, intenta en Irun otro asalto idéntico al de Zumarraga
Fue una madrugada especialmente movida para la Policía, sobre todo para la Ertzain-tza. Una banda especializada en el robo de cajeros logró ayer burlar ... a varias patrullas tras una espectacular persecución en la que los delincuentes, al volante de dos vehículos de gran cilindrada, alcanzaron velocidades que rozaron los 200 kilómetros por hora. La Policía sospecha que los autores son los mismos que la semana pasada se arrancaron de cuajo y llevaron un cajero en Zumarraga. Ayer intentaron lo mismo en Irun.
Todo empezó minutos después de las once de la noche cuando los miembros de la banda trataron de asaltar uno de los cajeros existentes en el centro comercial Txingudi. Para ello, seis encapuchados descendieron de los vehículos y se dispusieron a trasladar el expendedor al exterior. Sin embargo, el plan que habían diseñado les salió mal, y se vieron en la necesidad de emprender la fuga después de que saltaran las alarmas y algunas personas todavía presentes en el lugar advirtieran de la situación mediante llamadas al 112. A los ladrones no les quedó más opción que escapar. Lo hicieron de manera tan apresurada que incluso tuvieron que abandonar la máquina de los billetes, que permanecía situada en la entrada más cercana a la zona de cafeterías, bares y restaurantes del citado centro.
Tras ser descubiertos, los integrantes de la banda huyeron en dirección a la autopista AP-8 e inicialmente pusieron rumbo a Donostia. Viajaban en un Audi A4 familiar y en un BMW X6.
Huida por la N-1
Aunque varias patrullas de la Er-tzaintza intentaron perseguirles, no tuvieron éxito. Desde el centro de mando, la Policía alertó de la situación a otras unidades del mismo cuerpo así como a la Guardia Civil. Efectivos del instituto armado instalaron un dispositivo en la autopista, a la altura del peaje de Zarautz. También se cursaron órdenes a las restantes comisarías en previsión de que los autores del asalto se escaparan por la N-1 o la A-15.
Pasada la medianoche, los dos vehículos fueron descubiertos a la altura de Tolosa, en la N-1. Los agentes nada pudieron hacer más que advertir de sus sospechas a las dos patrullas de guardia que permanecían atentas a las evoluciones en el Goierri. Una de ellas se posicionó a la entrada de Ordizia, en sentido Madrid, y la otra en Beasain, en la misma dirección, a la altura de la empresa Grúas Usabiaga. El primero de los coches detectó la presencia de los delincuentes, tras lo cual emprendió la persecución y accionó los rotativos luminosos. De nada sirvieron las advertencias. Aun cuando los agentes aceleraron hasta alcanzar los 180 kilómetros por hora, les resultó imposible interceptar su marcha. Sin embargo, pudieron advertir a sus compañeros de Beasain.
Esta vez no lograron su objetivo y emprendieron una huida a 200 kilómetros por hora por la N-1
Estos, según fuentes consultadas, cruzaron el coche patrulla en mitad de la calzada para impedir el avance y esperaron a los fugados. Los delincuentes, sin embargo, eludieron el control y atravesaron el paso por el lado más cercano al arcén. Lo hicieron a más de 200 kilómetros por hora, a corta distancia de los agentes que permanecían apostados.
Los asaltantes continuaron su huida hasta Idiazabal, donde la patrulla que les perseguía perdió todo contacto visual. No obstante, los agentes circularon por la N-1 hasta la localidad alavesa de Araia. Allí, contactaron con los miembros de otra patrulla del mismo cuerpo que les confirmaron que no habían pasado, de manera que los agentes emprendieron el regreso a tierras guipuzcoanas.
Caminos rurales
De vuelta, según las fuentes citadas, la Ertzaintza llevó a cabo inspecciones por caminos rurales y carreteras secundarias que desde la N-1 conducen a localidades como Zegama, Segura, Mutiloa... en previsión de que aún pudieran permanecer refugiados. Las pesquisas, sin embargo, no dieron resultado.
Fuentes policiales lamentaron y denunciaron la escasez de medios operativos que entraron en acción. Manifestaron que en el Goierri solo había dos patrullas, un número «a todas luces insuficiente para hacer frente a cualquier eventualidad de cierta envergadura». Asimismo, criticaron que no se activara un dispositivo más amplio o que no se diseñara una 'operación jaula'. «No hay medios, falta gente. No estamos preparados para asumir esta delincuencia. Ya no digo nada un ataque yihadista por muchos simulacros que se hagan», afirmó un agente.
Fueron perseguidos por una patrulla de la Ertzaintza, aunque escaparon en Idiazabal
Las investigaciones policiales inducen a pensar que los integrantes del grupo son los mismos que el pasado día 14 sustrajeron otro cajero en el Hospital Nuestra Señora de la Antigua de Zumarraga. Entonces, los hechos tuvieron lugar sobre las tres y cuarto de la madrugada y el cajero se hallaba en el hall de la entrada principal del edificio, justo al lado de una maqueta de la ermita de Antigua y una estatuilla de la virgen. La máquina expendedora de billetes estaba anclada al suelo. Los autores abandonaron el cajero en una pista forestal cercana a la carretera GI-632, entre Antzuola y Legazpi.
De Europa del este
La Policía sospecha que los autores de ambos hechos son personas extranjeras y en algunos círculos se especula con que pueden proceder de algún país del este de Europa. Residen fuera de la Comunidad Autónoma Vasca a donde solo se desplazan para cometer los delitos.
Precisamente esta semana, la Ertzaintza ha arrestado a cuatro jóvenes de entre 21 y 27 años domiciliados en Madrid y que presuntamente se habían desplazado a San Sebastián para cometer un robo mediante el sistema del alunizaje en un centro comercial. Los autores se habían desplazado en un vehículo sustraído en la localidad de Fuenlabrada y fueron arrestados tras otra persecución que comenzó en Donostia, siguió por Irun y terminó en Orio.
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