Aumento de demanda de mujeres francesas tras eliminar el país galo el anonimato de la donación
Francia cambió la ley y obliga a guardar datos para preservar el derecho de los hijos a conocer sus orígenes
La donación de óvulos y esperma son técnicas de reproducción asistida que permiten donar los gametos a una mujer, o pareja, que no puede tener ... hijos de forma natural o con sus propias células reproductivas. Al contrario de lo que ocurre en el Estado, Francia ha eliminado el anonimato de estas donaciones en favor del reconocimiento jurídico del derecho del menor a conocer sus orígenes. El objetivo, según el Parlamento galo, es «facilitar» el acceso a la identidad del donante o de la donante cuando los bebés se conviertan en personas adultas mayores de edad si estos quieren. Este cambio legislativo en el país vecino ha provocado, aseguran en el Instituto Vasco de Fertilidad, que muchas francesas, mujeres solas o en pareja, traspasen la muga y decidan iniciar el proyecto de la maternidad en Gipuzkoa.
El director de la clínica IVF de Donostia, David Iruretagoyena, admite que son «muchísimas» las consultas que atienden de este tipo de casos. Las razones también son variadas. «En Francia el proceso es mucho más complicado. Por un lado porque ha cambiado la ley y la donación ya no es anónima. Por otro, eso ha hecho que las listas de espera sean enormes. Por una cuestión de cercanía, entonces, terminan viniendo a aquí, donde se aseguran de que cuando el hijo cumpla 18 años nadie aparezca tocándoles la puerta de casa y se encuentren con una sorpresa».
El anonimato en la donación de óvulos y esperma viene recogido en España en la ley 14/2006, de 26 de mayo sobre técnicas de reproducción humana asistida, en el que se especifica que esta práctica «será anónima y deberá garantizarse la confidencialidad de los datos de identidad de los donantes por los bancos de gametos, así como, en su caso, por los registros de donantes y de actividad de los centros que se constituyan».
«No se elige a la carta»
Asimismo, la legislación estatal también habla de que el donante y la receptora tienen que compartir la máxima similitud de fenotipos. Esto quiere decir que «tienen que tener un gran parecido físico, si la madre es rubia, el donante tiene que ser rubio, si es morena, morena. No se puede elegir a la carta», asegura el doctor Iruretagoyena.
Junto a Francia, Suecia, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Holanda, Alemania o Portugal son alguno de los países que tienen prohibido el anonimato en los donantes de óvulos y esperma. En España se mantiene esa premisa, si bien en 2020 el Comité de Bioética, órgano consultivo adscrito al Ministerio de Sanidad, aprobó un informe en el que solicitaba que desapareciera ese requisito, reconociendo el «derecho a conocer su origen biológico del hijo nacido a través de las técnicas de reproducción humana asistida» por encima del anonimato del donante.
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