El aumento de contagios lleva a Euskadi a plantearse endurecer el plan para Navidad
Urkullu avisa de que «es posible» que el LABI revise las últimas medidas y lamenta que Sanidad no le autorizara ayer a limitar más el toque de queda si lo cree conveniente
Amaia Chico y Melchor Sáiz-Pardo
San Sebastián y Madrid | Madrid
Jueves, 17 de diciembre 2020, 06:22
Apenas han pasado cinco días desde que Euskadi inició su segunda desescalada y ya está pensando en echar el freno. Aunque los efectos de ... la reapertura de la hostelería y de la flexibilización de la movilidad entre municipios aún no han podido notarse en los datos de contagios, el estancamiento en la curva descendente de la incidencia que ya evidencia la estadística diaria y los picos registrados en los últimos días -ayer se superaron los 500 casos de nuevo-, obligan al Gobierno Vasco a replantearse el plan de Navidad y a pensar en endurecer de nuevo las medidas que acababan de relajar. El Ministerio de Sanidad dejó ayer en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de hacerlo. Y Euskadi, tal y como han trasladado sus responsables, sopesa seriamente revisar la orden que entró en vigor el pasado sábado y volver a limitar alguna de las medidas. No tiene mucho margen de tiempo para decidirlo. Queda una semana para Nochebuena. Y de momento no está prevista una reunión del LABI con el lehendakari al frente, sino únicamente el encuentro semanal que mañana tendrán los miembros técnicos del comité asesor para el Covid.
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Fue el propio Iñigo Urkullu quien levantó la liebre ayer por la mañana, después de que el portavoz Bingen Zupiria deslizara la víspera que la posibilidad de dar marcha atrás en la flexibilización estaba sobre la mesa. «Todo está en revisión», aseveró el lehendakari. Y «es posible» que se endurezcan las restricciones otra vez si la evolución vuelve a empeorar. Según recordó, durante el anuncio del plan navideño vasco el miércoles anterior, ya adelantó «que las medidas podían ser progresivas, en cuanto a la posibilidad de flexibilización, o regresivas, en función de las circunstancias». Y tras varias semanas en positivo, estos últimos días la curva ha vuelto a subir. Una señal preocupante sobre qué puede pasar en plenas fiestas, si a estas alturas aún no han comenzado las reuniones ni las celebraciones en las casas.
El número máximo de familiares o allegados que pueden reunirse en las comidas y cenas de Navidad y Año Nuevo -ahora fijado en diez personas, incluidos los menores-, es una de las medidas sobre las que Euskadi podrá actuar. Hay otras comunidades que limitan esos encuentros a seis pero sin contar a los niños, otras contemplan diez personas pero solo de dos unidades convivenciales...
Viajes en el aire
También ayer, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, pidió en el consejo interterritorial de Sanidad que, tal y como se autorizó, se puedan modificar las limitaciones perimetrales. Otra cuestión clave que necesita una resolución inmediata. ¿Se podrá salir o entrar de la CAV el próximo día 23 para cenar en familia? El Ejecutivo debe decidir si cierra o no esas ventanas que permitían los reencuentros entre allegados que no viven en la misma comunidad.
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Las claves
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Plan de Navidad Urkullu avisa que «es posible» fijar más limitaciones. «Todo está en revisión» según los casos
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Labi Los técnicos del comité asesor se reúnen mañana, pero aún no hay convocado un encuentro con todos los responsables políticos
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Movilidad Euskadi debe decidir si mantiene las 'ventanas' para salir o entrar de la CAV los días festivos y el límite de familiares en las casas
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Toque de queda El Gobierno Vasco pide sin éxito poder «flexibilizar» el margen del toque de queda, por si ve «necesario» acotarlo más de las 22 horas
Donde el Ministerio no cedió, pese a la petición expresa de Euskadi es en modificar el punto 5 del decreto de Estado de Alarma que fijó el margen para el toque de queda entre las 22 y las 00 horas -salvo la excepción acordada para Nochebuena y Nochevieja, a la 1.30-. En la breve nota emitida ayer tarde por el Gobierno Vasco tras la reunión con el resto de autoridades sanitarias, «se ha negado la posibilidad» de «flexibilizar» ese horario nocturno impuesto si las comunidades «consideraran necesario hacerlo». Un reproche velado en el que se vislumbra la intención de Euskadi de acotar más el horario de las diez de la noche si la transmisión del virus no mengua.
En la última medida que se puede revisar, la de los eventos navideños, el Ejecutivo vasco ya fue más restrictivo en su orden que el plan estatal, y prohibió carreras como la sansilvestre o acotó cualquier cabalgata que suponga la reunión de multitudes en la calle.
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La decisión sobre qué se va a permitir y qué no finalmente en Euskadi durante esta Navidad tendrá que llegar uno de estos días. De ello dependen los planes de muchas familias que pensaban reencontrarse, y los viajes ya programados para 'volver a casa'.
Ambos están más en el aire que nunca, aquí y en el resto del Estado. Cada comunidad decidirá su plan navideño en función de cómo evolucione estos días la pandemia en cada territorio. Es el acuerdo unánime alcanzado ayer por el Ministerio de Sanidad y las comunidades en el Consejo Interterritorial. El Ejecutivo central se abrió a que las regiones puedan impedir las entradas y salidas de sus territorios o prohibir las cenas familiares multitudinarias tras el repunte de contagios en toda España desde el pasado viernes, que todos los responsables observan como «muy preocupante».
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La propuesta que el departamento de Salvador Illa llevó al Consejo y que tuvo el apoyo de todas las consejerías fue la de mantener vivo el plan acordado el 2 de diciembre pero dar luz verde a que las autonomías apliquen «medidas más estrictas» si lo «consideran oportuno». En esencia, que las comunidades (que en su gran mayoría ya habían anunciado su intención de endurecer las medidas) tengan total libertad para restringir la libertad de sus ciudadanos con el único límite de no poder confinarles en sus domicilios.
Según el acuerdo, Gobierno y autonomías irán «viendo día a día» la evolución de la incidencia del virus para decidir si endurecen las normas en los cuatro puntos mencionados. Así, las comunidades tienen autonomía para prohibir las salidas y entradas de sus territorios (confinamiento perimetral) durante todas las vacaciones, incluido entre el 23 de diciembre y el 6 de enero que era el periodo autorizado hasta ahora. Podrán restringir a menos de diez personas las reuniones en las fechas clave de las fiestas. Tendrán potestad para establecer el toque de queda en esos días señalados antes de la 1.30 horas como se había pactado hace dos semanas. Y, por último, pueden fijar todavía más limitaciones a las concentraciones en espacios públicos. Todas estas limitaciones tendría el aval del vigente estado de alarma, según recordó Salvador Illa.
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«Reaccionar»
«Ha habido un cambio de tendencia de los datos, hay que reaccionar con prontitud, agilidad y contundencia para no desperdiciar todo lo conseguido hasta ahora. Y la reacción es permitir que las comunidades que lo necesiten puedan endurecer las medidas». «Estamos viendo incrementos sin todavía haber llegado a las fiestas de Navidad y sin haber registrado los posibles efectos de movilidad del puente», lamentó Illa.
El ministro confirmó el planteamiento avanzado por Pedro Sánchez por la mañana, de cara a un endurecimiento generalizado vistos los últimos datos. «Solo de nosotros depende no abrir la puerta a la tercera ola después de Navidad», dijo.
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