«El arma de guerra más peligrosa es el hambre, por eso trato de combatirla»

Andrés Torres recibió este martes de la mano del lehendakari, Imanol Pradales, el premio Basque Culinary World Prize 2024, un galardón conocido como el 'Nobel' de la gastronomía y que se le ha otorgado al catalán de 56 años por su labor de asegurar la alimentación en diez países gracias a la ONG Global Humanitaria. Acaba de estar en Gaza, donde desde un avión militar tiró 30 toneladas de alimentos en paracaídas. A la entrega del premio, que trata de dar visibilidad a acciones gastronómicas transformadoras y comprometidas con la sociedad, también acudieron la Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, el director de Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega y el presidente del jurado del Basque Culinary World Prize, Joan Roca.

Precisamente fue este último quien informó a Torres que había ganado. «Iba en el coche cuando me sonó el teléfono y era Joan Roca. Pensaba que me estaba llamando para reservar en el restaurante o alguna otra cosa y me dice: 'te llamo porque has ganado el World Prize estamos en Perú reunidos y has sido tú el ganador'», cuenta el también propietario del restaurante Casa Nova (Penedés), ejemplo de sostenibilidad y autosuficiencia y que le ha valido al chef una Estrella Verde Michelin.

En cuanto al premio, admite estar «muy agradecido por recibir este reconocimiento. Es un premio al trabajo constante de más de 25 años, y a las ganas inquebrantables de querer apoyar al mayor número de comunidades posible. No solo mías, si no de todas las personas que forman parte de Global Humanitaria». El polifacético cocinero, además de ser fundador y presidente de la ONG Global Humanitaria, también tiene un gran bagaje en el mundo periodístico. «Empecé desde muy joven y luego me convertí en periodista de guerra, pero no me sentía bien contando solo lo que pasaba, sentía que tenía que actuar. Por lo que decidí crear la ONG hace 25 años y bueno, lo de cocinar me gusta mucho y lo llevo haciendo toda la vida».

Global Humanitaria cuenta con delegaciones en Milán, Florida, Bolivia, Guatemala, India, Jordania, Perú, Colombia, Pakistán y Camboya. A través de las que lucha por la seguridad alimentaria y los derechos de la infancia, con más de 200 comedores escolares. «La ONG se llama Global Humanitaria y a los niños le llamamos 'globalitos'. En el último viaje que hice a Guatemala se me acercó una trabajadora social y me dijo: 'yo era una niña globalita y crecí y me alimenté gracias a vuestra ayuda. Prometí que una vez pudiese trabajar, devolvería esa ayuda a la organización y es lo que estoy haciendo'. Yo creo que con eso ya un poco se ha arreglado el mundo», admite.

«También realizamos intervenciones de emergencia en zonas de guerra y catástrofes y facilitamos el acceso a agua, productos de higiene y de salud, educación básica y alimentos», añade. Como la última que realizó a principios de octubre. «Me subí a un avión del ejército y tiré 30 toneladas de alimentos sobre Gaza. Estuvimos negociando durante meses, porque no se podía entrar por tierra, hasta que me dijeron que tenía 48 horas para llegar a Jordania y que de allí me llevarían a un aeropuerto secreto en donde cogería el avión con los militares, subirían la carga y la lanzarían y así lo hice».

«Mi familia piensa que estoy loco, pero bueno, es por una buena causa. Cuando ves la imagen de gente que no tiene nada que comer el miedo se te quita y solo piensas en ayudar. El arma de guerra más peligrosa es el hambre, por eso trato de combatirla», reivindica. El chef elegido ganador entre 1.250 nominaciones y cerca de 850 nominados de 42 países, también aclara que la dotación económica de 100.000 euros del premio «servirá para seguir apoyando las iniciativas de la ONG en Líbano y Perú».

• Temas
• Gastronomía
• Basque Culinary Center