Borrar

Acabo de hundirme en uno de los infiernos más sofisticados de nuestra época: el de la atención telefónica al cliente. Durante tres días -tres- me ... han reenviado de un departamento a otro y y vuelta al anterior como mínimo veinte veces, he tenido que escuchar veinte veces el aviso sobre la grabación de la llamada y esa musiquita de espera que da ganas de comprarse un lanzallamas, he tenido que elegir opciones («si quiere que le clavemos un colmillo, pulse dos») y teclear mi dni hasta gastar los números, he tenido que exponer mi problema veinte veces y nadie me ha hecho caso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Vampiros