«Aislarse y mentir», señales de que el juego se ha convertido en adicción

Cuando él estaba en pleno proceso de adicción, había días en los que «no quedaba o retrasaba el momento de salir de casa» porque necesitaba apostar o conseguir el dinero para jugar. En esos casos, aparecía la mentira. «Y cuando mientes para ocultar lo que estás haciendo significa que algo está mal, algo está fallando».

En esa circunstancia, Josu recomienda «compartir lo que nos pasa a familiares, amigos o parejas», en definitiva, «a alguien que sea de confianza», porque «si pides ayuda es mucho más fácil salir de la adicción», insiste. Es lo que les dice a los jóvenes de entre 14 y 20 años que visita en los diferentes centros escolares.

De todos modos, y a pesar de las líneas rojas que no hay que cruzar, este joven exludópata aclara que apostar un euro de vez de en cuando no tiene por qué suponer ningún problema. «Si no va a más y nos basta con echar la quiniela, puede ser solo diversión sin caer en la obsesión».