Absuelven a un joven de 27 años acusado de violar a una menor de 16 en Irun
El tribunal considera que el relato de la víctima tiene «severas fallas de fiabilidad»
El joven acusado de violar a una menor en Irun cuando él tenía 27 años y ella 16 ha sido absuelto al considerar el ... tribunal que el testimonio de la víctima tiene «severas fallas de fiabilidad». El varón se enfrentaba a una pena de 8 años de prisión por estos hechos, por los que fue juzgado a finales de junio en la Audiencia de Gipuzkoa.
Ambos se conocían por un familiar, y coincidían a diario en el centro de estudios en el que ella era alumna y él trabajaba en mantenimiento. Contactaron por Instagram, y comenzaron a tener una relación «afectivo sexual». El 6 de febrero de 2021 se dirigieron a un descampado en la furgoneta de él, y allí mantuvieron relaciones. La denunciante aseguró que él la desnudó, le tocó por todo su cuerpo y después la penetró sin preservativo, a pesar de que ella le dijo que no en varias ocasiones. Sin embargo el acusado, representado por el abogado Alberto Abad, afirmó que las relaciones fueron consentidas y que no llegaron a consumar.
Es por tanto que el tribunal señala que el «elemento nuclear» del caso se sitúa en la afirmación de la joven de que no consintió los hechos.
Por un lado, indica que tanto antes como después de la supuesta violación ambos siguieron hablando por Instagram, de forma «absolutamente afectivo sexual», en unas conversaciones en las que ella no volvió a mostrar esa «disconformidad», sino «continuas muestras de amor al acusado y continuos deseos de estar con él y mantener relaciones sexuales».
Además, a los dos días volvieron a verse «con clara intención de mantener relaciones sexuales», si bien no pasó nada porque ella no quiso. Algo que a ojos del tribunal resulta «curioso», que el joven sí respetara esa voluntad en ese momento y no en el otro, lo que les lleva a considerar esa secuencia «poco compatible con la lógica y con las reglas ordinarias de interacción sexual de dos personas».
Por ello consideran que el testimonio de la víctima, única prueba de cargo en este caso, resulta «sumamente parco en detalles», que no tiene «corroboraciones periféricas, ni primarias ni secundarias» y que presenta «severas fallas de fiabilidad».
Destacan además que en el examen forense realizado a la víctima no se halló ningún «vestigio físico de la relación sexual abusiva presuntamente mantenida entre ambos», dado que no había restos de ADN ni fisiológicos y se comprobó que la menor era virgen.
La denuncia
La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, se refiere también a la denuncia interpuesta por la menor a los seis días de lo ocurrido y acompañada de su madre. «No es en ningún caso una denuncia espontánea, o en la que la iniciativa hubiera partido de la menor por sentirse disconforme con la relación mantenida», ya que esta se interpuso cuando la pareja del acusado descubrió los hechos y se los relató a la madre de la menor. Por ello no descarta que exista un «motivo espúreo» en la interposición de la denuncia, vinculado a la «presión del entorno familiar, que le habría llevado a ampliarla introduciendo elementos vinculados al temor al acusado».
Añade además el tribunal que el relato de la menor ha sido «prácticamente mimético» durante todo el procedimiento, lo que les siembra «dudas de su fiabilidad», al estar contado como «una película vivida como un tercero o como un relato aprendido».
Por todo ello el tribunal considera que las dos partes «mantuvieron una relación afectivo-sexual corta temporalmente, que se abolió no por iniciativa de la menor, sino por la intervención de la pareja del acusado y de la familia de ella», y absuelve al acusado del delito de violación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión