Usuarios del aeropuerto alertan de que el recorte de la pista limitará los vuelos

Primero sorpresa. Después preocupación. Fue la doble sensación que se adueñó de los representantes de Afodesa, la Asociación para el Fomento del Aeropuerto de San Sebastián, tras conocer la noticia publicada ayer por este periódico sobre la necesidad -establecida por Europa- de recortar la pista del aeródromo de Hondarribia para cumplir la normativa de seguridad.

El asombro guarda relación con la fragilidad, aflorada por este anuncio, de la declaración de excepcionalidad conseguida por el aeropuerto guipuzcoano en 2014. ¿Ya no sirve?, es la gran pregunta. El alarmismo, por su parte, tiene que ver con la operatividad futura de la infraestructura. «Se verá seriamente dañada si se cumple el recorte de pista», advierte Yon San Martín, presidente de Afodesa. «Quedaría restringida al avión ATR-72, operado por Air Nostrum y poco más», añade. Este vuelo cuenta con un 60% de la operatividad del aeropuerto.

Desde su condición de piloto, San Martín explica que muchas aeronaves tendrían complicado operar en Hondarribia si se toma la decisión de recortar la pista 300 metros a partir de los 1.754 actuales. «Con buen tiempo, un avión no tiene dificultad para entrar, pero con malo, teniendo en cuenta los criterios de seguridad que impone Europa, hace falta más pista. Este recorte no supondría ningún problema en un aeropuerto de 3.000 metros, pero aquí...», lamenta.

La limitación, prosigue, «afecta a las carreras de despegue, para las que a más peso es necesaria más distancia. La pista seguirá estando ahí, pero, según la reglamentación, lo que se pueda usar se reduce, y a nivel de seguros, por ejemplo, muchos aviones quedarían sin cobertura con la nueva distancia».

Con el peso se vincula otro motivo para la restricción de vuelos en el futuro. «Hay aviones que podrían operar en Hondarribia con menos pasajeros para cumplir con la normativa, pero verían peligrar su rentabilidad y supongo que sería un factor importante a la hora de elegir este aeropuerto», argumenta San Martín. Esta casuística podría afectar de lleno a la compañía Vueling, según el presidente de Afodesa, quien asegura que «ya nos podemos olvidar de intentar atraer otras empresas si se materializa esta reducción».

La inquietud llega después de conocerse que el aeropuerto de Hondarribia se deberá someter el año que viene a una serie de modificaciones para certificar el cumplimiento de la normativa de seguridad vigente actualmente en Europa. Así se lo ha informado a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) el organismo competente a nivel europeo, la European Aviation Safety Agency (EASA). Los 1.754 metros con los que cuenta ahora se verán reducidos hasta los 1.450.

Aún en plena fase de desconcierto -«ninguna de las personas con las que he hablado tenía conocimiento de algo así», reconoce-, San Martín deja un resquicio a la interpretación de que la imposición de recortar la pista «fuera un órdago para que se recurra de una vez a la ampliación, que sería la mejor opción. Si el anuncio de esta medida trae como efecto colateral la ampliación de la pista, bien venido sea».

La medida de reducir la longitud de la pista disponible para el despegue y aterrizaje de los aviones ya ha provocado las primeras reacciones políticas. El diputado socialista Odón Elorza -activo en las redes sociales desde que conociera la noticia- va a presentar hoy mismo en el Congreso tres iniciativas encaminadas «a buscar una solución a este asunto y evitar que el aeropuerto sufra recortes» y «a exigir transparencia» al Ministerio de Fomento.

Para el exalcalde donostiarra, esta medida es «un escándalo y un engaño tremendo después de haberse establecido la excepcionalidad y después de que la ministra nos diera garantías de que el problema de la dimensión de la pista estaba resuelto». Elorza considera que este hecho tiene que ver con «la maldita herencia de Ana Pastor» y supone «un escándalo para cortar cabezas». También denuncia la «actitud poco vigilante del Gobierno Vasco».

Elorza pedirá hoy la comparecencia del secretario de Estado y del presidente de Aena en el Congreso de los Diputados y pedirá la documentación sobre la excepcionalidad establecida en 2014 para analizar «por qué llega ahora esta contraorden». Se muestra convencido de que la reducción «eliminará la operatividad de muchos vuelos y traerá consecuencias negativas desde el punto de vista económico y del turismo».

Se espera que hoy el propio aeropuerto albergue más reacciones. La consejera de Política Territorial, Ana Oregi, y el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, entre otros, acudirán a Hondarribia a inaugurar el primer vuelo a la pista de Luton (Londres).