«El 23-J se va a batir el récord de voto por correo»

Blanca, su hija Alicia y Tomás, amigo de ambas, tenían claro que lo harían de esta manera desde que Pedro Sánchez dio a conocer la fecha de la cita con las urnas. «El 23 de julio estaremos fuera de casa, por lo que ya hemos venido a formalizar la petición. Yo me voy unos días a Soria y quiero votar como siempre lo hago», contaba Blanca al salir de la oficina de Correos. Igual que José Antonio, otro irunés que ya en la calle mostró su impreso porque también estará de vacaciones durante esas semanas.

Las elecciones caen en la mitad del mes de julio y en medio de un puente –en algunas comunidades autónomas– que ya se prevé muy caluroso. Gorka y Sara, dos jóvenes de Hondarribia y Pasaia, estarán entonces en la Costa Brava, por eso ayer quisieron tramitar su papeleta. «No nos importa en absoluto votar por correo, no es ningún engorro. Lo importante es elegir a quién queremos que nos represente en el Gobierno... y por eso nos iremos a principios de julio con los deberes hechos», argumentaban. Lourdes, jubilada que pasa temporadas en Benidorm, también lo tenía así de claro: «Aunque sea verano hay que ir a votar». Lleva 27 años dando su papeleta al mismo partido y no iba a dejarlo de hacer ahora, «sea verano o invierno, es lo mismo. Es un derecho que hay que ejercer y, como estaré fuera con mi familia, lo hago ahora».

Las oficinas tramitan sin problemas, de momento –tal y como reconocen trabajadores –, las primeras solicitudes, entre las que hay votantes encantados pero otros no tanto. Es el caso de Elvira, una viuda de 78 años, que salió de la oficina contrariada porque no le gusta «esto del sufragio a distancia, para mí sí es un engorro. ¡Es que hacer unas elecciones en verano y tener que votar por correo después de lo que ocurrió en Melilla! No sé...». En cualquier caso, son confesiones que evidencian que la ciudadanía no quiere dejar de votar pese a la coincidencia con el descanso estival.

Esta situación ha puesto a prueba la capacidad de la institución postal, que se ha visto desbordada ante la avalancha de ciudadanos, por lo que se ha tenido que comprometer a acometer una «contratación sin precedentes» para cubrir al 100 % las ausencias por vacaciones en julio con el fin de garantizar que la ciudadanía pueda votar sin problema alguna. No solo esto, la empresa pública también ampliará horarios a partir del 3 de julio en días no laborables, y reforzará las oficinas en lugares turísticos. Correos ha reiterado una vez más que formalizará más de 12.000 contratos de refuerzo en toda España.

Con el paso de los días, se han ido aclarando las múltiples dudas que tiene la ciudadanía ante una jornada electoral casi inédita. Por ejemplo, la Junta Electoral Central (JEC) aprobó el jueves una instrucción estableciendo que los electores que opten por votar por correo deberán identificarse con el DNI, o documento análogo en el momento de depositar el voto, y no sólo cuando se solicita. Una medida que se aplicó excepcionalmente en Melilla en los comicios locales del 28-M ante las sospechas de un posible fraude tras las denuncias de robo de documentación electoral. Además, se ha ampliado hasta el 20 de julio el plazo para votar por correo.

Y otra duda muy generalizada: «Si voto por correo, ¿puede tocarme ser miembro de una mesa electoral?» Pese a la creencia extendida entre la población, se trata solo de un mito y no es cierto que pedir el voto postal exima al votante de participar en una de las mesas electorales durante la jornada del 23-J. No obstante, en estas últimas horas, la JEC abrió la puerta a librarse de ser miembro de la mesa si la persona llamada como vocal o presidente tenía las vacaciones contratadas antes del 30 de mayo, aunque al final la decisión de eximir definitivamente de la obligación va a depender de la respectiva junta de zona ante la que hay que alegar.