Sánchez combate el 'sanchismo' en los platós

Con camisa azul remangada y la pulsera arcoiris LGTBI entró el martes en el plató de 'El Hormiguero' lejos de la solemnidad de los trajes y las corbatas. También se quiso distanciar de la imagen fría y poco empática que se le ha achacado en los últimos meses. En todo momento tuvo una actitud desenvuelta con el presentador, al que llamó por su nombre de pila, y en algún momento lo dejó fuera de juego, casi sin poder completar su cuestionario. «A lo mejor no cuento con el voto de alguno que está en esta mesa», bromeaba Sánchez ante un Motos que respondía con seriedad.

El presentador de 'El Hormiguero' lanzó la pelota de Vox al presidente y le preguntó si facilitará la investidura de Feijóo para evitar que gobierne con la extrema derecha. «Voy a ganar las elecciones», respondió rotundo. «No se lo habrá dicho Tezanos», le replicó Motos refiriéndose al director del CIS. Un golpe que Sánchez ignoró, continuando con su discurso. Esa fue la tónica general. Motos preguntaba y Sánchez introducía su discurso con seguridad, mientras el presentador de Antena 3 se veía superado en las respuestas del presidente.

Sánchez tiene claro los temas a tratar en sus intervenciones, y uno de ellos es el 'sanchismo'. En su entrevista con Jordi Évole para Lo de Évole, señaló que «la formación liderada por Feijóo ha deshumanizado al adversario político durante los últimos cinco años con el malvado 'sanchismo', el cuestionamiento de los resultados electorales cuando no te gustan y el incumplimiento de la legalidad». En resumen, para el presidente el 'sanchismo' son «maldades, manipulaciones y mentiras». Asimismo, lamentó no haber prestado atención al «factor corrosivo y al veneno» que, según dijo, los populares iban metiendo a la sociedad. Una percepción que quiere cambiar frente a los focos.

La legislatura Sánchez ha estado marcada por el Covid-19. Una pandemia que, según asegura, le ha marcado en lo más personal y con lo que ha querido acercarse a los votantes. El presidente confesó frente a Évole que mientras debía transmitir seguridad a los ciudadanos él no la tenía, ya que durante la primera ola de la pandemia se contagiaron su mujer, sus padres y su suegro, este último ingresado en la UCI. «Esas noches, cuando lograba conciliar el sueño, me levantaba empapado de sudor y les decía a los doctores de la Moncloa que debía tener Covid», explicó. Al final, los sanitarios le dijeron que «tenía un estrés que no había sufrido en mi vida». También admitió haber recibido tratamiento psicológico, aunque no durante los últimos cuatro años.

El presidente ha aprovechado estas entrevistas para hacer referencia a varias cuestiones de las que hasta ahora no había hablado, pero que la oposición ha utilizado para mermar su imagen y gestión. Se refirió al Falcon, medio de transporte que, recordó, fue comprado por la Administración de Aznar y del que «he hecho el mismo uso que los demás presidentes». También habló de la «maldad» de utilizar «la figura de un asesino como 'Txapote'», con la frase de 'que te vote Txapote'. «Es una forma de banalizar y frivolizar el dolor de las víctimas», dijo el presidente.

Durante esta legislatura no ha dado ninguna entrevista a los medios más críticos con su Gobierno. La última aparición en 'El Hormiguero' fue hace siete años. Estos días también ha visitado Onda Cero con Alsina o la Ser con Bretos. En abril, Sánchez fue entrevistado por El Diario Vasco por segunda vez esta legislatura. Su próxima parada será el programa de Ana Rosa, en un intento por «pinchar la burbuja del 'sanchismo'».