PNV y PSE gobernarán al 53% de la población de Gipuzkoa y EH Bildu tendrá 51 alcaldías

En la jornada no se prevén sorpresas, de manera que saldrán mayoritariamente elegidos los más votados, salvo excepciones. Además, las plataformas locales, que han crecido en los últimos comicios de forma considerable, confirmarán que se han convertido en un nuevo actor en la realidad institucional. Hace cuatro años, los independientes tenían 22 alcaldías. Hoy disponen de cuatro más.

EH Bildu contará con 51 alcaldías, previsiblemente, siete más que hace cuatro años, y afianza su perfil de formación municipalista con un peso creciente al frente de las instituciones del territorio, en las que ha mejorado sensiblemente su presencia y vuelve a la cuota de poder que alcanzó en 2011, en un contexto de fuerte despegue de la izquierda independentista tras la decisión del cese definitivo de la violencia y una abultada abstención, que perjudicó en especial a PNV y PSE. De forma significativa, recupera las alcaldías de Tolosa y de Arrasate, que perdió en 2015 en favor del PNV. La izquierda independentista mantendrá también las alcaldías de sus históricos bastiones: Hernani, Errenteria, Lezo, Oiartzun y Usurbil y conserva su hegemonía en Zumaia, Bergara, Oñati y Ordizia. Ahora regresa al poder en Pasaia y en Andoain, en donde hace cuatro años, los socialistas –que eran la segunda fuerza en estas localidades– les desbancaron por el respaldo del PNV. En ambos escenarios, ha sido Elkarrekin Podemos quien al final les posibilitará acceder a las alcaldías como fuerza más votada. En Deba, la primera fuerza municipal ha sido EH Bildu, con solo cien votos de ventaja sobre el PNV, que empata en número de ediles con la izquierda independentista. La plataforma de independientes ha decantado al final la balanza a favor del PNV, que ha empatado en concejales con EH Bildu pero fue segunda fuerza.

En el caso de San Sebastián, el jeltzale Eneko Goia, que ganó los comicios con nueve ediles, será elegido alcalde como cabeza de la plancha más votada. Los socialistas al final votarán en blanco, aunque previsiblemente formarán parte del futuro gobierno de coalición municipal, que cuenta con mayoría absoluta en la corporación.

El PNV pierde el control de ocho alcaldías y se quedará con diez, Los jeltzales, gracias al acuerdo con el PSE, podrán sacar sin problemas las alcaldías de Elgoibar, Urnieta, Urretxu y Zarautz. Tendrán mayoría absoluta en Beasain.

El PSE mantendrá a su vez cinco municipios, aunque perderá Andoain y Pasaia, donde era segunda fuerza y fue apoyada por el PNV, en 2019. En Irun, segundo municipio de Gipuzkoa, el socialista José Antonio Santano volverá a ser elegido por sexta ocasión, convirtiéndose en el primer regidor más veterano del territorio. A pesar de que las relaciones con los jeltzales no han sido buenas en el pasado, el PSE parece dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva y trabajar un acercamiento con los jeltzales, sin descartar si puede desembocar en una coalición con el PSE, ya que con Elkarrekin Podemos los números ya no dan a la hora de alcanzar la mayoría absoluta. En Eibar, la química entre PSE y PNV es escasa, pero las ejecutivas de ambos partidos quieren hacer un esfuerzo por intentar aproximarse. En Zumarraga y Lasarte-Oria, los candidatos socialistas saldrán elegidos como cabezas de lista más votada, pero luego deberán alcanzar acuerdos de gobernabilidad con el PNV. La novedad del acuerdo de coalición es que en esta ocasión, el compromiso entre ambas fuerzas, con una EH Bildu fuerte, es mayor.

Los independientes también exhibirán su peso emergente en Hondarribia, en donde Abotsanitz –la plataforma surgida de la escisión de la izquierda abertzale en el contexto de la polémica por el Alarde– accederá a la alcaldía y sustituirá al PNV, que ha sufrido un fuerte desgaste. EH Bildu apoyará a Abotsanitz, cuyo candidato saldrá como el más votado.

La mayor duda se centra en Azkoitia, en donde la decisión de la plataforma Azkoitia Bai Elkarrekin de votar a su candidato abre la puerta a la elección de un alcalde jeltzale, como candidato votada. El distanciamiento entre EH Bildu y los independientes coloca al PNV como favorito.