La operación Eider Mendoza arrancó en 2020
Olano hizo una crisis de Gobierno para ascender a la actual candidata del PNV a la Diputación, la situó como su 'número 2' y cegó otras opciones de relevo para las elecciones
La designación de Eider Mendoza como candidata del PNV para tratar de retener el poder en la Diputación Foral de Gipuzkoa, aunque se guardaba ... con mucho sigilo en los últimos meses, era una operación que venía tiempo cocinándose entre los fogones del Gipuzko Buru Batzar (GBB) que lidera Joseba Egibar.
De hecho, la pista de aterrizaje para situar por primera vez en la historia del partido a una mujer como cabeza de cartel en Gipuzkoa empezó a construirse hace dos años, en noviembre de 2020. Entonces, Markel Olano abordó inesperadamente una profunda remodelación interna de su Consejo de Diputados –que afectó a algunas áreas lideradas por el PNV– y que llevó directamente a Mendoza a ganar peso dentro del Gobierno foral al asumir el cargo de primera teniente de diputado general. Su 'número 2' y mano derecha. El puesto sucesorio natural de quien está llamado a coger las riendas.
Propuesta del GBB para las Juntas Generales
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Donostialdea Aitana Agirre, Eñaut Aranbarri, Markel Aranburu, Saioa Bandres, Xabier Ezeizabarrena (para la Presidencia), Ianko Ganboa, Nerea Landaluze; Xabier Otxoa; David Rosco, Aitziber San Roman y Amaia Vaquero.
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Bidasoa-Oiartzun Josu Iguiñiz, Urko Iturbe, Eider Mendoza, Nahikari Otermin, Maite Peña, María Serrano, Juan Luis Silanes, Lander Ugartemendia y Jasone Ugarte.
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Oria Olatz Arrese, Antxo Elosegi, Eric Galvez, Estibaliz Jaka, Koldobike Olabide, Olatz Peon, Mikel Urdangarin y Igor Zubillaga.
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Deba-Urola Andrea Arriola, María Eugenia Arrizabalaga, Amaia Etxeberria, Marijo Etxegoien, Ander Garay, Ivan Iriondo, Aintzane Oiarbide, Irune Urbieta, Jon Andoni Urdangarin, Aitor Urresti y Arantxa Zubizarreta.
En aquel baile de sillas, que provocó un afectó dominó en los departamentos jeltzales, Mendoza sustituyó a Imanol Lasa, que salió del Consejo para incorporarse al gabinete más próximo del diputado general como asesor al frente del área de Estudios y Estrategia. Un reajuste que llevó a Javier Larrañaga a asumir la cartera foral de Promoción Económica y que, a su vez, dejó en manos de Jokin Perona el área vacante de Hacienda.
Toda una reorganización interna enfocada a abordar la era post-Covid pero que, de forma sutil e intencionada, situó a Mendoza en el casillero de salida como futurible para coger el testigo de Olano, que ha sido el aspirante del PNV para la Diputación durante los últimos 16 años: 12 de ellos logró el bastón de mando, ocho de forma ininterrumpida.
Aquella estrategia, que reforzó la figura de Mendoza, acabó cegando cualquier otra opción de relevo de cara a las elecciones forales del 28-M. Y supuso poner la guinda de un pastel que, sin embargo, el partido ha guardado con escrupuloso hermetismo hasta este pasado miércoles, cuando dio a conocer de manera oficial la propuesta para los comicios, a pesar de que la decisión venía fraguándose desde hacía tiempo.
En todo caso, cuando arrancó la legislatura en mayo de 2019 –es decir, antes de que Olano llevara a cabo la crisis de Gobierno–, Mendoza ya empezó a tener un papel más relevante al asumir mayores cuotas de protagonismo como diputada de Gobernanza tras haber presidido durante cuatro años las Juntas Generales de Gipuzkoa. Pero, sobre todo, el cargo como portavoz del Gobierno de coalición PNV-PSE le dotó de una mayor visibilidad de cara a la opinión pública después de años trabajando más entre bambalinas. Hasta que estalló la pandemia y Olano le encomendó la interlocución directa con los grupos de la oposición y los medios de comunicación. Una ardua tarea que volvió a provocar que el nombre de Mendoza sonara con cada vez más fuerza entre las quinielas.
Feminizar la sucesión
Más aún desde que el propio Olano se apresurase a cerrar su particular ciclo foral tras anunciar públicamente que no optaría a la reelección en las elecciones de mayo. Y fue ahí cuando dio aún más pistas sobre quién podría coger el testigo al abrir el melón de la necesidad, dijo, de feminizar su sucesión y situar por primer vez a una mujer al frente de la candidatura. Lo que provocó que todos los focos se situaran directamente sobre Mendoza, y también, que Olano recibiera un «tirón de orejas» de Andoni Ortuzar por lanzar la carrera sucesoria de Gipuzkoa antes de tiempo. Olano hasta ironizó con mucha deportividad que tenía «las orejas calientes» y después se cerró en banda, por respeto a los procesos marcados en el partido, a hablar sobre el asunto. Sin embargo, ya era tarde y todo el mundo asumió que la candidatura jeltzale en Gipuzkoa llevaría el sello de una mujer.
Ayer, una vez confirmada la propuesta que el GBB ya ha trasladado a las bases, sí habló de ello, aunque en el PNV tratan de medir meticulosamente sus palabras y aún hablan de Mendoza como la propuesta de la Ejecutiva. Un deseo que tendrá que ser refrendado por las asambleas de todos los municipios del territorio en un proceso interno a doble vuelta que ya ha echado a andar y que culminará el 11 de noviembre en primera vuelta. La segunda se celebrará entre el 17 y el 28 del próximo mes y se espera que en diciembre –entre el 2 y el 3 probablemente– se celebre una Asamblea territorial para ratificar las candidatura. Sin embargo, nadie duda de que Mendoza contará con el respaldo unánime de las bases jeltzales.
Olano, por su parte, no escatimó en halagos hacia su compañera. El jefe del Gobierno foral manifestó en una entrevista radiofónica que Mendoza ha tenido, y sigue teniendo, «un protagonismo muy importante». «Ha sido una colaboradora muy estrecha y una persona muy cercana a mí», manifestó Olano, que asumió con honestidad que le es imposible ser objetivo a la hora de hablar de ella. «Le tengo en una gran valía», ensalzó.
En este sentido, aseguró que Mendoza, «más allá de sus capacidades profesionales, sobre todo, tiene un gran corazón». «Su capacidad de trabajo, su inteligencia, son capas que se añaden, pero sobre todo a mí lo que me interesa en este tipo de responsabilidades es que tengan buen corazón, y Eider es una de ellas», dijo.
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