El tripartito, el surf y la canción del verano
Diario de campaña ·
El PNV explota la hipótesis de un pacto de izquierdas que le desplazaría del poder para movilizar el voto más temeroso al cambio políticoSalvador Illa, ministro de Sanidad, avala mañana a Idoia Mendia en un acto que se celebrará en Tabakalera, en San Sebastián. Su presencia se ... ha convertido en un inesperado aliado para la campaña del PSE. Cuando este ministro llega a tener una décima más de aprecio popular que el propio Pedro Sánchez, es que se ha transformado en un hombre fuerte del socialismo español por su gestión de la crisis sanitaria. Jamás hubiera pensado eso al entrar al Ejecutivo como 'cuota' obligada del PSC. Es el secretario de Organización del socialismo catalán y viene a Euskadi a ofrecer una imagen de solvencia, según insisten en su partido. Y es que lo que se dirime ahora no es quién dice el mayor exabrupto sino quién plantea de verdad la receta más viable para curar al enfermo y encarar una convalecencia larga, dura y difícil. O quién sabe surfear mejor sobre las tablas para evitar el naufragio. En este ambiente ni siquiera trascienden algunas discusiones sobre el futuro estatus de autogobierno vasco, que haberlas haylas. La economía gana la partida con rotundidad.
Illa ha corrido un alto riesgo de carbonizarse en la parrilla de la exposición pública durante la pandemia y, sin embargo, ha salido políticamente vivo del desastre. Por ahora al menos. Y el PSE le pide que eche una mano. Quienes le conocen bien saben que es una persona muy leal a su familia política.
Su protagonismo saca al descubierto una agenda de campaña muy distinta a los planes de hace solo seis meses. La economía y la política industrial son un capítulo esencial en los candidatos. Iñigo Urkullu aprovechó ayer su presencia en el Forum Europa para lanzar un mensaje de convicción en la tradición industrial vasca frente a quienes carecen de ella o divagan en las inconcreciones.
El PNV advierte la hipótesis de un tripartito 'de izquierdas' para desplazar a los jeltzales del poder puede hacerse realidad. Es, sin duda, la pegadiza canción del verano que podrá gustar o no, pero es la que 'suena' desde que Elkarrekin Podemos activó su estrategia. Que, aunque los socialistas hoy lo descartan, sostiene Andoni Ortuzar, en su día también rechazaron que fueran a pactar con el PP, y Patxi López fue elegido lehendakari con sus votos en 2009. La tecla del tripartito tiene un doble destinatario: advertir de los riesgos al votante más moderado. Y meter presión en el cuerpo a un sector del electorado de EH Bildu, que desconfía genéticamente de un pacto con los socialistas.
El último aldabonazo económico ha sido un informe del Banco de España. El estudio analiza las claves de la caída de la economía en los últimos meses, pide contención del gasto público y una profunda revisión del modelo fiscal. El informe no sopla en la dirección actual del viento, a favor de un sensible incremento del endeudamiento público para hacer frente al agujero y de un considerable paraguas social que ofrezca una cobertura a todos y nadie se quede en la estacada. Eso repitió ayer la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el Kursaal donostiarra. «La salida de la crisis no será la misma que la de 2008», afirmó. Mientras tanto, en Elkarrekin Podemos se sabe que esta tarde, a las 20.00h, se conocerá la segunda parte del video de los 'Power Rangers', una parodia sobre las dificultades de entendimiento en la izquierda vasca, «y que eso permitirá atar cabos, que no nos hemos vuelto locos».
Pablo Casado y Carlos Iturgaiz libran la batalla en Álava, donde centran sus esfuerzos para frenar los malos pronósticos. La pugna se aviva en la Rioja Alavesa, donde Mendia contó ayer con un telonero de lujo: Luis Planas, ministro de Agricultura, que se puso como bandera la marca Rioja Alavesa. La pelea en la comarca es de campeonato. Bodega a bodega. Y con mascarilla.
El centroderecha azuza al PNV por su política fiscal «entregada al Gobierno Sánchez-Iglesias». Y EH Bildu denuncia el sesgo conservador jeltzale, que, dice, es infinitamente más complaciente «con la patronal» que con los sindicatos. Un enredo monumental.
Romper el tabú
En este desierto de campaña, el socialista José Antonio Pastor removió las aguas con unas declaraciones sobre los GAL en una línea similar las efectuadas días antes por el socialista guipuzcoano Eneko Andueza, y por el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso. «Los GAL nunca debieron existir», subrayó Pastor en una entrevista a Radio Euskadi. Además de condenar aquel terrorismo -«que fue juzgado», dijo- incorporó un matiz nuevo al pedir a Felipe González «un ejercicio de seria reflexión autocrítica» en relación al pasado. Un desmarque que ha pasado desapercibido pero que tiene alcance.
Aquí ya no hay trackings diarios de voto, pero los márgenes son los que son. El desplome del turismo y del comercio encienden las luces rojas. Es, quizá, un cambio de ciclo y el Covid-19 ha sido la puntilla. Seguimos en un compás de espera, pendientes del dinero europeo y de que las urnas digan cómo reconstruimos la casa.
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