El lehendakari escuchará el lunes a los partidos antes de valorar un aplazamiento electoral
El Gobierno Vasco tratará de consensuar con la Junta Electoral y el resto de las instituciones la forma de superar la actual «laguna legal»
La intervención de Iñigo Urkullu tras el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado este viernes en Lehendakaritza no ha servido para despejar la incógnita sobre si se celebrarán o no las elecciones vascas del 5 de abril. El lehendakari ha explicado que el Gobierno Vasco «sigue analizando legal y jurídicamente» las circunstancias excepcionales que ha provocado la crisis sanitaria del coronavirus, aunque no ha adelantado cuál es la posición oficial de su Ejecutivo sobre un posible aplazamiento electoral. Urkullu ha insistido en que las legislaciones española y vasca tienen «una laguna legal» que deja en el aire cuál sería la autoridad que debería proceder a la suspensión de una cita electoral, por lo que ha anunciado que este lunes planteará a todos los líderes políticos vascos una «reflexión» que permita «escuchar y analizar» los planteamientos de todos ellos «ante una situación nueva».
El lehendakari convocó este jueves a los líderes de todos los partidos vascos a una reunión que se celebrará el lunes a las 10.00 horas en Vitoria. En ella se abordará con toda seguridad la posibilidad de aplazar los comicios autonómicos ante la situación de alarma sanitaria que ha provocado la crisis del coronavirus, aunque en este momento no existe un consenso entre los partidos en torno a la conveniencia de suspender o no el 5-A. Urkullu ha apuntado este viernes que confía en que cualquier decisión se pueda adoptar «con el mayor consenso posible» tanto entre las propias formaciones políticas como con la Junta Electoral Central y la del País Vasco, así como otras instituciones que pudieran estar implicadas. «Es importante escuchar el criterio de los partidos y que, en la medida de lo posible, ese criterio sea lo más consensuado posible», ha añadido el lehendakari.
Urkullu ha recalcado que la legislación no deja claro «en manos de quién está» tomar una decisión de ese tipo, por lo que ha insistido en que cualquier decisión que se adopte debería partir desde el «consenso».