El Covid se comió en un mes más de un cuarto de la exportación de componentes de coches

El futuro está plagado de incógnitas, mientras que el pasado muestra con una certeza implacable que los fabricantes de componentes están sumidos en una profunda crisis. Entre enero y abril España exportó equipos y piezas de automoción por un valor de 5.424 millones, lo que refleja el fuerte impacto del coronavirus, ya que supone una caída de un 26,2%.

Estos datos han sido aportados por Sernauto, la asociación estatal del sector, entidad en la que el peso de Euskadi es determinante. Forman parte de ella las grandes multinacionales vascas Gestamp, Cie Automotive o la Corporación Mondragon, así como decenas de pymes y centros tecnológicos, entre ellos Tecnalia o Cidetec.

Sernauto no ofrece datos por comunidades autónomas, pero sí el ICEX. El informe de enero a mayo del ministerio de Industria, Comercio y Turismo indica que en ese periodo las exportaciones de componentes de la industria vasca –967 millones de euros– se desplomaron un 29,5% interanual. Las de las empresas asentadas en Gipuzkoa ascendieron a 336 millones, un 31,6% menos.

Sernauto explica que la pandemia ha originado una crisis motivada por dos factores. En primer lugar se encuentra el descenso en la fabricación de vehículos, hecho al que se suman las restricciones a los intercambios comerciales y la disrupción en las cadenas de producción a nivel global.

Las exportaciones cuyo destino principal son la Unión Europea representaron el 71,2% sobre el total y registraron un descenso del 27,6% respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en 3.861 millones de euros. Destacan las tasas de decrecimiento en los cinco grandes socios comerciales para el sector: Alemania (-28,4%), Francia (-32%), Portugal (-29,4%), Reino Unido (-25,5%) e Italia (-25,2%).

Fuera de la UE, Estados Unidos continúa como primer destino de las exportaciones españolas, con unas ventas de 353 millones y un crecimiento del 11,6% interanual. Es de destacar el buen comportamiento de este mercado, que continúa su tendencia al alza, siendo el único – considerada la UE como un bloque– que presenta incrementos.

Marruecos mantiene su segunda posición, aunque con una caída importante de casi un 26% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 249 millones. China, tercer destino, alcanza los 140 millones, registrando una mínima desaceleración del 0,9%. A pesar del impacto inicial en los intercambios con este mercado a principios de año, momento en el que la pandemia estaba focalizada en aquel país, la posterior recuperación industrial ha permitido paliar el impacto de la crisis en las relaciones comerciales bilaterales.

México, Turquía y Sudáfrica, por orden de relevancia como destino de las ventas en el exterior, presentan caídas de porcentajes similares, en torno al 23,4% interanual. En el caso del mercado latinoamericano, el nivel de facturación (con 101 millones de euros) se ha situado en los niveles de 2012. Japón, Rusia y Brasil cierran el 'top 10' de socios comerciales, con tasas igualmente decrecientes.

Sonia López, presidenta de la Comisión de Comercio Exterior de Sernauto, incide en la importancia de que se apoye la internacionalización de las empresas del sector, especialmente, de las pymes. «Las exportaciones son un elemento determinante en la recuperación económica. En un sector como el nuestro, con el peso que tiene en el PIB y ampliamente globalizado, resulta imprescindible el apoyo público con acciones eficaces que permitan a las pymes internacionalizadas lograr, recuperar y mantener las cuotas de mercado exteriores. No hay que olvidar –subraya López– que las exportaciones representaron el 58% de la facturación del sector en 2019».

Las llamadas a apoyar al sector de la automoción por su condición de elemento clave para la recuperación económica también han partido desde las comunidades autónomas donde esta industria tiene especia relevancia. Ocho de ellas, entre las que se encuentra Euskadi, remitieron en junio una carta a la ministra de Industria, Reyes Maroto, para exigirle una mesa en la que debatir una «estrategia común» con medidas a corto, medio y largo plazo.

En la misma mostraban su decepción ante el plan del Gobierno de Pedro Sánchez, dotado con 3.750 millones de euros para el sector. La consejera Arantxa Tapia criticó en aquel momento que «está muy centrado en el estímulo de la demanda –en referencia a los programas Renove– y echamos de menos un planteamiento industrial que dé soporte al sector y a su posicionamiento».

La pandemia ha supuesto un duro revés para las compañías vascas que el año pasado facturaron 20.375 millones de euros, un 5,5% más que en 2018. Esta cifra no contempla el peso específico de Mercedes-Vitoria. Con respecto al empleo, el sector superó las 120.000 personas en total, de las cuales 40.488 trabajan en el País Vasco, lo que supone una ligera bajada del 1,1% en comparación con el año anterior.

Por lo que respecta a este ejercicio, el clúster Acicae ha señalado que no es capaz de dar unas previsiones «fiables» de facturación, debido a la incertidumbre provocada por la pandemia, una situación que «no permite visibilidad sobre los acontecimientos en los próximos meses». Aun así, confía en que el segundo semestre sea mejor que el primero.