El método de las 52 semanas que no falla: la clave para ahorrar 1.400 euros al año
Esta estrategia es relativamente simple y puede ayudarte a crear un fondo de emergencia, ahorrar para un objetivo específico o mejorar tus hábitos de ahorro
Decían nuestras amonas que ahorrar era muy fácil:sólo hay que gastar menos de lo que se ingresa. Estupendo análisis, ¿pero cómo se hace eso?¿Hay que ser un licenciado en Harvard o se pueden conseguir logros a pequeña escala, con trucos cotidianos? La plataforma iAhorro divulga una serie de consejos sobre el método conocido como el de las 52 semanas, que nos exige dinero, claro, pero también disciplina.
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¿Qué es el reto de las 52 semanas?
Es uno de los métodos de ahorro más populares y efectivos del momento. Consiste en fomentar el ahorro de dinero de una manera gradual y sostenible a lo largo de un año. La estrategia de ahorro es relativamente simple de seguir y puede ayudarte a construir un fondo de emergencia, ahorrar para un objetivo específico o simplemente mejorar tus hábitos de ahorro a largo plazo.
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¿En qué consiste el sistema?
Cada semana, a lo largo de un año, debes ahorrar una cantidad específica de dinero. La cantidad que ahorras cada semana aumenta gradualmente, lo que te permite empezar con una cantidad pequeña y progresivamente incrementar tu capacidad de ahorro a medida que avanzas. Esto es uno de los beneficios de este sistema de ahorro para personas que no están acostumbrados a hacerlo, ya que evita que sientan una presión financiera excesiva desde el principio y se adapta a sus ingresos y gastos.
La cifra
1.378 euros
al año podremos ahorrar con el método de las 52 semanas.
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¿Cómo funciona?
El proceso es súper sencillo. Empezaremos con un euro y cada semana aumentaremos en otro euro. Por ello, la primera semana ahorraremos 1 euro, la segunda ahorraremos 2 euros, la tercera ahorraremos 3 euros... y así sucesivamente hasta la semana 52 donde la cantidad será 52 euros. La suma de todo ese ahorro a lo largo del año será 1.378 euros, que podremos usar para nuestro capricho especial, ese viaje que tanto necesitamos o para seguir ahorrando y hacer ese colchón algo más grande. La clave de este reto de ahorro es la consistencia y la disciplina para cumplir con los ahorros semanales.
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¿Qué se necesita?
Para empezar el plan de ahorro de las 52 semanas solo necesitamos dos cosas: una cuenta de ahorro y una tabla de contabilidad. En la cuenta separaremos el ahorro de nuestra cuenta corriente, y en la tabla anotaremos las cantidades que debemos depositar cada semana para saber cuánto dinero tenemos que destinar en cada momento para cumplir con el plan establecido.
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Para empezar el plan de ahorro solo necesitamos dos cosas: una cuenta de ahorro y una tabla de contabilidad
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¿Qué dificultades podemos encontrarnos por el camino?
La última semana es la peor, coinciden los expertos. La viabilidad de este plan de ahorro reside en la simplicidad ya que todas las cantidades depositadas son viables y no suponen mucho esfuerzo. Pero, sin duda, la peor semana es la última, puesto que hay que ahorrar 52 euros. Entonces, suponiendo que comenzamos ahorrando un euro durante la primera semana, si seguimos a rajatabla el plan de ahorro, conseguiremos una suma de 1.378 euros al llegar a la semana 52 o, lo que es lo mismo, al cumplir el año.
Su viabilidad reside en la simplicidad ya que todas las cantidades depositadas son viables y no suponen mucho esfuerzo
Por esto es que también podemos optar por realizar el método de ahorro de las 52 semanas al revés. Es decir, comenzar ahorrando la máxima cantidad e ir reduciendo paulatinamente el importe a razón de un euro por semana, hasta llegar a la última cuando depositaremos un euro.
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¿Conocen otros trucos similares para fomentar el ahorro?
Una buena opción es abrir una cuenta (sin comisiones) a la que programes un envío mensual de una parte de tu sueldo (como si no lo cobraras). Con esta fórmula cambiamos la percepción del ahorro, que deja de ser lo que nos sobra para empezar a ser vista como una obligación, como un gasto fijo más, algo que, además, es muy útil para conformar un fondo de emergencias con el que afrontar imprevistos como la avería del coche, el cambio de un electrodoméstico o una visita al dentista.
Una buena opción es abrir una cuenta a la que programes un envío mensual de una parte de tu sueldo
Otra posibilidad es establecer presupuestos por partidas (hipoteca, alquiler, gasolina, supermercado, ocio, ropa…) y 'reservar' cada cantidad en un sobre comprometiéndonos a no gastar en esa categoría más dinero que el que hay en él. Esto nos hace muy conscientes de en qué se nos va la nómina y nos anima a estirar ese presupuesto, ya sea quitándonos de gastos superfluos o comparando bien precios antes de comprar.
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