Zubiaurre: «ELA y LAB están siempre invitados al Diálogo Social, pero lo que no tienen es derecho a paralizar el país»
Eduardo Zubiaurre. Presidente de Confebask ·
El responsable de la patronal vasca espera una «negociación ejemplar» en el Metal guipuzcoano, y alerta de una eventual 'sobrereforma' laboralEduardo Zubiaurre (Eibar, 1962), presidente de Confebask, asegura que la reciente huelga general fue «perjudicial para el país» y pone en valor el Diálogo Social ... tripartito, que, dice, se ha conjurado para evitar que la digitalización deje trabajadores 'colgados' en Euskadi.
-Lleva seis meses al frente de Confebask y ya le han hecho una huelga general. Todo un récord...
-(Sonríe) Ya dijimos que era perjudicial para el país y con unos planteamientos completamente injustificados. Tenemos las pensiones y los salarios más altos del Estado, altos niveles de bienestar... No había justificación. El salario mínimo o las pensiones bajas, que existen, son cosas que no se resuelven así. Requieren mucho diálogo y reformas de país.
-¿Teme una mayor conflictividad en este curso?
-Esperemos que no. El último conflicto fue el del convenio del Metal de Bizkaia, que terminó bien y con un acuerdo razonable. Esperemos que sirva de precedente para otras negociaciones similares.
«Sería buenísimo incorporar a los sindicatos a Fabrika, que no va contra nadie»
Nueva Cultura
-Esa mayor tensión es la que parecen plantear los sindicatos, ahora que se abre la negociación del Metal de Gipuzkoa.
-Espero que sea una negociación ejemplar, aunque haya opiniones divergentes. La conflictividad lo único que hace es enrarecer las relaciones y complicar el acuerdo. Nuestra postura, insisto, es favorable a llegar a acuerdos. Y espero que la otra parte tenga la misma actitud.
-¿Cómo es posible que un convenio tan importante lleve 'congelado' desde 2011?
-También es cierto que la postura inicial de los sindicatos contra la reforma laboral complicó aquello. Lo que ha pasado es que en las propias empresas ha habido un nivel de acuerdos muy generalizado, también sobre sueldos, y muy poco descuelgue.
-La reforma laboral acaba de cumplir ocho años. ¿Hay que volver a reformarla? ¿En qué?
-La CEOE está dispuesta a analizarlo, pero nosotros ponemos en valor que la reforma nos acercó al marco europeo y nos dio flexibilidad ante unas situaciones cambiantes. De haber tenido antes una legislación más adaptable se habrían perdido menos puestos de trabajo en la crisis.
«Un contrato indefinido no puede ser una regla divina con la que no se puede hacer nada»
Temporalidad
-Entiendo que algo habrá mejorable en la reforma laboral. Por ejemplo, ¿la temporalidad?
-La temporalidad es mayor que en otros países, con lo que, es cierto, hay algo ahí que no funciona y que igual requiere un ajuste; por ejemplo, en las modalidades de contratación o en poder tomar medidas si se necesitan,
-¿Qué les hace falta a ustedes para rebajar la temporalidad?
-Confianza y capacidad para tomar medidas de forma natural, eficiente y sin conflictividad. Explicando las circunstancias y pudiendo adaptarnos sin dificultad. Cuando contratas de manera indefinida lo tienes que hacer de forma que si las cosas van mal ese contrato indefinido no sea una regla divina en la que no se puede hacer nada. Hay que poder hablar con los sindicatos y tomar medidas para que eso no sea inamovible. Hablo de cosas como el coste de los despidos, por ejemplo. De colaborar entre todos y de no poner en riesgo la viabilidad de la empresa.
-La ministra de Trabajo es bastante afilada en sus mensajes ¿Temen que sea muy dura?
-Lo que tememos es que no se acierte en las deciciones. Es nuestra responsabilidad hacer ver a los responsables públicos cuál es nuestro parecer y cuáles pueden ser las consecuencias de determinadas decisiones. Vivimos en momentos de cambio y hay que transmitir a los agentes económicos elementos de confianza para que inviertan. Lo que repercuta en la adaptabilidad de las empresas va a tener consecuencias negativas.
-¿Qué es lo que menos le gusta de lo escuchado hasta ahora?
-Pues que se puedan tomar decisiones unilaterales o por decreto ley. Una mala contrareforma enviaría mensajes de desconfianza. Eso es lo peor que puede suceder.
-El Gobierno quiere devolver la preeminencia a los convenios sectoriales. ¿Puede eso descabalar la estrategia de las patronales y de algunos sindicatos vascos, que se han centrado en los convenios de empresa?
-Nosotros no ponemos en duda el sectorial, pero que una empresa pueda tener margen para mejorarlo, con elementos de flexibilidad o participación en resultados, que eso es difícil hacerlo en el convenio, nos parece positivo. La Nueva Cultura parte de la base de que cada empresa haga su recorrido y con sus trabajadores se llegue a acuerdos en función de sus necesidades. Y que eso prevaleza respecto al sectorial permite que la empresa tenga un proyecto propio. Esto es otro de los elementos negativos de esta contrareforma; cercenar elementos de flexibilidad que aportó la reforma.
-¿Cómo puede Euskadi tener el absentismo más alto de España?
-Esa es una buena pregunta. Tendremos que analizarlo entre todos. Puede haber algunos ámbitos de un proceder poco riguroso y poco adeduado, bien al conceder las bajas o en las propias empresas. Es algo poco justificable y preocupante, dado el nivel de desarrollo del país y de sus empresas.
-Da la sensación de que todos pasan de puntillas por este asunto...
-Es un trabajo compartido. A nivel de empresa, seguro que se puede hacer mucho, y a nivel legal, de tratamiento de bajas prolongadas, de justificación de las mismas, de mutuas... Es un tema que afecta sobre todo a la empresa, que es la que tiene el coste principal, y en que el el resto no se da por enterado. Es un elemento de falta de competitividad.
-El año ha arrancado con una terrible cifra de fallecidos en el tajo. ¿Qué estamos haciendo mal?
-Antes de nada, hay que lamentar todas las muertes que suceden en el ámbito laboral, que ha de ser siempre de desarrollo personal y profesional. No se puede perder la salud y mucho menos la vida por ir a trabajar. Esto es un ámbito de responsabilidad compartida. Hay que seguir trabajando como en las últimas décadas, en las que el índice de incidencia se ha reducido año a año. En la mesa de Diálogo Social hay un grupo de trabajo para salud laboral y también en esto hemos llegado a acuerdos y planes para este año. Nuestra voluntad es eliminar al máximo los riesgos.
«Lo que menos nos gusta es que el Gobierno pueda tomar medidas unilaterales por decreto»
Ejecutivo central
-Habla del Diálogo Social, que acaba de dar un paso importante, aunque quizás con medidas un tanto borrosas o poco definidas. ¿Es factible esa mesa sin ELA y LAB, que son mayoritarias en Euskadi, allí sentadas?
-¡Claro que sí! De hecho lo hay. Y a pesar de esa apreciación de si son borrosos, nosotros hemos puesto en valor el trabajo realizado en muchas reuniones durante un año. Ha habido acuerdos muy importantes y que suponen un hito en este país. Y la concreción es suficiente para tener un 2020 repleto de trabajo. Respecto a esas centrales sería mejor que estuviesen, claro, y como dice la consejera, tienen invitación permanente a participar. Pero lo que no tienen es derecho a veto y a paralizar el país. El resto queremos seguir trabajando y poner en práctica nuestra responsabilidad como agentes sociales. Tampoco vamos a estar esperando.
-Uno de los acuerdos de esa mesa es el de preparar y recualificar a los trabajadores para la industria 4.0. ¿Teme que se quede 'colgada' mucha gente?
-Vamos a tener que hacer un esfuerzo de recualificación muy importante para evitar que nadie se quede 'colgado, lo que, además, impactaría en la competitividad del país.
-Esa labor requerirá un presupuesto notable. ¿Lo han definido en la Mesa de Diálogo Social?
-El esfuerzo formativo se está haciendo ya. Lo que hay que hacer es reorientar presupuestos o actividades. Lo tendremos que ir readecuando.
-Pero, ¿qué recursos serán necesarios y quién los pondrá?
-Vamos a hacer un plan para una trasición justa. Y en eso vamos a trabajar este año.
-El lehendakari ha adelantado las elecciones vascas. ¿Puede esto afectar a la puesta en marcha de los acuerdos?
-La convocatoria de elecciones es algo que compete al lehendakari. Nosotros, desde Confebask, no entramos a valorar la oportunidad política o no de esta convocatoria. Eso es algo que los ciudadanos ya harán con su voto el próximo 5 de abril. Y en relación a los acuerdos, son pactos y actuaciones que tienen vocación de medio y largo recorrido y que, por lo tanto, trascienden al calendario electoral.
-La retención y captación de talento es otro de los aspectos capitales de ese acuerdo...
-Efectivamente. Además, nosotros tenemos un problema añadido de pirámide poblacional. Va a tener que venir mucha gente de fuera; formada, y si no, la tendremos que formar. Tenemos que ser capaces de incorporarlos. Y no podemos despistarnos a la hora de que la gente que está aquí acierte en sus orientaciones profesionales y académicas. Si tenemos una estructura económica que depende en buena parte de la industria y de los servicios dedicados a la misma, los jóvenes no apuestan por las carreras técnicas y las chicas no se animan a tomar ese camino, tenemos un problema grave.
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