ELA y LAB aseguran que «no hay voluntad por parte de las empresas de negociar»
Reclaman una regulación propia frente a la estatal y negociar las condiciones en los convenios sectoriales
La nueva ley del teletrabajo, que vio la luz en septiembre del año pasado, regulaba esta modalidad para aquellos casos en los que se aplique ... siempre que no sea consecuencia del Covid; es decir, sentaba las bases para después de la pandemia. Una regulación, según ELA y LAB, que dejaba muchos flecos colgando. En cualquier caso, la nueva ley establece la obligación de las empresas de negociar la implantación de esta modalidad con los representantes de los trabajadores.
Y aunque todo apunta que se están produciendo los últimos coletazos de la pandemia, ambas centrales indican que por el momento son muy pocas las empresas que se han sentado a negociar sobre el teletrabajo. «Son casos contados», remarcan. «La patronal no está por la labor de negociar. Ahora estamos viendo la voluntad real», explica Pello Igeregi, de ELA, quien recalca que una de las lagunas de la nueva legislación es que obliga a las empresas a negociar con los representantes de los trabajadores las condiciones del teletrabajo pero no a acordarlo y tampoco a meterlo necesariamente en el convenio.
Xabier Ugartemendia, de LAB, incide en que «la patronal no tiene ninguna intención de hacerlo». Ambos representantes sindicales recuerdan que también se puede regular en los convenios sectoriales, lo que sería más fácil. Pero ahí apuntan a otra dificultad y es que los convenios de algunos de los sectores con mayor incidencia de teletrabajo, como es el caso de Oficinas y Despachos, están bloqueados desde hace años. En concreto en este caso desde 2013. «Si no se renueva no se puede introducir la normativa». Recuerdan que éste es un sector muy atomizado por lo que sería muy complicado implantarlo en cada empresa. A ello se añade, que otros como el de Telemarketin o Ingeniería,«que también están empantanados, se negocian en Madrid y se renuevan con condiciones muy precarias».
A decir de ambos sindicalistas, no se está implantando la nueva regulación «por el bloqueo de la patronal y la estatalización de los acuerdos».Igeregi y Ugartemendia considean necesario unas herramientas que complementen lo que la ley ha regulado, «porque es insuficiente». Y al respecto, abogan por «una regulación propia en Euskadi». Para ello están dispuestos a dar los pasos necesarios, aunque por el momento no quieren precisar más. En cualquier caso, critican algunos aspectos de la actual regulación, «como fijar en al menos el 30% el trabajo que se realiza en remoto, dejando fuera a los que están por debajo de esa cifra, así como a los derivados de la pandemia; y dejaba los medios tecnológicos y los gastos a la negociación colectiva, pero sin negociación no se puede acordar».
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