Tapia se fía de Zegona y afirma que el arraigo de Euskaltel en Euskadi «no está en peligro»

La consejera reiteró los argumentos que viene exponiendo desde que Zegona desplazara a Kutxabank como principal tenedor de títulos de Euskaltel. El primero de ellos, la disposición mostrada por los directivos del fondo de que la sede permanezca en Euskadi. «Han sido claros y transparentes -señaló Tapia-. Zegona ha mostrado su voluntad de mantener el arraigo aquí, algo que no ha puesto en duda en ningún momento».

El objetivo de los nuevos inversores, según explicó la consejera de Desarrollo Económico, «es hacer crecer a la empresa y diversificar su negocio, sin ejercer imposición alguna a la Junta Directiva o al Consejo de Administración, recurriendo siempre a acuerdos con el resto de accionistas principales».

No obstante, y quizá por aquello de que las palabras se las lleva el viento, Tapia dio un segundo argumento, también conocido y sin duda más sólido. La consejera recordó que Zegona, aunque dispone del 20,9% de las acciones, tiene una capacidad de maniobra limitada por los estatutos de Euskatel. Éstos especifican que para deslocalizar tanto la sede como el centro de administración o la dirección de negocio se necesita el respaldo del 75% de las acciones.

De ahí que Tapia dijera en el Parlamento que el Gobierno Vasco dispone de instrumentos para «intervenir» si observa que la permanencia corre peligro. Y esta capacidad de impedir una operación de este tipo radica, según indicó, en que el 25% de bloqueo está garantizado y en manos vascas, debido a las acciones en poder de Kutxabank (19,8%), fondos de pensión y otros inversores de Euskadi. En consecuencia, afirmó Tapia, «el arraigo no está en peligro».

La salvaguarda recogida en los estatutos resulta clave. Las críticas de Zegona a los gestores de Euskatel han sido lo suficientemente duras como para temer que se llevara la compañía a otra parte, si no existiera la cortapisa estatutaria apuntada por Tapia. Esta, no obstante, indicó que hubiera preferido un «socio industrial».

Los argumentos de Tapia no convencieron a Iker Casanova. El parlamentario de EH Bildu denunció que cuando el capital era mayoritariamente vasco, en Euskaltel se cometieron «tropelías». No obstante, advirtió de que la llegada de Zegona al accionariado supone un «riesgo aún mayor de que se lleven a cabo nuevas tropelías, puesto que estos fondos solo se guían por el objetivo de revalorizar su inversión».