Tapia admite que la planta de electrolizadores tendrá más ayudas en Guadalajara

Pero la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, admitió este martes que la propuesta del País Vasco ha sido insuficiente para la firma norteamericana que seguirá el proyecto en solitario, más interesada en el mayor volumen de subvenciones que conseguirá en Guadalajara. Tapia reconoció también que la empresa rechazó la posibilidad de que el Gobierno vasco participase en el proyecto como socio.

Como ya es conocido, el proyecto Iberlyzer que habían inspirado las empresas vascas Iberdrola e Ingeteam ha sufrido tal transformación que ya no se parece en nada al dibujo que se realizó inicialmente. Estas dos empresas ya no actuarán como inversoras y definitivamente Euskadi deja de ser un lugar donde ubicar la factoría. Una planta llamada a construir electrolizadores -los equipos necesarios para producir hidrógeno-, que será asumida en solitario por Cummins.

Tapia indicó este martes que el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia hicieron una oferta muy amplia para tratar de atraer un proyecto que calificó como «innovador». Así, el Ejecutivo vasco puso sobre la mesa los incentivos fiscales recogidos en la normativa foral, también ayudas a la formación, así como un «ecosistema de proveedores». El Gobierno vasco también se comprometió a facilitar el terreno necesario para instalar esta factoría en la margen izquierda, aportándolo a la sociedad para convertirse así en socio de la misma.

Pero los norteamericanos no aceptaron al Gobierno como socio y los beneficios fiscales apenas les servían para algo. La clave es que Cummins va a realizar toda la inversión en investigación y desarrollo en Canadá, de tal forma que su planta en España tan sólo se dedicará a la fabricación de equipos. La ciencia se queda fuera. Cummins también descartó compartir el accionariado con Ingeteam e Iberdrola, debido a su decisión de no hacer transferencia de tecnología a la nueva empresa que se creará en España. «Han decidido instalarse en Guadalajara, en un lugar cercano a las oficinas que ya tenían y atendiendo sobre todo a las ayudas directas», aclaró la consejera de Desarrollo Económico. En este sentido la consejera recordó que una inversión en la margen izquierda del Nervión puede recibir subvenciones públicas equivalentes al 10% de la inversión, mientras que en el caso de Guadalajara, debido a que está considerada como «zona desfavorecida» por la UE, se puede alcanzar hasta el 25%. En este caso ambas opciones suponen una diferencia de 7,5 millones de euros para la firma norteamericana. «Ha sido una lástima», apuntó Tapia tras referirse a la importancia que la empresa le ha dado a las «subvenciones a fondo perdido frente a otras opciones».

Tapia recordó también, a modo de consuelo, que este no era el único proyecto importante industrial de futuro que ha surgido en el País Vasco en torno a la fiebre del hidrógeno. «Existen otras iniciativas, también en el campo del hidrógeno, algunas de ellos vinculados a Iberdrola», señaló. Entre estos proyectos y aunque no de la mano de Iberdrola figura la iniciativa para construir una fábrica de producción de electrolizadores, impulsada por la ingeniería vasca Sener y Petronor. Una iniciativa que, al parecer, sí apostará por ubicarse en el País Vasco.