Los sectores respiran por el aplazamiento del TicketBai, pero piden más de seis meses

Y es que hay que tener en cuenta que este nuevo sistema de facturación es un 'tsunami' que afecta al tejido económico en su conjunto, desde la más pequeña tienda de barrio hasta las grandes cadenas comerciales, pasando por talleres de automoción, fontaneros, carpinteros e incluso baserritarras. En resumen, impacta en todos aquellos sectores que expiden facturas por los productos o servicios que venden.

La novedad del sistema, las inversiones a realizar y la premura de tiempo ha llevado a algunos colectivos a solicitar a la Hacienda guipuzcoana que aplace su puesta en marcha, siguiendo la senda de su homóloga de Bizkaia, que la aplicará en 2024. La Diputación de Gipuzkoa ha aceptado parcialmente la petición y, si bien no emula a la de Bizkaia, sí admite retrasar seis meses el periodo obligatorio de arranque. Los primeros en inaugurarlo iban a ser los profesionales de la gestión tributaria, el 1 de enero, fecha que ahora se aplaza al 1 de julio, debiéndose incorporar sucesivamente el resto de sectores. Así, por ejemplo, a los comerciantes le tocaba el 1 de mayo pero, tras el aplazamiento, aplicarán el TicketBai a partir del 1 de noviembre de 2022.

¿Qué opinan los sectores afectados acerca de este nuevo calendario? Estas son sus opiniones.

Comercio. Una de las actividades más implicadas es la del comercio. Julen Maiz, presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa, considera que el aplazamiento es positivo y destaca que peticiones realizadas por la entidad que encabeza, como las medidas especiales para las personas próximas a la jubilación, han sido atendidas. Sin embargo, acto seguido señala que los seis meses le parecen pocos. «El comercio no está atravesando una buena etapa. Vivimos al día. Se decía –señala Maiz– que 2021 iba a ser el año de la recuperación, pero para nada, estamos muy lejos de las ventas de antes de la pandemia».

En consecuencia, añade el presidente de la Federación Mercantil, «ahora tenemos la cabeza en salvar nuestros negocios y en mantener el empleo. Así que el aplazamiento está bien, pero debería ser mayor, necesitamos por lo menos una o dos campañas seguidas de ventas normales para recuperarnos de las deudas y afrontar el TicketBai con otro ánimo. Un sistema –resalta Maiz– con el que el sector está de acuerdo en que hay que aplicar».

Hostelería. Kino Martínez, secretario general de Hostelería Gipuzkoa, coincide en que los seis meses son un avance, «pero no colma nuestras aspiraciones. Cuando se planteó no había una pandemia que nos ha agotado anímicamente». Martínez señala que 2022 debería ser el año de recuperación, 2023 el de la implementación y proceder en enero de 2024 a la puesta en marcha. «De esta manera coincidiríamos con Bizkaia. Si este es un acuerdo de país, también lo debería ser el calendario, con plazos similares en los tres territorios».

El secretario general de Hostelería Gipuzkoa subraya que el sector está a favor del TicketBai porque «aportará claridad», pero advierte de que unos mayores plazos son necesarios. Además, indica Martínez, habrá que encontrar una solución para aquellas personas que están cerca de jubilarse y que por edad tendrían más dificultades para adaptarse al nuevo sistema porque de lo contrario «se acelerará el abandono de los negocios».

Automoción. La Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (Aega) también ve con buenos ojos las nuevas fechas. La entidad reconoce que «algo se ha conseguido», pero añade que el problema no radica en «retrasar seis o doce meses» el TicketBai, sino en acompasar la medida entre las tres diputaciones. «No entendemos el empeño en hacer las cosas en plazos diferentes. Si estamos en un proceso de coordinación tributaria, industrial y de eficiencia, carece de sentido actuar de manera diferente con el TicketBai».

Aega admite que las diputaciones son soberanas, pero critica que «cuando estamos dentro de la UE, parece que queremos hacer una especie de Brexit foral. Además, tampoco es el mejor momento, porque la pandemia ha impactado con dureza».

Instaladores. La Asociación Empresarial de Instaladores y Mantenedores de Gipuzkoa (Instagi), que reúne a profesionales como electricistas, fontaneros o técnicos de gas y calefacción, considera por su parte que «al menos» se han conseguido seis meses más, pero subraya que para diversos colectivos el plazo debería ser mayor. Jesús Mari Gómez, gerente de la entidad, explica que «hay personas que necesitan más tiempo de adaptación, como las de edad avanzada o los autónomos, que quizá tengan menos competencias digitales para asumir el cambio».

Además, Gómez subraya que los gremios de la construcción, como el suyo, deben recibir ayudas directas de la Diputación, al igual que otros sectores «porque llevamos en crisis desde 2008».

Baserritarras. Xabier Iraola, responsable del sindicato Enba, se muestra crítico con la decisión foral. «Seis meses son pocos. Hay que retrasarlo dos años, como Bizkaia. Si el TicketBai fue aprobado de forma armonizada por el Gobierno Vasco y los tres territorios –explica Iraola– su arranque también debería serlo».

Iraola subraya que los baserritarras están de acuerdo con su aplicación, «pero pedimos más tiempo». Señala que el sector se enfrenta a problemas específicos, como la edad, que en muchos casos ronda los 60-70 años y supone un serio problema para adaptarse a los cambios tecnológicos. En segundo lugar, para emitir las facturas en tiempo real se necesita una buena conexión a internet, algo que no ocurre en muchos caseríos. Iraola recuerda que tampoco el momento económico es el más favorable, dado el incremento del precio de los piensos o de la factura eléctrica.