Pedro Esnaola deja la presidencia de la Cámara de Gipuzkoa, para la que se perfila Mauri Arregui

Tiempos nuevos en la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, que vive estos días su proceso electoral. El hasta ahora presidente de la institución, Pedro Esnaola Latasa (San Sebastián, 1965), quien ha ocupado el cargo durante los últimos doce años, no volverá a presentar su candidatura. Así lo confirmó el economista donostiarra a DV a última hora de la noche de ayer, tras enviar un correo electrónico de agradecimiento a los miembros del pleno, del comité ejecutivo y a los trabajadores de la institución cameral. Esnaola llegó a la Cámara en 2008 como tesorero y un año después pasó a ocupar la vicepresidencia.

Según fuentes conocedoras del proceso, Mauri Arregui Aulestiarte (Bergara, 1972), consejero delegado de la empresa familiar Grupo Ormak, se perfila como el próximo presidente de la Cámara de Gipuzkoa al ser la suya la única candidatura que se está valorando en la actualidad. Arregui es vocal del pleno de la Cámara, en cuyo comité ejecutivo participó entre 2010 y 2018 con Esnaola como presidente, y también forma parte del consejo rector de la patronal Adegi y de la junta directiva de Ascongi (patronal de la construcción). El proceso de elecciones en las tres Cámaras vascas, que está en una fase intermedia después de que las empresas del territorio hayan presentado sus candidaturas al pleno, concluirá a mediados de noviembre. Será entonces cuando el relevo sea ya una realidad.

Esnaola explicó a este periódico que es hora de «dar un paso a un lado» y dejar que tome el relevo nueva savia, «gente joven, con impulso y nuevas ideas». El todavía presidente de la Cámara resaltó que su legado en la organización desde el punto de vista funcional se resume en «una apuesta firme por trabajar y avanzar desde la sociedad civil, sin aceptar tutelas para la Cámara y con la premisa de colaborar al máximo posible entre todos los agentes del territorio».

Más allá de recordar que desde la presidencia de la Cámara le ha tocado vivir un poco de todo en lo que se refiere a la situación de la economía guipuzcoana, hizo especial hincapié en el agradecimiento a sus colaboradores y todo el cuerpo cameral.

Mensaje que también protagonizaba la carta enviada anoche. «Han sido doce años apasionantes, en los que ha sido un honor ostentar el cargo de presidente de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa», señala la misiva. «Por supuesto, el apoyo que he recibido por parte de empresas e instituciones ha sido muy importante; sin duda, el trabajo y la dedicación del personal ha sido ejemplar, sobre todo en un escenario tan desafiante como el que hemos tenido que afrontar, pero si me quedo con algo es con las personas que me han acompañado en los plenos y comités ejecutivos que he liderado», añade.

Al repasar con Esnaola su trayectoria, se reconoce como «un presidente especial para una época especial», en alusión al mazazo que supuso la decisión de un presionado por Bruselas José Luis Rodríguez Zapatero, que a finales de 2010 se jugaba un rescate que hubiera podido parecido al que sufrió Grecia. Y es que el economista donostiarra tuvo que lidiar con la eliminación por parte del Gobierno central, dentro de sus medidas de ahorro, de la llamada cuota cameral. Aquella medida supuso un misil en la línea de flotación de las cámaras de toda España y que en el caso de Gipuzkoa, bajo su liderazgo, se salvó con una fuerte apuesta por la cercanía y los servicios a las empresas como fuentes de financiación para sustituir aquella contribución obligatoria que suponía casi todos los ingresos de la cámara.

«Aquello fue en diciembre, pero yo desde mayo ya vi la posibilidad de que desapareciera, por eso propuse al comité y al pleno un proyecto de reconversión que se llamó 'La Cámara del Futuro', con la que hacer a la institución independiente », dice. «Al contrario que en otros lugares, aquí hemos crecido en empleo, facturamos casi siete millones solo por servicios y hemos mejorado los fondos propios», concluye.

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