Ver fotos
OPE en tiempos de guerra
La actual incertidumbre económica empuja al BEC a 24.000 aspirantes que compiten por 1.272 plazas convocadas para consolidar empleo temporal en el Gobierno Vasco
Dicen que corren tiempos difíciles, que se avecina un invierno duro. ¡Es la guerra! «Vienen advirtiéndonos desde hace tiempo que la vuelta de verano será ... complicada y es cierto que los índices de paro suben y cae la contratación. Seguramente muchos nos hemos animado a venir empujados por la actual incertidumbre». Lo cuenta Mónica Reyes, una bilbaína de 45 años que forma parte de la legión de 24.000 aspirantes que compiten por las 1.272 plazas de la nueva Oferta Pública de Empleo (OPE) convocada por el Gobierno Vasco. Los exámenes se celebran este fin de semana en el BEC de Barakaldo.
Hay muchos nervios, mucha incertidumbre , pero también mucha esperanza. A las ocho de la mañana, los pabellones 1 y 2 del recinto ferial son ya un hervidero. Este sábado a la mañana se celebran las pruebas para personal de apoyo, que es así como se llama a los escuadrones de bedeles, conserjes y ayudantes que hacen que todo funcione en la Administración. Velan por el ordenador con el que se pasan las imágenes de la conferencia, buscan al electricista para que devuelva la luz, guían a los despistados. Hacen casi de todo. Por la tarde están previstos los exámenes de enfermería y ya el domingo, administrativos y auxiliares.
Apuntes con aroma de verano
Mónica se ha preparado a fondo. Lleva ya «mucho tiempo» sin trabajo. Formó parte durante años de «la empresa que decía aquello de 'seguro que en tu casa hay un pedacito de mi', que prescindió de ella y muchos más trabajadores acogiéndose a la reforma laboral de febrero de 2011. Después trabajó en un hospital privado, pero no llego a la pandemia.«Mis apuntes están llenos de arena de playa y de otras señales del verano», confiesa para dar testimonio de cuánto tiempo ha dedicado al estudio. «Bastante», resume.
Noticia Relacionada
«Quiero la tranquilidad de tener una plaza fija»
Ainhoa y Ainhoa son dos amigas vitorianas que prefieren el anonimato para no dar pistas en sus respectivos trabajos. Una de ellas es comercial y la otra prefiere no decirlo. A sus 44 años, el empleo público se les presenta, según cuentan, como una fuente de ilusión, después de mucho tiempo en el sector privado.
«¿La guerra? ¡Qué va! Nos intentan meter miedo siempre, si no es con un argumento con otro para taparnos la boca y que no nos movamos. Cayeron las torres gemelas de Nueva York y luego, desde 2007, no he oído más que argumentos para tenernos a la sociedad calladitos y sin movernos», protestan.
A las diez menos cuarto de la mañana, el bullicio comienza a volverse calma. Se abren las puertas de las grandes aulas habilitadas en el recinto ferial. No hay cobertura de móvil. Las medidas de seguridad son extremas.
«Un antes y un después»
En tiempos difíciles, un puesto de trabajo es un tesoro. Por cada uno de los que están en liza batallan unos 20 candidatos. Ésta es una OPE convocada para consolidar el empleo temporal de la Administración. La pelea resulta, en consecuencia, más complicada para los que no forman parte de ella, que son muchos de los aspirantes.
La de hoy supone la primera de las convocatorias previstas para este año dentro de los procesos de consolidación del empleo público en la Administración General y sus organismos autónomos. El Gobierno vasco tiene previstas otras dos convocatorias antes de fin de año, hasta completar las casi 3.700 plazas vacantes.
«Las pruebas marcan un antes y un después en la Administración vasca: avanzamos en la reducción de la interinidad», sentencia la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, al comienzo del primer examen. Los resultados se conocerán «antes del 22 de septiembre», el próximo miércoles. La suerte está echada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión