Lanbide paraliza las solicitudes del ingreso mínimo vital al no contar aún con la transferencia
El acuerdo político para que el servicio vasco de empleo gestione la nueva ayuda debe completarse con la encomienda de la Seguridad Social, que todavía no ha llegado
Los técnicos de Lanbide se enfrentan a un «obstáculo de carácter administrativo» para poder tramitar las solicitudes del Ingreso Mínimo Vital (IMV), aprobado ... por el Gobierno Sánchez al calor de la pandemia del Covid-19 para paliar las situaciones de pobreza. El servicio vasco de empleo está reteniendo las peticiones de la ayuda estatal, que complementa la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) existente en Euskadi desde hace más de 25 años, hasta que reciba la competencia temporal de su gestión en tanto se cierra la transferencia completa. El Gobierno central y el PNV llegaron a un acuerdo el pasado 27 de mayo por el que se cedió a Euskadi y a Navarra la gestión del IMV. Los actuales perceptores de la RGI que tengan derecho al IMV verán reconocida su prestación sin necesidad de hacer ningún trámite, por lo que sólo deben solicitar la ayuda estatal aquellas personas que no perciben la prestación vasca pero que condideren que reúnen los requisitos para ella. Para estas peticiones, hasta que no se cierre la transferencia, se recurre a lo que se conoce como una encomienda de gestión. Se trata de un instrumento jurídico por el que una administración encarga a otra que haga algo que es competencia suya. Es una solución provisional a la espera del pacto competencial.
La citada encomienda todavía no ha llegado y esta carencia administrativa provoca que las solicitudes realizadas hasta la fecha en Lanbide se encuentren «en el limbo o en la nube», trasladan a este periódico fuentes de los servicios sociales del Bajo Deba. Estas mismas fuentes agregan que la pasada semana se registraron dos casos en una localidad del Duranguesado que reflejan esta problemática: los demandantes se dirigieron en primer lugar a Lanbide para formalizar la petición, pero sus técnicos les enviaron a la oficina de la Seguridad Social (INSS) alegando que no disponían de los impresos pertinentes. En el INSS, en cambio, les comunicaron que debían realizar la tramitación en el servicio vasco de empleo, encargado en Euskadi de la gestión. De vuelta en Lanbide se les admitió la solicitud pero con la advertencia de que la tramitación tendría que esperar. En este sentido, las fuentes citadas aseguran que la instrucción que han recibido los técnicos del servicio vasco -al menos de esa oficina vizcaína- es que se recojan las peticiones pero que queden «retenidas hasta que os digamos qué hacer con ellas».
Cinco reuniones
Este mensaje en ningún caso significa que la solicitud se vaya a rechazar o que los peticionarios vean su demanda anulada. Simplemente, que el procedimiento no se activará hasta que la encomienda sea efectiva. Desde Lanbide aseguran que «se está abordando el tema» para lo que se han celebrado ya cinco reuniones bilaterales entre representantes del Ejecutivo central y del Gobierno Vasco; y muestran su sorpresa por los casos denunciados en la oficina vizcaína ya que aseguran que el pasado día 12 el organismo de empleo envió una notificación a sus empleados que recogía el procedimiento a seguir con los demandantes de la prestación.
Las mismas fuentes de Lanbide, que prevén que las negociaciones con Madrid se prolonguen todavía un mes más, admiten sin embargo que 2.500 residentes en Euskadi han realizado la solicitud del IMV a través de los mecanismos telemáticos habilitados por la Seguridad Social, posibilidad que también está abierta. Estas peticiones, que todavía deberán ser comprobadas, constrastan con las menos de un centenar que Lanbide informó el pasado viernes que había recibido en sus oficinas desde que el lunes de la se mana pasada se abriera el plazo para las solicitudes. En cualquier caso, las personas a las que se reconozca la nueva ayuda la cobrarán con carácter retroactivo al 1 de junio, independientemente de la fecha en que se haya solicitado. Eso sí, deberán hacerlo antes del 15 de septiembre.
Los pensionistas piden que el ahorro en la RGI complemente las pensiones más bajas
La plataforma de pensionistas de Alderdi Eder reclamó ayer al Gobierno Vasco que el ahorro que el Ejecutivo liderado por Iñigo Urkullu logrará en la RGI con la nueva ayuda estatal, se destine a complementar las pensiones más bajas hasta los 1.080 euros. En un comunicado, el colectivo solicita que ese remanente se utilice para combatir «la pobreza y la precariedad» y añade que «no podemos tolerar» que un Gobierno «que dice que lo principal somos las personas» permita que haya quienes «vivan en la precariedad y en la extrema pobreza». Como cada lunes desde hace más de un año, la asamblea de pensionistas se concentró ayer en Alderdi Eder y se manifestó por las calles de la capital donostiarra en defensa de unas prestaciones dignas.
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