LAB denuncia que el 53,52% de los vascos está en situación precaria, sin trabajo digno y con escasos ingresos

Arroyo ha comparecido en Donostia para presentar un estudio sobre las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores vascos, elaborado por la Fundación Ikusminaran. Junto a él ha estado la responsable del informe, Edurne Larrañaga, quien ha desgranado las principales conclusiones.

Así, ha subrayado que en el País Vasco y Navarra hay 812.068 personas en situación de precaria, bien porque se encuentran en desempleo (198.000), porque son inactivos o que perciben menos de 1.400 euros de sueldo. El estudio apunta que de este colectivo el 24,5% son personas dedicadas al trabajo doméstico, mayoritariamente mujeres. El sindicato abrertzale destaca que la distribución de la riqueza se ha convertido en algo estructural.

Otro dato significativo, según el estudio, es que el 34,5% de los pensionistas (222.123) cobra menos de 1.000 euros; el 57% (365.477) percibe entre 1.000 y 2.800 euros y un 9% (56.705) más de 2.800 euros.

Asimismo, revela que la brecha salarial «es estructural, porque además de la de género también cada vez más hay diferencias en función de la edad, el origen o el tipo de contrato. En lo que respecta a las diferencias según el género, el salario medio de las mujeres es 3.171 euros inferior a la media, con datos del año 2000. Pero las mujeres que están en el percentil más bajo cobraron 20.371 euros menos que la media. Y en lo que respecta al origen, los procedentes de fuera de España percibieron de media 9.214 euros menos que la media general.

El sindicato señala que la distribución cada vez más desigual de la riqueza hace de la pobreza y la exclusión social un problema de primer orden en Euskadi y Navarra. Apunta que la tasa de riesgo de pobreza en el CAV es del 17,8% y en Navarra del 21,3%, ambas por encima de la media europea (17,4%).

También subraya que desde 2008 se ha duplicado la población en situación de extrema pobreza en la CAV y se sitúa ya en el 6,1%, al tiempo que las personas excluídas han aumentado en los tres últimos años en 2,7 puntos al pasar del 4% en 2018 al 6,7% en 2021.

Igor Arroyo ha querido dejar claro que «todo esto no es fruto de un fenómeno meteorológico, como nos quieren hacer creer Iñigo Urkullu y María Chivite, sino que es consecuencia de las decisiones políticas que adoptan tanto el Gobierno Vasco como el Navarro».

Y ha añadido que mientras en Europa se está abordando una reforma fiscal o la publificación de algunos servicios, entre otras cuestiones, estos temas no están en la agenda vasca o navarra, «donde se están llevando a cabo políticas continuistas». Ha denunciado que en Euskadi y Navarra ese debate «está secuestrado».

El coordinador general de LAB ha afirmado que existen básciamente dos problemas, como son que «nuestro autogobierno es deforme, porque es fuerte para defender los intereses de las empresas, pero débil para solventar los problemas de los trabajadores, y que »no hay voluntad para hacer políticas a favor de los trabajadores y llevar a cabo cambios profundos«.

Ante ello, Igor Arroyo ha indicado que la central abertzale se reafirma en su estrategia sindical de reforzar las movilizaciones. «Hay que ir más allá en la lucha sindical, tanto en empresas , en ámbitos sectoriales y en ámbitos sindicalizados, pero también donde no ha habido tradicionalmente esa sindicalización, como ocurre con los trabajos domésticos». En este sentido, ha abogado por seguir luchando en sectores feminizados.

También ha defendido la necesidad de impulsar la lucha social, como se hará este sábado en las capitales de Euskadi y Navarra de la mano de la Carta Social.

Finalmente, y a preguntas de los periodistas, Arroyo ha descartado por ahora la posibilidad de convocar una movilización general. Ha lamentado que no haya un planteamiento «más general con ELA» para impulsar todos los procesos de lucha, aunque ha señalado que existen acuerdos con la central nacionalista y con otros sindicatos para realizar movilizaciones en empresas y sectores.

Así, ha apuntado que LAB propuso a ELA «un Acuerdo Interprofesional para luchar por unas condiciones labores dignas, pero que no ha sido posible porque el sindicato liderado por Mitxel Lakuntza no lo ve»