Jabier Larrañaga: «No es el momento de subir impuestos»
Diputado de Hacienda de Gipuzkoa ·
El responsable del fisco foral aplaude y agradece el esfuerzo de quien «cada día levanta la persiana», y lamenta que el Gobierno central incumpla la palabra dada a EuskadiJabier Larrañaga (Azpeitia, 1972), lleva las riendas de la Hacienda guipuzcoana, para la que prevé un mordisco del 20% en la recaudación este año a ... cuenta del Covid. No obstante, descarta subidas de impuestos para compensar ese agujero, y recuerda que el territorio y sus empresas y autónomos tienen empuje suficiente para salvar una situación que podría empeorar el año que viene. Por eso cambia el rictus solo una vez a lo largo de la charla, y es para reconocerse enfadado con un Gobierno, el central, que «no cumple su palabra» al no permitir a las instituciones vascas endeudarse para combatir la crisis del Covid.
-La pandemia ha golpeado con dureza a la economía guipuzcoana. ¿Tiene usted calculado el 'agujero' recaudatorio?
-Ya tuvimos una caída de la recaudación de 1.000 millones en dos años tras la crisis de 2008. Ahora, contando siempre con los niveles de incertidumbre que vivimos, auguramos un descenso de entre el 20% y el 25%.
-Esa recaudación cayó un 11,6% hasta junio, con lo que lo peor está por llegar, ¿no?
- Sí. Hasta junio, han sido meses atípicos, con cierto desorden al llegar el estado de alarma. En ese momento lo importante era la liquidez, para la que pusimos instrumentos. Eso ha hecho que en realidad el impacto del Covid sea sobre menos de la mitad del semestre. No será así en el segundo semestre. En 2020 el impacto será mayor en IVA y consumo, pero en 2021 será más en retenciones de trabajo o de funcionamiento de los negocios. En 2021 la recaudación será de continuidad, plana y con una composición distinta.
-¿No es injusto comparar con 2019, que fue un año récord?
-Siempre dijimos que había que hacer los deberes, pues en algún momento cambiaría el viento. Y lo hemos hecho, hemos ido reduciendo deuda. ¿Es una caída muy importante? Sin duda. ¿Va a afectar a los proyectos que teníamos? Por supuesto. Pero nos coge preparados.
-¿Cómo va la campaña del IRPF? ¿Y la de Sociedades?
-El 2019 fue bueno, con lo que Renta y Sociedades irán bien. Una de las novedades que hemos introducido es poder compensar perdidas de 2020 con beneficios de 2019.
-Esa medida es pionera en España. ¿Ha tenido acogida?
-Hace falta un poco de pedagogía, pues lo novedoso, sobre todo en fiscalidad, siempre da miedo. Se apunta gente pero no ha sido algo masivo. Para nosotros lo importante es poner las herramientas y luego ver si la utilización es por falta de necesidades o por lo novedoso.
-¿Y los aplazamientos de pago?
-Todavía no es el momento álgido, pues es un último recurso. Dijimos que primero había que ir a los Elkargis o los ICOs, que se han usado de forma masiva. El grueso llegará después. Un hito será al terminar el primer trimestre de 2021, cuando vencen las carencias de esos créditos blandos. De hoy a marzo de 2021 será una travesía del desierto, en la que hay que aguantar.
-Cobran un 3,75% de interés en los aplazamientos cuando ni Álava ni Bizkaia lo hacen...
-Queremos que primero se usen los ICO y Elkargi, y si pones a cero ese interés…
-Ya, pero otros lo tienen a cero.
-Nosotros nos hemos centrado en dar liquidez y en las devoluciones de IVA, porque entendíamos que era lo que había que hacer. Los recursos son limitados.
-¿Cuál ha sido la medida fiscal que más aceptación ha tenido?
-Al principio, el aplazamiento de pagos; se mezclaba la imposibilidad de hacerlo físicamente por el confinamiento y la necesidad financiera. También la devolución de IVA. Hemos hecho un esfuerzo tremendo, también en la campaña de renta, como si no pasara nada y no hubiera una crisis de liquidez. Que nuestra tesorería también sufre… Al de un día o dos, hemos devuelto.
-En abril decía usted que había empresas que querían pagar...
-Ha habido empresas, personas físicas y autónomos que han dicho 'No tengo problemas y entiendo que debo cumplir con Hacienda'. Y eso hay que ponerlo encima de la mesa y agradecerlo. Yo no he creado ningún empleo, pero hay quien abre la persiana todos los días. No hay bienestar social sin generación de riqueza.
-Le toca ser el Pepito Grillo del Gobierno. ¿Ha pedido al resto del gabinete que gaste menos?
-Tenemos que revisar las aportaciones al Gobierno Vasco previstas, lo mismo con los ayuntamientos. Y, antes de eso, obviamente, nosotros. Por eso anunciamos que reducíamos en 200 millones nuestro presupuesto blindando siempre la política social y la promoción económica.
-¿Y los proyectos estratégicos del territorio? ¿Se pararán?
-A corto plazo, 40 de esos 200 millones son inversiones que reperiodificamos. Teníamos que parar el barco para ver cómo cerrábamos el 2020 y luego retomar la marcha. Ahí contamos con dos vías de financiación: la deuda, que es la que reclamamos al Gobierno central y es fundamental, y los fondos europeos, en los que buscaremos financiación para, por ejemplo, Mubil o Naturklima. Los proyectos estratégicos siguen adelante todos; este año no veremos inversiones, pero en 2021 espero que sí. El tiempo nos dirá, pero espero que esas fuentes de financiación nos permitan seguir con los calendarios previstos sin renunciar a nada. No hay ningún proyecto que hayamos metido en el cajón. Son futuro para Gipuzkoa.
-Habrá que rellenar ese agujero en la recaudación. ¿Cabe una subida de impuestos para ello?
-Cuando habla de rellenar, entiendo que es de manera momentánea. Dicho eso, yo creo que no es el momento de subir impuestos. Primero, porque política fiscal y coyuntura momentánea no casan bien. La política fiscal tiene su efecto en uno o dos años. Segundo, en estos momentos hemos de centrarnos en lo importante. Ya hay bastantes incertidumbres como para que nosotros cambiemos las reglas de juego a mitad de partido. Debemos dar estabilidad y confianza. Verdaderamente, debemos apoyar a los que están en la pelea diaria.
-Sin embargo, Confebask sí propuso una subida coyuntural de impuestos para financiar las medidas contra el Covid…
-No he visto la propuesta de Confebask, más allá de lo que he leído en prensa. Mi opinión es que estamos en alerta, monitorizando todo y hay que centrarse en acompañar en la travesía del desierto que queda y en la que tenemos la suerte de contar con un tejido empresarial bien capitalizado y con una profunda cultura de la reinversión del beneficio.
-La AIReF acaba de proponer elevar el IVA reducido y reformular la fiscalidad de los planes de pensiones. ¿Qué le sugiere?
-Las cuentas públicas del Estado y las nuestras son muy distintas. Nosotros cumplimos con el déficit y la regla de gasto, y con una deuda irrisoria en comparación con el Estado.
Tensión
-Dice que la deuda es fundamental, pero Gipuzkoa no puede endeudarse. No le dejan. ¿Comparte usted el enfado del Gobierno Vasco con el central por no convocar la Comisión Mixta del Concierto, donde se ha de aprobar un nuevo límite de deuda y de déficit?
-Por supuesto. Absolutamente. Es inadmisible que se incumplan acuerdos cerrados y escritos. Habiendo demostrado que podemos gestionar nuestra deuda perfectamente bien y que estamos como estamos no por nosotros, es inadmisible que no nos permitan utilizar nuestra solvencia. No pedimos dinero. Ahora no escucho a nadie decir que nuestro modelo es un privilegio. Acaban de repartir lo que no está, y que no sé cómo lo devolverán, y nosotros no recibimos nada. Lo pactado es que se permitirá el déficit según la previsión de recorte de recaudación calculada por las diputaciones forales.
-¿Hablamos de un 20%?
- Correcto. Así está pactado entre el PNV y el PSOE.
-Pues Pedro Sánchez dice que él maneja otras cifras…
-Nosotros hemos documentado todas nuestras previsiones de caída de recaudación. Las enviadas por España a Bruselas han sido cuestionadas por la AIReF.
-¿Les están planteando un incremento inferior al que piden?
-La Comisiòn Mixta del Concierto se tenía que haber celebrado en el primer semestre, y hoy no tenemos fecha. En septiembre, igual que el Estado, nosotros tenemos que empezar con el proyecto de presupuestos, y eso necesita visibilidad de recursos. No dejarnos lo que pedimos es penalizarnos. Nosotros cuando damos la palabra entendemos que nuestra obligación es cumplirla.
-¿Y si no les dejan?
-Nos enfrentaríamos a un escenario difícil en lo presupuestario y mucho más difícil en lo político. Obviamente, este camino no es la mejor manera de fijar colaboraciones de futuro. España tiene que cerrar sus números con Europa, pero nosotros no podemos esperar. En septiembre tenemos que empezar a preparar nuestros presupuestos.
-¿Esto enturbia la relación en el seno del Gobierno guipuzcoano, formado por PNV y PSE?
-Creo y espero que en esto compartan la necesidad de llegar a un acuerdo. La comisión mixta es el lugar.
-Hablando de Europa. A usted, como administrador de fondos ajenos, ¿qué le parece el hecho de imponer condiciones para prestar dinero a España?
-El acuerdo para mutualizar deuda por primera vez es un paso importante para Europa. Sí ha sido curioso que el eje franco alemán ha entendido la importancia de mantener la cohesión. Y sobre la condicionalidad, hay países que no entienden el incumplimiento continuo como ha pasado en España. Para ser contracíclico en épocas de crisis hay que serlo en las de bonanza. Cuando hay, guarda un poquito para cuando no hay. Esa es una credibilidad que hay que ganar por la vía de los hechos.
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