Imaz reclama cambios legales para impulsar el avance del hidrógeno
Asegura que los altos costes de la electricidad pueden paralizar una tecnología eficiente en la descarbonización
manu álvarez
Martes, 20 de octubre 2020, 07:42
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, cree que es necesario un cambio legislativo en la regulación del sector eléctrico para propiciar el ... despegue de la tecnología del hidrógeno en la transición energética. Imaz recordó que su grupo ha hecho una apuesta importante en el desarrollo de esa tecnología, que conduce a la producción de combustibles sintéticos mediante la captura del mismo CO2 que luego desprenderán en su combustión. Petronor, filial del grupo Repsol, ha anunciado la inversión de 86 millones de euros en una planta piloto y experimental, que se ubicará en el Puerto de Bilbao. El consejero delegado de Petronor ha trasladado hoy su visión sobre el proceso de transición energética en una conferencia que ha pronunciado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, organizado por la Deusto Business School y la firma Deloitte.
Josu Jon Imaz ha reclamado para el hidrógeno un tratamiento similar al que se aplica a las recargas eléctricas de vehículos o al GLP –el gas que se suministra como combustible de automoción-, que han visto considerablemente reducida su carga fiscal. Así, recordó que en la producción de hidrógeno –materia prima necesaria para conseguir combustibles sintéticos neutros en emisiones de CO2- la electricidad es el principal factor de coste. Casi un 70% de los costes en la producción de hidrógeno están vinculados al consumo eléctrico, un 20% a la inversión necesaria en instalaciones y un 5% a los gastos operativos. «Es necesario que la legislación reduzca el peso de los peajes en este consumo eléctrico, para poder desarrollar una alternativa con las capacidades tecnológicas e industriales que ya tenemos».
En tono crítico se refirió a las políticas que tratan de favorecer la reducción puntual de emisiones de CO2 –la que se mide únicamente en lugar de emisión-, frente al balance global que tiene en cuenta toda la cadena de producción. Y ello, indicó, porque la fabricación de baterías para los automóviles eléctricos puede reducir las emisiones en «el País Vasco, pero las incrementa en otra zona del mundo. Y el efecto de la molécula de CO2 es el mismo se emita aquí o en Sanghai». Además, advirtió, esa estrategia puede suponer «el desplazamiento de actividad industrial y empleo fuera de nuestro país». En la misma línea abogó por establecer un arancel en las fronteras de la Unión Europea, vinculado precisamente al CO2 y aplicado a los productos fabricados en países con una política muy laxa en la penalización de este tipo de emisiones. «De esa forma –dijo a modo de ejemplo- todos competiríamos en igualdad de condiciones y así el acero importante de India estaría gravado en su importación para compensar el esfuerzo económico que tiene que hacer Sidenor por sus emisiones de carbono».
También reiteró su tradicional apuesta por un modelo industrial, que, dijo, garantiza «salarios más altos, mayor estabilidad en el empleo e innovación» y reclamó que la política de transición energética tenga en cuenta esta cuestión. Así, criticó que se haya definido en España un modelo de transición al vehículo eléctrico sin tener en cuenta la trascendencia que tiene la industria del automóvil en la economía del país.
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