Gipuzkoa controla a 277 personas que declaran criptomonedas pero se estima una cifra mayor

Expertos consultados por este periódico sostienen, no obstante, que la cifra debería ser mucho mayor al no computarse aquellos contribuyentes que no obtuvieron pérdidas ni ganancias, y que tienen estas criptomonedas como una inversión a largo plazo.

Desde el departamento de Hacienda de la Diputación de Gipuzkoa, su directora, Irune Yarza, valora de forma «positiva» el hecho de poder tener la información desglosada de las operaciones de criptomonedas por primera vez en esta campaña de la renta, «ya que nos permite hacer un seguimiento exhaustivo de este tipo de inversiones». «Hasta ahora la información se recibía junto a otras inversiones realizadas, si bien el saldo de este dinero digital se tenía que informar en el modelo 720», señala.

En anteriores campañas, los inversores en criptomonedas ya tenían que declarar sus ganancias o pérdidas con divisas digitales, aunque se incluían en la clave 'otro tipo de activos'. Ahora, este término ha mudado de piel a 'monedas virtuales'. Por lo tanto, lo novedoso este año no era tener que declarar las ganancias y pérdidas derivadas de las compras y ventas de dichas criptomonedas, sino que ya existía un apartado específico para hacerlo y estrechar el control. En concreto, en el apartado 'Ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisiones o permutas de monedas virtuales por particulares'.

Esta nueva casilla solo permite poner 25 ganancias y pérdidas patrimoniales. Y normalmente una persona que está haciendo 'trading' o simplemente ventas y compras continuas va a tener más de 25 movimientos, por lo que si superaba este número debía hacer un agregado de todos los movimientos. Donde había que detallar la fecha de adquisición se introducía la de la primera compra, mientras que en la casilla de transmisión iba la de la última venta.

El valor de transmisión es la suma de todos ellos, y con el de adquisición ocurre igual. Así nos queda el cómputo total, que arroja un saldo positivo de 4.500.890 euros después de 845 operaciones, en las que 339 arrojaron ganancias por valor de 8.009.529 euros mientras que 506 ofrecieron números en rojo (3.508.639 euros).

La cifra de contribuyentes con 'criptos', que solo representa el 0,06% del total de declaraciones, es tan nímia debido principalmente a que la mayoría de estas inversiones son a largo plazo y de momento no han obtenido ni pérdidas ni ganancias, por lo que estas personas no estaban obligadas a declarar sus criptodivisas. Además, el desconocimiento de tener que declarar por estos activos en la campaña de la renta por parte de muchos inversores jóvenes y la opacidad de estos mercados impiden a la Hacienda de Gipuzkoa tener un censo más preciso sobre cuántos contribuyentes del territorio tienen criptomonedas, sostienen fuentes especializadas consultadas por este periódico.

Es el caso de Óscar Lage, responsable de ciberseguridad y blockchain de Tecnalia y vicepresidente de la asociación Blockchain Euskadi, que confirma esta tesis y asegura que la cifra de contribuyentes guipuzcoanos con criptodivisas es mucho mayor, puesto que la gran mayoría de estos inversores 'juega' a la largo plazo. «Estos contribuyentes ni compran ni venden en un corto plazo. Son inversiones que se extienden en el tiempo. Por lo tanto, ni han tenido ganancias ni tampoco perdidas, por lo que no tenían obligación de declarar sus monedas digitales en la campaña de la renta. Para tener un cifra más certera y redonda habría que viajar cinco o diez años atrás para así comprobar quienes han tenido pérdidas y ganancias en un largo plazo».

El profesor de la UPV-EHU y responsable del máster 'Bitcoin y Tecnología Blockchain', Mikel Peñagarikano, coincide con Lagé y sostiene que los inversores más jóvenes de criptomoneda –que poseen una cartera de entre 500 y 2.000 euros– desconocen que tienen que declarar este tipo de activos. Además, la opacidad de estos mercados impide a muchos de estos contribuyentes que poseen monedas virtuales declarar sus operaciones por la escasa o nula trazabilidad de las operaciones. «Quienes tienen criptomonedas en plataformas de intercambio digital donde se pueden comprar, vender e intercambiar criptos, más conocidas como 'exchanges', apenas tienen información sobre esos activos. Muchos no saben de dónde las han sacado y juegan con ellas de un lado para otro sin tener justificantes que las identifiquen».

Conviene remarcar que la inversión en criptomonedas tributa en la declaración de la renta como cualquier otra inversión en productos de ahorro. En caso de ganancia, las monedas digitales tributan al tipo del 19-21-23-26% en 2022 (19-21-23-27-28% a partir de 2023). Tal y como ocurre con las acciones en bolsa, los inversores en criptomonedas sólo tendrán que tributar cuando cierren su posición. Es decir, si alguien compró un Bitcoin a 10.000 euros y lo vendió a 40.000, su ganancia patrimonial será de 30.000 euros; no importa que la criptomoneda alcanzara una cotización de 50.000 euros si el inversor no vendió en ese momento.

Además de invertir en criptomonedas, existe la posibilidad de que alguien se dedique a minarlas. Se trata de un proceso en el que uno o varios ordenadores resuelven problemas matemáticos complejos para generar nuevas unidades de criptomoneda. A ojos de Hacienda, el minado se considera una actividad económica y, como tal, deben incluirse en la declaración de la renta. Los mineros de 'criptos' deben darse de alta como autónomos. Al igual que los empresarios, podrán restar los gastos requeridos para llevar a cabo su actividad, como la adquisición de equipos de minado o la electricidad.

Si ponemos el foco en las turbulencias que sufrieron las criptomonedas en 2022, en apenas un año, el precio del Bitcoin cayó un 77%, pasando de los 69.000 dólares a apenas superar los 16.500 dólares. No obstante, desde enero de este año el valor de la principal moneda virtual no ha dejado de crecer y ahora tiene un precio de 28.800 euros, lo que se traduce en un crecimiento de esta divisa digital del 85,8%.