Gipuzkoa recauda un 15% menos por el impuesto de matriculación por la caída de las ventas

El impuesto de matriculación es una de las tasas que elevan el precio de venta de un vehículo en función de las emisiones contaminantes (CO2) del mismo. Desde 2018 hubiera tenido que aplicarse una nueva metodología para medir las emisiones de los vehículos de nueva fabricación, pero el Gobierno optó por una entrada en vigor gradual, y concedió una moratoria hasta el 1 de enero de 2021. No obstante, una enmienda presentada el año pasado por el PDeCAT a la ley contra el fraude, que contenía la subida fiscal del impuesto de matriculación, volvió a congelar el tributo a partir del pasado julio.

En total, las arcas forales han ingresado 1.429.000 euros hasta marzo (a la espera de conocer la cifra de abril), 267.000 euros menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente, cuando el citado tributo tan solo estuvo vigente hasta el mes de junio. La razón principal que explica esta tendencia tiene una fácil explicación: el desplome de las matriculaciones lastrado por la crisis de los semiconductores. Los datos de ventas de vehículos en el territorio evidencian esta crisis en el sector. La Hacienda guipuzcoana ha recaudado hasta el tercer mes del año 1,43 millones –con 1.543 vehículos matriculados–, lo que supone una media de 926 euros por coche. En 2021, el ente foral ingresó 1,69 millones y se registraron 1.802 ventas de coches (941 euros por coche). Durante los tres primeros meses de 2020, el fisco foral recaudó 1,48 millones, con 2.502 matriculaciones, y una media por turismo de 591 euros, una cifra muy inferior a la de los dos últimos años y que evidencia el encarecimiento de los vehículos nuevos con el nuevo impuesto de matriculación. Hay que remontarse hasta 2019 para encontrar el mejor dato de recaudación de un primer trimestre, con 1,82 millones de euros. Fue, precisamente, en el año precovid cuando los concesionarios del territorio registraron su mejor cifra de ventas de los últimos 14 años, con 3.336 turismos matriculados.

Javier Bagues, presidente del área de ventas de la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA) y a su vez gerente del Grupo Gorla, sostiene que «no cabe ninguna duda de que el descenso en la recaudación se debe al desplome de las matriculaciones, pese a que los coches se han encarecido en torno a un 5%».

Hacienda –el tratamiento es idéntico en territorio foral o en el común– fija cuatro tramos para el citado tributo: los coches que emiten hasta 120 gramos de CO2 están exentos. Entre 120 y 160 gramos, se paga un 4,75%; entre 160 y 200 gramos el gravamen es del 9,75% y, si emiten más de 200 gramos, deben pagar el 14,75%. El WLTP (Worldwide Harmonised Light Vehicle Test Procedure) homologa emisiones más elevadas que la norma anterior para los mismos coches, lo que les hace saltar de tramo impositivo y por tanto los encarece.

Así, el 31 de diciembre, el mismo vehículo pasó de estar exento del impuesto de matriculación a pagar un 4,75%. Esto se explica porque se produce un salto al considerar que nominalmente ese coche pasa a emitir un 20% más por el nuevo baremo, aunque en la realidad emite lo mismo. Las patronales advirtieron de que ese cambio afectaba al 50% del mercado y provocaba una subida de al menos el 5% en el precio a esos coches.

Los datos de la Agencia Tributaria reflejan que el importe medio a pagar por cada vehículo comercializado y gravado con el impuesto de matriculación ha sido mayor. Así, ese importe medio liquidado se situó el año pasado en los 521 euros, frente a los 386 euros que, de media, se pagaron por este impuesto en 2020.

Hasta el año pasado, los vehículos que estaban exentos del pago del impuesto de matriculación y que son los que menos contaminan (los que emiten menos de 120 gramos de CO2) representaban un 61% del total. Desde enero, y con la reentrada en vigor del impuesto, ese porcentaje se ha reducido prácticamente a la mitad, y ya solo se encuentran liberados del pago de este tributo un 35% de modelos, aproximadamente.

Los compradores de los vehículos que emiten entre 120 y 160 gramos de CO2 –el primer tramo que paga el impuesto– han aumentado rápidamente como consecuencia del cambio del protocolo de contaminación, y ya representan un 54% del total –frente al 27% del año pasado–. Han pagado alrededor de 800 euros de media.

Los más contaminantes también han sufrido cambios. Ahora suponen un 5,5% del total, con un importe medio del impuesto de 2.500 euros (para el tercer tramo) y 4.100 euros (para el último epígrafe). Hasta el año pasado representaban un 10% de todas las matriculaciones, aunque el importe máximo del tributo fue de 5.000 euros.

El sector prevé que dejarán de vender por este motivo entre 70.000 y 100.000 coches nuevos en este 2022, un dato que no ayuda en un momento en el que las ventas están pasando uno de sus peores momentos.