Después de los últimos acontecimientos, nuestra economía se encuentra inmersa en un entorno de incertidumbre. Parece que hemos dejado atrás la pandemia, pero sus efectos secundarios, junto a la invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin, están generando disrupciones muy relevantes en las estructuras productivas y en las finanzas de Europa y de todo el mundo.
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A pesar de ello, en Banco Sabadell somos moderadamente optimistas. Los países han puesto encima de la mesa una batería de políticas para paliar el impacto económico de la guerra y de la inflación, y nuestra previsión es que el PIB español siga creciendo a buen ritmo. Además, hay cifras que invitan al optimismo, como la recuperación del nivel de facturación en sectores afectados por la pandemia, o la ocupación, que se encuentra ya por encima de niveles pre-Covid.
El sector bancario es clave para la canalización y movilización de recursos hacia las iniciativas transformacionales que nos llevarán a la recuperación y estabilización de la economía, y que en última instancia serán cruciales para el futuro de nuestra sociedad y del planeta. Esta es la razón por la que los bancos nos convertimos, durante la pandemia, en un referente en el traslado de los préstamos ICO, de los préstamos Elkargi y de las ayudas directas del estado al mundo empresarial, medidas que fueron muy importantes para proteger las costuras de nuestro tejido económico.
En este escenario, el compromiso de Banco Sabadell sigue firme para acompañar a la industria vasca en el camino tortuoso que tenemos por delante, y sigue firme, también, para ayudar a las empresas de nuestro país en sus nuevos proyectos, en sus procesos de internacionalización y también en la transición hacia los modelos sostenibles que serán imprescindibles en un futuro próximo. Nosotros lo tenemos claro: la relación con los clientes no se agota con proveer de soluciones y facilidades financieras, es también necesario acompañarles a largo plazo, en los grandes retos.
Uno de los focos principales de nuestra acción son los fondos Next Generation. Este instrumento de la Unión Europea ya está sirviendo para apoyar los esfuerzos de los estados miembros por recuperarse de los efectos de la pandemia, reparar los daños en el tejido empresarial y salir reforzados de la crisis, pero también para trabajar en la fortaleza del mercado único y acelerar la doble transición ecológica y digital.
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Y otro foco -no menos importante- es la financiación verde, ámbito en el que Banco Sabadell se ha posicionado ya como una de las entidades líderes del mercado. Lo hemos conseguido gracias a un catálogo de soluciones de finanzas sostenibles que ya ha movilizado más de 65.000 millones de euros en todo el estado, y también gracias al asesoramiento que prestamos a nuestros clientes en cuanto a la manera de recorrer el camino hacia modelos más responsables. De hecho, nuestro Plan de Finanzas Sostenibles está empapando todo el modelo de negocio de la organización y quiere ahondar más, si cabe, en este compromiso con la lucha contra el cambio climático y con la construcción de un modelo social más equilibrado e igualitario.
En resumen, desde Banco Sabadell seguiremos trabajando para el progreso económico y para que las empresas vascas puedan hacer realidad sus proyectos en este entorno volátil y cambiante. Y lo haremos con el mismo rigor, profesionalidad y eficacia que hemos demostrado a lo largo de los más de 140 años de historia de nuestra entidad.
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