Euskadi pone el foco en la construcción ante «el alto riesgo» de consumo de alcohol y drogas
Osalan advierte de que en el País Vasco no existen planes específicos pese a ser uno de los ámbitos con mayor íncidencia de adicciones, por lo que reclama más formación
El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan) pone el foco en el sector de la construcción, al que urge a aplicar un ... Plan de Prevención de Adicciones en las empresas del País Vasco. Y es que, alerta el organismo dependiente del Gobierno Vasco, varios estudios señalan a ese ámbito de actividad como el de «mayor índice de riesgo de consumo de tabaco y alcohol, el segundo en consumo de cocaína y el tercero en el de cannabis».
El llamamiento lo hizo mediante un informe –el primero de este tipo– titulado 'Campaña sobre adicciones en el sector de la construcción', que subraya también la conveniencia de ofertar una formación específica a los responsables de prevención y a toda la plantilla «para poder gestionar de forma adecuada este problema en las organizaciones».
Las cifras
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70 fueron las empresas visitadas por cuatro técnicos de Osalan para la elaboración del estudio sobre prevención laboral en materia de adicciones en el sector de la construcción presentado ayer. De ellas, 16 en Gipuzkoa, 13 en Álava y 41 en Bizkaia.
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4,29% es el exiguo porcentaje de empresas consultadas por Osalan que refirieron disponer deun plan de prevención de adicciones en la empresa. Plan, además, que no había sido consensuado ni pactado con representantes del personal trabajador.
La recomendación de Osalan llega después de la realización por parte de sus técnicos de una encuesta a 70 empresas de la construcción de la comunidad autónoma vasca y de distinto tamaño cuya conclusión principal es palmaria: el sector no tiene apenas en cuenta el capítulo de las adicciones a la hora de diseñar sus planes de prevención laboral. De hecho, de todas las empresas consultadas sólo una proporcionaba información específica sobre el asunto, aunque ofreciéndola únicamente a un miembro de la dirección de la compañía y a un representante de los trabajadores.
Riesgo de accidentes
Como preludio de las conclusiones de la encuesta, el organismo dirigido por Lourdes Iscar recuerda que «varios estudios en población laboral evidencian que las y los trabajadores consumidores de drogas sufren consecuencias negativas derivadas de su consumo». Osalan resalta que las condiciones de trabajo en la construcción pueden ser «factor de riesgo de consumos» debido a las exigencias especificas a desarrollar: tareas peligrosas, trabajo a la intemperie, a temperaturas extremas o que exijan rendimientos muy altos. El organismo recuerda que «quienes beben alcohol tienen más accidentes en el trabajo que otras personas; el uso de cannabis o de cocaína afecta negativamente a la capacidad de realizar tareas que requieren atención y concentración y, por tanto, aumenta el riesgo de accidentes y, por descontado, también de absentismo laboral».
El sector «es el de mayor riesgo de consumo de tabaco y alcohol, el segundo en cocaína y el tercero en cannabis»
Por tanto, concluye, es importante que las organizaciones desarrollen un plan de prevención de las adicciones en el que se contemplen sus posibles efectos negativos, bien sean originadas por factores externos a la empresa, bien como consecuencia de factores laborales o de ambos.
Osalan apoya su mensaje en los de la Organización Mundial de la Salud, y explica que entre el 23% y el 31% de los trabajadores consumidores de drogas han sufrido consecuencias negativas derivadas de sus consumos, y que el 13-15% de las mismas fueron de carácter laboral. En España, apunta, se calcula que entre el 5% y el 25% de la siniestralidad laboral se debe a problemas relacionados con el alcohol, cuyos consumidores «tienen tres veces más accidentes en el trabajo que otras personas trabajadoras, perdiendo muchos más días laborables por enfermedad».
Otros sectores
Las prevalencias de consumo diario de alcohol más altas, aclara el organismo del Gobierno Vasco, se encuentran también en la agricultura, la pesca, la ganadería y la extracción.Al referirse a la cocaína, la droga ilegal más consumida después del cannabis y que el 10% de la población de 15 a 64 años reconoce haberla consumido alguna vez, el informe afirma que «la construcción y las actividades artísticas, recreativas y deportivas son los sectores en los que se concentra un mayor porcentaje de personas consumidoras».
Entre los factores facilitadores de las adicciones en la construcción, insiste el informe, se pueden destacar los psicosociales, entre los que destacan el tiempo de trabajo (jornadas prolongadas, periodos con poca carga de trabajo, ausencias prolongadas del hogar), el contenido del trabajo (tareas desagradables, trabajo poco valorado) y el escaso desarrollo profesional.
El organismo recuerda que entre el 13% y el 15% de los consumidores han sufrido consecuencias negativas en su empleo
Junto a la invitación a desarrollar un plan específico de prevención laboral en materia de adicciones en el sector y tras recordar que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte de que «los empleadores deberían garantizar buenas condiciones de seguridad y de salud en el lugar de trabajo y adoptar medidas apropiadas, incluida una política global en materia de alcohol y drogas en el lugar de trabajo, para prevenir los accidentes y proteger la salud de los trabajadores», Osalan expone algunas posibles líneas de actuación.
Entre ellas, por ejemplo, realizar acciones de asesoramiento, formación a información acerca de los riesgos vinculados a las adicciones y campañas de divulgación del material ya desarrollado.
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