«Mi primera misión como gerente fue traer esta empresa al siglo XXI»
Pablo Amunarriz, gerente de Orloga, explica que «la idea de que 'el pez grande se come al chico' ya no vale. Ahora, 'el pez rápido se come al lento', sin importar su tamaño»
«Esta empresa nació de las manos de mi padre y alrededor de toda la industria papelera que había en Euskadi en los años 60 ... y 70 «. El actual gerente de Orloga, Pablo Amunarriz, confiesa que «muchas de esas fábricas han ido cerrando», por lo que «hemos tenido que salir fuera para mantener viva nuestra actividad». Esto ha llevado a la compañía donostiarra a trabajar en países de Latinoamérica y Europa. «Nos hemos adaptado a los distintos mercados, porque cada lugar tiene su normativa y peculiaridades», argumenta.
La empresa
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1981, año de fundación. La empresa donostiarra cuenta con una plantilla formada por ocho personas.
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Acitividad: ingeniería: Diseño de instalaciones auxiliares para la industria del papel.
- ¿Qué peculiaridades tiene un nicho tan concreto como el de la industria del papel?
- Nos movemos en un sector que requiere trabajos muy especializados. A su vez, nosotros tenemos la capacidad de ofrecer proyectos llave en mano, algo que no pueden asumir muchas otras empresas. Estas dos cualidades hacen que tengamos muy poca competencia. Esto nos permite tener relaciones muy estrechas con los clientes y proveedores. En este mundillo nos conocemos todos, y hay mucha fidelidad. Cuando surgen proyectos nuevos, vuelven a contar con nosotros.
- ¿Qué valores persigue Orloga?
- Nuestra intención como empresa es dejar un mundo mejor al que nos hemos encontrado. Tenemos que contribuir a dejar un mundo sostenible. Nuestras instalaciones permiten ahorrar energía y nuestros proyectos de I+D buscan desarrollar productos nuevos que sustituyan a aplicaciones muy contaminantes. Queremos potenciar el uso del papel, un material 100% reciclable, en detrimento del plástico.
- ¿Ha ido creciendo su actividad en I+D?
- Sí. Desde mi entrada en la gerencia de esta empresa nos hemos mostrado abiertos al cambio y a escuchar a todo el mundo. La primera acción fue asociarnos al Clúster del Papel de Euskadi, algo que en 2012 nos facilitó entrar en nuestro primer proyecto de I+D. A partir de éste, nos han ido surgiendo nuevas colaboraciones para poder seguir innovando. Nos hemos introducido en la dinámica y mi esperanza es que en un futuro nos identifiquen como una empresa puntera en I+D.
- ¿Qué cualidad destacaría de su empresa?
- Nos distinguimos por ser muy flexibles. Es una gran ventaja. Antes se creía que 'el pez grande se come al chico'. Pero esta idea ha cambiado. Ahora, 'el pez rápido se come al lento, independientemente de su envergadura'. Las empresas grandes no pueden ofrecer nuestra flexibilidad; de hecho, compañías de gran envergadura nos subcontratan por este motivo. Porque somos rápidos a la hora de desarrollar proyectos, y también a la hora de resolver problemas. Esto supone una gran diferenciación.
- ¿Cómo han llegado a alcanzar esta flexibilidad?
- Gracias a todas las personas que integran Orloga. Formamos una empresa transversal, donde cada miembro es importante. No quiero una compañía jerárquica, cada uno tiene que ser autosuficiente, algo que se consigue con el tiempo.
- ¿De qué manera se consigue crear un buen equipo?
- A la hora de fichar a un trabajador me fijo en que sea buena persona. Para mí esta cualidad es más relevante que su perfil académico o profesional. Luego, aquí ya le iremos ensañando todo lo que necesite.
- ¿Cuál es el reto que tiene Orloga por delante?
- Mantener esta flexibilidad, ya que sin ello perderíamos nuestro elemento diferenciador y tendríamos más competencia. Por esto no quiero que nos convirtamos en una empresa grande. Mi límite está en un equipo de 15 personas.
- Pero, ¿no querer crecer también les supondrá desventajas?
- Cuando eres una empresa pequeña resulta más complicado que te conozcan fuera de tu mercado. No obstante, como nosotros trabajamos en un sector pequeño, no nos influye tanto este aspecto.
- Forman una empresa pequeña que trabaja con clientes muy lejanos, ¿cómo consiguen llegar a ellos?
- Viajamos mucho y una vez conseguidos los proyectos creamos equipos mixtos con el cliente. Tenemos reuniones y conferencia. Actualmente, disponemos de muchas herramientas que facilitan la comunicación y que salvan las distancias. Por ejemplo, una vez que nosotros desarrollamos los proyectos, los subimos a Youtube. El cliente puede ver el vídeo tanto como quiera de una forma sencilla y luego comentar las ideas con nosotros vía Skype.
- Orloga es una empresa familiar, ¿cuándo tuvo claro que quería trabajar en ella?
- Después de estudiar Ingeniería Técnica en San Sebastián, me fui a Inglaterra a realizar una especialización. Siempre me ha llamado el mundo del voluntariado. Me hubiera gustado irme unos años a algún país de ayuda humanitaria. Pero antes de hacerlo le pregunté a mi padre 'cuánto tiempo creía él que me llevaría ser rentable para esta empresa'. Sin pestañear me contestó que '10 años'. Esta respuesta me hizo cambiar mis planes, porque en Orloga no me podían esperar a que volviera y yo tenía claro que en un futuro quería vivir en San Sebastián. Por eso, empecé en Orloga en el año 2000, y durante mis vacaciones aprovechaba para ayudar en algún proyecto de una ONG.
- ¿Cuáles fueron sus primeras medidas como gerente?
- Mi primera misión se centró en convertir Orloga en una empresa del siglo XXI. La actividad que teníamos antes estaba muy bien para otra época. Había que renovarse y ajustarse al mercado.
- ¿Qué acciones emprendió?
- A nivel interno, introduje sistemas informáticos avanzados y cambié el perfil de los trabajadores. Ahora, son todos ingenieros informáticos, mientras que antes había delineantes. De cara al exterior, me centré en dos aspectos: buscar sinergias con otras empresas fuertes dentro del sector del papel y potenciar el I+D.
- ¿Cuál es la parte más complicada de su cargo?
- La responsabilidad de tener que sacar adelante un proyecto de empresa. Esto supone mucha presión, dado que eres responsable de las personas que trabajan aquí. Necesitas vender lo suficiente para que el negocio sea viable. También resulta difícil el trato con las personas. Cada uno es diferente y hay que entenderle y tratar de satisfacer las demandas, algo que no es sencillo.
- ¿Qué le ha llamado la atención como gerente?
- Me gusta el mundo de la psicología y entender cómo reaccionan y se relacionan las personas. Me ha impresionado que las relaciones en Latinoamérica, por lo general, son más cercanas que aquí.
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