Las empresas guipuzcoanas capean la guerra y la huelga de transportes sin tirar de ERTE
La cifra de trabajadores afectados por una reducción o suspensión temporal de empleo se mantiene estable en marzo
El impacto de la guerra de Ucrania en la economía vasca, al igual que en el resto del mundo, es innegable, tal y como ... está quedando en evidencia con las revisiones que están realizando todos los organismos de las previsiones del PIB para este año y el siguiente. Un impacto que se ha dejado sentir de lleno en el mes de marzo, con problemas de suministro, el encarecimiento desorbitado de la energía y el cierre del mercado ruso y ucraniano. Toda una bomba de racimo a la que se ha sumado la huelga del transporte, que ha supuesto un nuevo hándicap para la mayoría de las empresas.
En ese contexto y con algunas factorías teniendo que parar por una u otra razón, la incógnita estaba en cómo iba a resistir el empleo. Los datos dados a conocer este lunes despejaban la primera duda. Gipuzkoa ha ganado en marzo 1.657 afiliados a la Seguridad Social. Es decir, lejos de destruirse empleo, se ha creado en un contexto de máxima tensión.
Y las empresas además lo han hecho sin tener que recurrir a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), cuyos afectados se han mantenido estables –cabe recordar que computan como afiliados–. Y ha sido así porque las compañías han capeado el temporal –sobre todo la huelga del transporte– con otras medidas de flexibilidad interna, como son las bolsas de horas.
En concreto, marzo se cerró con 904 trabajadores guipuzcoanos afectados por ERTE. Tan solo siete más que en febrero, un mes en el que ya se registró un descenso de 239 afectados respecto a enero.
El dato
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904 trabajadores estaban afectados por un ERTE en Gipuzkoa a cierre de marzo, tan solo siete más que en febrero. La mayoría son mujeres –516 frente a 388–. Asimismo, 518 tenían una reducción parcial de la jornada y 386 una total. En Euskadi había 4.054 afectados.
Las mujeres siguen siendo en estos momentos las más afectadas por su mayor peso en el sector servicios, que es el que todavía tira más de los ERTE. En marzo había 516 mujeres afectadas frente a 388 hombres. También la mayoría de las personas inmersas en un expediente temporal de empleo tienen una afección parcial de su jornada: 518 frente a los 386 que la tenían suspendida.
En Euskadi la evolución es prácticamente la misma, ya que marzo se cerró con 4.054 afectados, 88 más que un mes antes.
Cabe recordar que en lo peor de la pandemia, en el segundo trimestre de 2020, la cifra de trabajadores inmersos en un ERTE superó los 60.000 en Gipuzkoa y rondó los 200.000 en Euskadi, cifras nunca vistas hasta entonces.
Los ERTE permitieron sostener el empleo gracias a su nueva configuración que permitió a las empresas ahorrarse parte de la cotización y a los trabajadores que no computara el tiempo de paro. Ha sido tal el acierto, que el Gobierno central ha regulado esta figura para que permanezca más allá de la pandemia con dos tipos de ERTE, los cíclicos y los sectoriales, además de los Etop –por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción–. Sin embargo, en los últimos días de la huelga del transporte, el Gobierno Vasco, ante la posible avalancha de ERTE, indicó que las empresas podían acogerse a uno por fuerza mayor. Todo apunta a que no ha sido necesario.
Con todo, la multinacional ArcelorMittal pretende iniciar hoy la tramitación de un ERTE para las empresas del grupo en España –también las de Olaberria y Bergara, con 500 empleados– por los altos costes de la energía. Un ERTE que una vez aprobado lo activará cuando lo considere necesario en cada planta.
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