Eduardo Jauregui: «Hay que educar a las nuevas generaciones para que emprender se vea como algo interesante»

–¿Falta vocación empresarial en Gipuzkoa?

–Sí, se están destruyendo más empresas de las que se están creando. Pero en el Foro de Emprendedores de Gipuzkoa tenemos ahora mismo a 140 empresas que están creando nuevos negocios.

–¿Cómo ha afectado la pandemia?

–Yo creo que sí ha afectado. El último informe GEM indicaba que sobre todo por el miedo al fracaso, que está muy intrínseco a nuestra cultura. En la cultura anglosajona eso se percibe, en cambio, como un activo, alguien que ha pasado por esa experiencia previa y ha aprendido varias lecciones para no volver a cometer esos errores. Aquí se estigmatiza cuando alguien no ha tenido éxito. Y eso echa para atrás.

–¿Y qué se puede hacer?

–Es un tema muy cultural, educacional. En los propios colegios, en las formaciones profesionales, debemos educar a las nuevas generaciones para que vean que el emprendimiento es una salida muy interesante. Porque estamos creando las empresas que van a traccionar de la economía.

–(...)

–Foros como los que promovemos desde Adegi redundan en esa idea. Animar a la gente a que lo siga intentando. Creamos una comunidad de aprendizaje. Tratamos con empresas con mayor trayectoria para que puedan compartir lecciones aprendidas y errores que no debamos cometer. E insisto en la idea de no estigmatizar el fracaso. Incluso de ponerlo en valor. 'Sacamos pecho' de gente que no le ha funcionado el negocio, pero que luego ha sido capaz de hacer otra cosa. Y me gustaría subrayar otro tema.

–Dígame.

–Es importante que el emprendedor haya tenido un recorrido anterior. Para tener más experiencia.

–¿Qué otros obstáculos existen para emprender?

–En el País Vasco pienso que somos una comunidad privilegiada porque todas las administraciones tienen muy interiorizado que el emprendimiento es una de las bases del crecimiento y del progreso de una sociedad. Hay un apoyo muy decidido. Mira, me viene a la memoria de lo que nos pasó en plena pandemia.

–Cuente.

–Hicimos un trabajo con la administración de sensibilizar y hacer llegar el mensaje de que una empresa no se puede regir sobre las mismas bases financieras que otra consolidada. Es importante saber que esa empresa nueva está en otro estadio y tiene unas posibilidades de crecimiento muy importantes. Hay que regirla con otros parámetros. Se hicieron actividades para que empresas con mucho futuro no cayeran en plena pandemia.

–¿Hasta qué punto la financiación es una traba a la hora de empezar un negocio?

–Es una de las principales. Para empezar un negocio tienes que quemar caja para ir generando más valor. En Euskadi tenemos un ecosistema bastante rico, aunque es mejorable. Comparando con otros lugares, estamos muy bien posicionados. Hay que dar pasos en etapas cuando la empresa lleva cierta tracción y requiere un segundo paso para acometer otra inversión. Te diría una cosa más. No sólo de inversiones y de ayudas públicas vivimos las compañías. De hecho, lo que demandamos es negocio. Buscamos clientes. Hablamos de compra pública innovadora, de iniciativas como Bind 4.0...

–La tasa de actividad emprendedora es siempre inferior en Euskadi respecto sobre el conjunto del Estado. ¿A qué se puede deber?

–Es cierto que hay mucho que hacer y que estamos peor comparando con otras regiones del Estado, aunque no sobre el resto de Europa. En Gipuzkoa tenemos números muy bonitos. En los últimos tres años el crecimiento en nuestro territorio ha sido importante. No debemos fustigarnos, aunque siempre hay cosas que mejorar.

–¿El empleo público es una competencia para emprender?

–Un reciente informa cifraba en un 65% el porcentaje de la población española que quería ser funcionaria. Creo que eso en sí no es malo, siempre y cuando el empleo público sea un generador de riqueza y de nuevas formas de hacer. Nos consta que está habiendo un cambio de mentalidad desde el funcionariado tratando de implantar cambios en la gestión. Te hablo del proyecto Fabrika de Adegi. Y desde el ámbito público están demandando introducirse en estos procesos.

–¿Cómo ve a la juventud vasca?

–Creo que está motivada y es ambiciosa. Y está preparada. Lo que creo es que un joven busca identificarse con proyectos. Busca una motivación, un sentido en su puesto de trabajo. Además de presidir el Foro de Emprendedores de Adegi, soy el fundador y CEO de Irisbond. Tenemos un proyecto muy tecnológico con el que permitimos que personas con discapacidades puedan hablar y reengancharse a la vida. Nuestra experiencia es que persiguen eso, tecnología y el propósito del proyecto.

–¿Qué se puede hacer para prestigiar la figura del empresario?

–Hay trabajo por delante. Ni estoy de acuerdo con el empresario explotador ni con la visión sindical más agresiva. Todos debemos convivir para hacer crecer el negocio. Adegi tiene un eslogan de 'mejor empresa, mejor sociedad'.

–¿Qué le puede pasar a una sociedad sin emprendedores?

–Debemos prepararnos para los retos del futuro. El mundo está cambiando y podemos dejar que nos arrastre o empoderarnos y tratar de cambiarlo. Creo que el empresario y las empresas tienen un papel fundamental. La educación es fundamental.

–Una de las conclusiones del último informe GEM es que por primera vez en Euskadi hay más mujeres que hombres que emprenden en Euskadi.

–Es una buena noticia. La sociedad va evolucionando y hay esperanza para continuar por este camino.