«Voy delegando tareas en mis hijos para un cambio generacional natural»
Joxean y Kristina Carton, directores de Obea Chair ·
Los directores de Obea Chair indican que «nos esforzamos por formar a nuestros trabajadores, gracias a eso tenemos un equipo fiel»«Esta empresa comenzó como una firma dedicada a la fabricación de sillas de ruedas, pero a mediados de los años 90 decidimos introducir más ... productos de ortopedia en nuestro catálogo». Joxean Carton, actual gerente de Obea Chair e hijo del fundador de la misma, también explica que «el mercado nos ha llevado a centrarnos únicamente en la distribución. Por precio, ya no merece la pena fabricar». Actualmente, la tercera generación de la familia ya está inmersa en la compañía de Andoain. Su hija Kristina es «una gran ayuda» y ya delega en ella muchas de sus tareas.
- Han pasado de fabricar a distribuir. ¿Cómo seleccionan los productos a vender?
- Joxean Carton: Hemos estado alrededor de 50 años fabricando sillas de rueda y durante este tiempo hemos adquirido mucha experiencia. Conocemos los artículos que tienen calidad. Antes de centrarnos exclusivamente en la distribución, visitamos a diversos fabricantes y contrastamos muchos productos para seleccionar los más adecuados. Además, a nuestros proveedores les pedimos seriedad e interés en que vayan evolucionando y mejorando sus productos.
La empresa
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Año de fundación: 1967, La empresa de Andoain tiene en plantilla 10 trabajadores.
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Actividad: ortopedia. Distribución a mayoristas de sillas de ruedas, bastones, material antiescaras, grúas de traslado y subescaleras.
- ¿Hacen algún tipo de análisis en su taller de los productos que reciben?
- Kristina Carton: Todos los artículos pasan aquí un protocolo o test de calidad para comprobar que todo está en buenas condiciones. Al fin y al cabo, ante nuestros clientes somos los responsables de cada uno de los productos que vendemos.
- ¿No echan de menos la fabricación?
- J.C.: Por precio no sale rentable. Nos centramos en la distribución y empleamos nuestra experiencia en la fabricación a ayudar a los proveedores a mejorar sus productos.
- El sector de la ortopedia ha cambiado mucho desde la fundación de Obea Chair.
- J.C.: Cuando esta empresa comenzó su actividad muchas personas con movilidad reducida no salían a la calle. Afortunadamente, la sociedad ha evolucionado y ha procurado que también esta gente pueda disfrutar de la vida: comer en algún restaurante, pasear por La Concha... El salto se produjo a mediados de los 90. Los fabricantes ahora se interesan en dar respuesta a sus problemas, gracias a que se han empezado a impulsar leyes para favorecer la accesibilidad y a conceder subvenciones para ayudar a estas personas.
- ¿Cómo han contribuido a ello desde esta empresa?
- J.C.: Introdujimos en 2014 en el mercado español la silla de ruedas eléctrica con batería de litio y plegable, la gama Sorolla. Hasta la fecha se utilizaban unas que pesaban más de 60 kilos. Nuestra apuesta tuvo una gran aceptación. Facilitó la movilidad de estas personas, porque estas sillas son más ligeras y resultan más cómodas para meterlas en un coche, guardarlas...
- ¿De qué manera complementan sus productos?
- K.C.: Ofrecemos un servicio postventa muy bueno, gracias a que contamos con un equipo experimentado y con amplios conocimientos. Nos esforzamos por formar a nuestros trabajadores y fruto de ello tenemos un grupo fiel a la empresa y capaz de reparar cualquier silla en 24-48 horas.
«El trato con los trabajadores tiene que ser como una familia, un tira y afloja»
- ¿Qué objetivos tiene por delante Obea Chair?
- K.C.: Nuestra intención es seguir en la línea actual. Apostamos por continuar ofreciendo un buen servicio y buscar novedades que puedan mejorar los productos que vendemos. También queremos mejorar nuestra posición en el mercado español.
- ¿Siempre han tenido claro que querían trabajar en la empresa familiar?
- J.C.: Yo nunca lo dudé. Nada más terminar los estudios de Ciencias Económicas y Empresariales comencé a trabajar con mi padre. En ningún momento, me planteé otro caso, lo consideré algo natural.
- K.C.: Mis padres siempre se preocuparon en que tuviera unos estudios y después me animaron a que 'sufriera' fuera de esta empresa. Querían que conociera la forma de trabajar y la actividad en otras compañías y me decían que 'ya tendría tiempo para venir a Obea'. Así lo hice. Estuve en otras dos empresas y hace 10 años decidí cogerme una excedencia en donde trabajaba para probar aquí.
- ¿Una excedencia?
- K.C.: No sabía si iba a ser una buena idea trabajar en la empresa familiar, con mi padre. Pero llevo 10 años y estoy contenta.
- ¿Resulta complicado aparcar el trabajo fuera de la empresa familiar?
- K.C.: En mi familia estamos mis padres y cuatro hermanos, y a excepción de una hermana todos trabajamos en este mundillo. La pobre, cada dos por tres, nos pide que cambiemos de tema y no hablemos de trabajo. Es complicado.
- ¿Cómo fue y será el cambio de generación al frente de Obea Chair?
- J.C.: Cuando lo hice con mi padre fue algo natural. Ahora, con mis hijos voy delegando en ellos funciones. Cuando me jubile seguiré estando aquí para aconsejarles. No es como en otras compañías que un gerente lo deja y viene otro. Les ayudaré en todo lo que pueda.
- K.C.: Seguiremos como hasta la fecha. No vamos a realizar cambios bruscos. Continuaremos luchando y adaptándonos al mercado.
- ¿Qué experiencia profesional les ha marcado?
- J.C.: Hace ya unos años estuve haciendo una prueba de un subescaleras con una señora que llevaba tres años sin salir de casa. Cuando llegó a la calle empezó a llorar de la emoción. Me llegó al alma.
- K.C.: Estas situaciones ocurren en nuestro trabajo. A mí me ocurrió una experiencia similar, pero con un resultado distinto. Una clienta probó la silla de ruedas, algo que para ella suponía un gran paso. Pero ella se disgustó porque veía que en esa situación iba a suponer una carga para otra persona, ya que le tendría que empujar.
- ¿Qué han aprendido como director de esta empresa?
- J.C.: Es importante generar un buen clima en el trabajo. Hay que preocuparse en que nadie venga a trabajar de mala gana.
- K.C.: El trato con los trabajadores no puede ser ni muy duro, ni muy blando. Tiene que ser como una familia, un tira y afloja.
- ¿Qué les anima a venir todos los días a trabajar?
- K.C.: Obea Chair es una empresa familiar que lleva mucho tiempo en el mercado y merece la pena que sigamos luchando por ella. Queremos continuar con el legado que me está dejando mi padre.
- J.C.: A mí me gusta venir para ir superando objetivos.
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