Angulas Aguinaga, con PAI como dueño, se ha hecho con dos empresas
La entrada en Uvesco de PAI Partners (en concreto, de uno de sus fondos de capital riesgo especializado en empresas medianas europeas) pone una vez ... más de relieve el hecho de que hoy día el gran financiador en el mundo corporativo, también en Euskadi, es el dinero privado: los fondos de inversión.
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Una figura denostada en ocasiones por cierta reminiscencia de algunas operaciones ligadas al ladrillo de la última gran crisis (aquella del ocaso de las inmobiliarias), pero que en nada se parece a la realidad. De hecho, y sin olvidar que quien invierte lo hace siempre en busca de rentabilidad, existen multitud de vehículos que se han especializado en hacer crecer a empresas exitosas pero a las que el siguiente paso (por el volumen de recursos necesarios) se les presenta ya muy complicado.
Es el caso de PAI Partners. Y es que el ejemplo de esa apuesta por el impulso a sus participadas queda bastante cerca. En concreto, en Irura. Allí mantiene su sede histórica Angulas Aguinaga, en la que el fondo francés entró en noviembre de 2020 con una posición de control del 50,1% del capital. Un accionariado en el que, casualmente, se quedaba otro fondo, Portobello, que no quiso abandonar una empresa en la que llevaba años.
Desde entonces, la firma de las gulas y el Krissia ha comprado a otras dos compañías del sector. La primera fue (el pasado marzo) la española Copesco & Sefrisa, experta en productos de salmón y bacalao y propietaria de marcas como Royal y Summumm. La segunda, hace apenas dos meses, la italiana Deligusti, especializada en productos gourmet.
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