Ampo esquiva la pandemia del Covid-19 y prevé expandirse en África y la zona del Caspio

La cooperativa de Idiazabal afronta así con una base sólida el Plan Estratégico 2021-2023 cuyo objetivo, según señaló ayer la compañía, es «afianzar su posición de liderazgo en la industria de la energía». Entre los retos marcados se encuentra la expansión internacional, centrada en África y en la zona del Mar Caspio, donde se asientan países petroleros como Irán, Azerbaiyán o Kazajistán, en los que se proyectan enormes oleoductos. El objetivo de Ampo es ubicarse más cerca de sus clientes.

Con este mismo fin abrirá en septiembre, como adelantó ayer DV, una planta en Arabia Saudí en la que se han invertido cinco millones de euros. Esta es la segunda factoría en el extranjero, tras la apertura de la primera en India en 2017, con un coste de trece millones.

El Plan Estratégico también contempla que Ampo lidere el impulso de la transición energética y la descarbonización, desarrollando «soluciones eficientes para el incipiente mercado del hidrógeno limpio». De hecho, la cooperativa forma parte del Corredor Vasco del Hidrógeno, proyecto liderado por Repsol-Petronor y que suma la participación de 58 compañías.

El Plan Estratégico contempla asimismo potenciar el negocio Ampo Service, que garantiza la respuesta inmediata a las necesidades de los clientes en cualquier lugar del mundo. También se incidirá en la digitalización y en la ciberseguridad

Esta expansión no sería posible sin los excelentes resultados conseguidos el año pasado. El crecimiento logrado en 2020, cuando el estado de alarma ralentizó la actividad económica gran parte del año se debe, según Ampo, al ambicioso plan de inversiones iniciado en 2016 y dotado con 48 millones de euros.

Este plan permitió una mayor presencia internacional, con la señalada apertura en India, así como mejorar la competitividad de la planta de Idiazabal. En ésta se amplió la sección de mecanizado, al tiempo que se unieron las líneas de montaje de válvulas con sus correspondientes bancos de prueba, lo que conllevó la compra de seis equipos de testeo.

Ampo está realizado un esfuerzo de especialización en la fabricación de válvulas para entornos exigentes, como la instalación de equipos a 3.000 metros bajo el mar, destinados a explotaciones petrolíferas y de gas. En la planta de Idiazabal se está construyendo un espacio específico para su fabricación. Contará con su propio banco de pruebas, éste ya instalado.

En esta misma línea, se ha realizado una importante inversión en una instalación de válvulas para aplicaciones con oxígeno. Los equipos deben diseñarse y fabricarse con un nivel de seguridad muy elevado debido a que la mayor parte de los materiales, metálicos y no metálicos, son inflamables si se somete al oxígeno a altas presiones.

Ampo, que prefiere no hacer públicas sus previsiones de facturación para este año, debido a la «incertidumbre» del mercado, exporta el 95% de su producción, el 70% fuera de Europa. Cuenta con una plantilla de 800 personas, de las que en torno a 400 trabajan en Idiazabal.