Ampo suministra 1.400 válvulas a un megaproyecto de gas natural licuado de Qatar por 50 millones
El proyecto catarí, de una inversión global de 26.700 millones, es uno de los planes energéticos más ambiciosos del planeta y refuerza la presencia de la cooperativa en el país árabe
La cooperativa guipuzcoana Ampo Poyam Valves se ha anotado uno de los encargos más relevantes de su historia: un acuerdo valorado en 50 millones de ... euros dentro del megaproyecto de gas natural licuado (GNL) que QatarEnergy desarrolla en la expansión del Campo Norte Este (North Field East, NFE), en la ciudad industrial de Ras Laffan. Se trata de un plan global de 26.700 millones de euros, una de las mayores inversiones energéticas del planeta, que incrementará la capacidad de producción de gas natural licuado del país árabe en 33 millones de toneladas al año.
Para la compañía de Idiazabal, esta operación supone no solo un hito empresarial, sino también la confirmación de una relación industrial de largo recorrido. La cooperativa, que comenzó a trabajar con empresas cataríes en la década de los noventa, considera este país un mercado estratégico y prevé nuevos contratos con QatarEnergy y el mismo contratista principal, Samsung C&T, en los próximos años, según ha podido saber este periódico. De los 50 millones comprometidos, la mitad —unos 25 millones— ya se han entregado, mientras que el resto se ejecutará en las siguientes fases del proyecto.
Las 1.400 válvulas industriales suministradas por Ampo se fabrican íntegramente en Idiazabal, donde trabajan cerca de 500 personas, y se destinan a los sistemas de carga, almacenamiento, transporte y seguridad del complejo. Estas válvulas son dispositivos clave en la infraestructura energética: se encargan de controlar el flujo de gas y otros fluidos a lo largo de las conducciones, asegurando la estabilidad del sistema y evitando fugas o sobrepresiones.
Entre las piezas más sofisticadas figuran las válvulas HIPPS, un tipo de equipamiento que actúa como «escudo de seguridad» frente a aumentos bruscos de presión, capaz de detener el flujo en medio segundo para evitar daños en las instalaciones. Estos componentes, junto con otros modelos criogénicos —adaptados a temperaturas extremadamente bajas, propias del gas licuado—, son el resultado del trabajo de ingeniería avanzada desarrollado en Idiazabal, donde la cooperativa ha consolidado un centro tecnológico de referencia internacional.
Sofisticación
Antes de ser enviadas a Qatar, las válvulas fueron sometidas a una prueba de aceptación integrada (IFAT) con la presencia del cliente final, como explicó este lunes la compañía pilotada por Ibon Imaz en una nota. Este proceso, que combina test mecánicos, hidráulicos y de control electrónico, certifica que cada válvula responde con precisión milimétrica ante cualquier eventualidad.
Ampo goza de muy buena salud. La cooperativa registró su récord de facturación en 2024 al alcanzar los 258 millones de euros, un 23% más que el año anterior. Con presencia en 60 países y exportaciones que representan el 94% de sus ventas, la firma se ha consolidado como líder mundial en válvulas criogénicas, un nicho de altísima especialización que exige precisión, resistencia y seguridad absolutas.
En los últimos años, Ampo, que mantiene una red de más de 1.000 proveedores, el 77% de ellos en un radio de 100 kilómetros, ha evolucionado de ser un fabricante de válvulas a convertirse en una empresa de ingeniería de sistemas de control de fluidos, capaz de diseñar soluciones integrales con componentes electrónicos e inteligentes. Parte de esta transformación se apoya en una inversión constante en innovación y en el desarrollo de tecnologías para la transición energética.
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