Zegona inicia el asalto a Euskaltel sin aclarar sus planes
El fondo de inversión británico, que controla ya un 20,945% de la teleco vasca, podría mostrar sus cartas en la primera semana de mayo, cuando hay previsto un consejo
¡Ya están aquí! Zegona, el agresivo fondo de inversión con sede en Londres que ha rondado a Euskaltel desde el pasado otoño, ... amagando varias operaciones de asalto a la teleco con sede en Zamudio, ha dado ya el paso definitivo. El vehículo inversor capitaneado por Eamonn O'Hare comunicó este martes al mercado que controla (directa e indirectamente) un 20,945% de la firma presidida por Alberto García-Erauzkin. Eso significa que que se ha empezado a gastar el dinero de verdad para aumentar significativamente su influencia en la firma.
Una posición que le convierte en el primer accionista, por delante de Kutxabank, que recientemente redujo su peso por debajo del 20% (empujada, así lo argumentó la entidad, por las exigencias del Banco Central Europeo respecto a las participaciones industriales del sector financiero) y que hoy maneja un 19,88%.
Aún queda tela por cortar, pero la teleco naranja corre un serio riesgo de dejar de ser 'Made in Euskadi' para tomar un notable aire 'british' o, al menos, no vasco. Algo que ha levantado más que inquietud en algunos círculos económicos y políticos del país. El movimiento de Zegona recibió el aplauso del mercado, pero no la ovación, y la cotización de la compañía vasca subió un 1%, hasta los 8,38 euros. Y es que el panorama no queda demasiado claro y, como señalan fuentes del sector, aún puede pasar «de todo».
Zegona aseguró este martes a DV que con su actual peso en Euskaltel no tiene «necesidad de comprar más acciones para empezar a plantear en el consejo de administración de la vasca sus propuestas» para el futuro de la empresa de telecomunicaciones. Y que empezará a hacerlo «ya».
Un mensaje curioso, toda vez que el británico aprobó en enero una ampliación de capital (antes había preparado una OPA que terminó fracasando) con el objetivo de adquirir acciones de la firma vizcaína hasta acercarse al 29,9%, desde el 15% que ya controlaba en ella, fruto de su llegada a la misma como dueño de Telecable, incorporada al universo Euskaltel en mayo de 2017.
De forma velada, Zegona quiso también este martes trasladar al mercado que cuenta con el apoyo tácito (y sin que exista pacto alguno en firme con nadie) de algunos accionistas de Euskaltel que acudieron a su ampliación de capital.
La cuestión es que, preguntadas por esas ideas, por esos planes estratégicos y de futuro para Euskaltel, esas mismas fuentes del fondo británico no pudieron ayer concretar demasiado. Incluso algún accionista significativo de la teleco hacía notar este martes a este diario esa falta de detalle por parte del vehículo de inversión londinense. Una información clave, pues de ella dependerá cómo se gestionen los apoyos o no al fondo británico.
De momento dos grandes accionistas de Euskaltel tras Zegona (la citada Kutxabank y Corporación Alba, que controla un 11% de las acciones y que tiene un papel destacado a jugar) prefieren guardar un prudente silencio. Esperar y ver.
Cara a cara
Sea como fuere la estrategia de Zegona, que hasta ahora ha sido bastante errática, todas las miradas están puestas en la reunión que el consejo de administración de Euskaltel tiene previsto realizar en los primeros días de mayo; esa en la que se analizan las cuentas del primer trimestre. Será allí donde -presumiblemente- Zegona reclame cara a cara con el resto de accionistas y ejecutivos de la casa un segundo consejero, pues le correspondería por su nueva posición en el accionariado. Hasta ahora, el fondo británico (que, en realidad, solo tiene a Euskaltel en su cartera de inversiores) disponía de un asiento en el órgano de gobierno de la teleco; el que ocupa Robert Samuelson (fundador de Zegona junto a O'Hare), quien dejó de acudir a las reuniones allá por el pasado mes de octubre. Además, el mercado le atribuye cierta proximidad al independiente británico Jon James.
Lo que todos están esperando es si se cumplen o no las amenazas directas y claras lanzadas desde Londres a lo largo de este 'culebrón' en que se ha convertido el asalto Euskaltel. Y es que Zegona, al presentar el folleto de su fracasada OPA, explicó bien claro a quien quiso escucharle que no estaba nada contenta con la gestión de la vasca y, por ende, con su desempeño en la Bolsa.
Y advirtió de que su intención era la de reemplazar al actual equipo de gestión (el consejero delegado es el donostiarra Francisco Arteche) y darle a la firma un ámbito estatal -usando la marca Virgin, donde trabajaron los fundadores del fondo antes de crearlo-, apoyada en los conocimientos de José Miguel García, exconsejero delegado de Jazztel y reconocido profesional del sector.
Los gestores de Euskaltel reaccionaron -en el mercado hay quien dice que un poco tarde- con una serie de mensajes al accionista (resultados récord en 2018 y una atractiva política de dividendos) y al sector: con un plan de crecimiento y expansión geográfica para atacar León, Cantabria, La Rioja y Cataluña.
Aunque parece que todo apunta a una toma de control de Euskaltel rápida y decidida por parte de Zegona, conviene no olvidar que la esencia del fondo es ganar dinero sin casarse de por vida con sus participadas. Por eso no se puede descartar que en un tiempo regresen las especulaciones sobre eventuales operaciones corporativas.
Lakua espera que no peligre el arraigo de la teleco en Euskadi
El anuncio de que Zegona había superado a Kutxabank como primer accionista en Euskaltel llegó este martes como un bombazo a los círculos económicos y políticos de Euskadi. No en vano, la firma siempre se ha considerado estratégica y muy ligada al desarrollo tecnológico del País Vasco; y no conviene olvidar su origen semipúblico, no tanto en capital sino en inspiración. Por eso el Gobierno Vasco no tardó en fijar posición. Fue por boca del portavoz, Josu Erkoreka, quien expresó su confianza en que lo que a todas luces parece el paso definitivo para el asalto británico «no afecte negativamente» al arraigo de la teleco naranja y al empleo de la misma en Euskadi.
Tras la reunión del consejo de Gobierno, Erkoreka recordó la profunda vinculación de Euskaltel con el país, y el compromiso de la empresa «con la vanguardia tecnológica, con esa función de arrastre, de motor en el desarrollo que ha desempeñado y tiene que seguir desempeñando en el territorio en que está ubicada».
«Esto es lo que espera el Gobierno, más allá de los cambios que se puedan introducir», añadió Erkoreka, que, cuestionado por si el Ejecutivo daría algún paso respecto al capital de Euskaltel, matizó que lo más «prudente, oportuno y correcto» es aguardar y comprobar «el alcance y contenido de la operación». «Y, en función de eso, después decidir si procede o no, si es pertinente o no, adoptar alguna decisión como institución pública en relación con el devenir societario», dijo. En estas mismas páginas, la consejera Arantxa Tapia afirmó el pasado febrero que al Gobierno le gustaría más «un socio industrial» para el futuro de Euskaltel que uno solo financiero; y se mostró dispuesta a la compra de acciones si así se facilitaba un futuro sólido a la firma.
EH Bildu, por su parte, acusó ayer al Gobierno de permitir «con su inacción» que la empresa pase a manos de un fondo británico y, así, «pueda perder el arraigo en el país».
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