Rechazo unánime de agentes sociales e instituciones al cierre de Gamesa en Aoiz
El Gobierno navarro, partidos políticos y sindicatos critican a la multinacional y afirman que la decisión es un mazazo para el valle
Las instituciones y los agentes sociales de Navarra se manifestaron ayer de forma unánime contra el cierre de la planta que Siemens Gamesa tiene en Aoiz ... -dedicada a producir palas de aerogenerador-, anunciado por la multinacional el martes, y que dejará en la calle a 239 trabajadores. El Gobierno foral, el PSN, la alcaldía de la localidad navarra afectada, y los sindicatos ELA, LAB, C C O O y UGT criticaron sin ambages a la compañía y afirmaron que la decisión será «un mazazo» para el valle en un momento en el que la crisis sanitaria ha provocado otra económica de la que aún no se atisba una salida. Y es que la debilidad de la industria está de triste actualidad como evidencian las recientes clausuras de Nissan y Alcoa en sus factorías de Cataluña y Galicia.
En lo que respecta al cierre de Gamesa en Aoiz, el Gobierno de Navarra mostró ayer su «apoyo y solidaridad» con los trabajadores de la planta , una medida que criticaron tanto la presidenta, María Chivite, como el consejero de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi. El portavoz del Ejecutivo, Javier Remírez, desveló más tarde en conferencia de prensa tras la sesión semanal de Gobierno que han acordado «poner todos los medios para mantener los contactos oportunos» para intentar «revertir la situación».
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Remírez argumentó que el objetivo de la iniciativa institucional se basa en «establecer los distintos instrumentos de cara a que se minimice el impacto que el cierre pueda tener en los trabajadores. Y agregó que ya se han puesto en contacto tanto con la dirección de la empresa como con el Gobierno de España y también con los representantes legales de la plantilla para tratar de enderezar la situación.
El PSN, por su parte, además de mostrar su solidaridad con los empleados afectados, defendió que Navarra debe «seguir siendo pionera en el impulso de las energías renovables» y confió en «el compromiso del Gobierno de Navarra» para trabajar con el Ministerio de Transición Ecológica, la empresa y sindicatos para articular alternativas para los trabajadores.
Entretanto, el alcalde de Aoiz, Ángel Unzué (EH Bildu), expresó su «sorpresa» por la decisión de Siemens, que perjudicará notablemente a una comarca ya de por sí «castigada» con unos altos índices de paro -13,72% cuando la comunidad foral está por debajo del 10%- y de despoblación. El regidor navarro recordó que las repercusiones serán evidentes ya no solo en el aumento del paro de la zona por los despidos directos, sino por el descenso del consumo y de los servicios que esta actividad generaba en restauración, comercio y hostelería. Asimismo, Unzué recordó que la apertura de la planta hace once años atrajo, además, a empleados de otras factorías de Gamesa a vivir en Aoiz.
«Una deslocalización»
Desde el ámbito sindical, las críticas fueron rotundas. C C O O consideró que el cierre confirma «la política de deslocalización que fomenta la compañía» y añadió que el anuncio subraya «los peores augurios», después de que la compañía comprara en otoño Senvion en Portugal. El discurso de UGT fue en el mismo tono y aportó un nuevo matiz al criticar las «medidas de reestructuración permanente que sufren las plantas desde que Siemens se hizo con el control de Gamesa España».
Desde ELA, por su parte, prometieron que utilizarán «todos los instrumentos a su alcance» para revocar la decisión de Siemens Gamesa, lo que consideró una «deslocalización». Finalmente, LAB afirmó que el cierre es un plan «largamente diseñado para abaratar costes llenándose los bolsillos a costa del empleo de numerosas familias».
La multinacional defiende, por su parte, que la clausura de esta instalación está relacionada con su plan de reestructuración, con el que quiere enderezar su situación. La compañía argumenta que la factoría de Aoiz fabrica unas palas de pequeñas dimensiones, destinadas a los aerogeneradores de menor potencia, cuyo mercado está en declive y es también uno de los productos con menores márgenes. La decisión de cierre no está ligada a la pandemia -de hecho el ritmo de trabajo se había mantenido-, ya que los problemas de la compañía y de la planta navarra vienen de lejos.
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