ELA destinó el año pasado cinco millones a la Caja de Resistencia

ELA destinó el año pasado algo más de cinco millones de euros a la Caja de Resistencia, el mecanismo que se activa para hacer frente a las huelgas y que permite a los trabajadores «defender sus derechos laborales», según ha destacado esta mañana su secretario general Mitxel Lakuntza.

En una comparecencia en Bilbao, junto con la tesorera del sindicato Alazne Mantxola, Lakuntza ha explicado que el sindicato destinó el año pasado uno de cada cuatro euros que ingresó por cuotas de sus afiliados a la Caja de Resistencia. En 2021 fueron 2.096 los trabajadores que activaron este mecanismo y en los últimos cinco años han sido 13.000 los que se han beneficiado del dinero que ofrece la Caja de Resistencia para sostener los conflictos.

Lakuntza ha recordao que la caja de resistencia ha sido estratégica para ELA en los últimos 45 años. «Porque cuando no hay capacidad para la huelga, sin la caja de resistencia, se firman los convenios que la patronal quiere». Por ello, ELA destina 1 de cada 4 euros de las cuotas de los afiliados y afiliadas a la caja deresistencia. Es decir, la caja recibe el 25% de las aportaciones económicas realizada por los más de 100.000 afiliados y afiliadas del sindicato.

Para Lakuntza, la caja de resistencia es un instrumento de solidaridad ejemplar y fundamental, ya que los trabajadores y trabajadoras se apoyan mutuamente con sus aportaciones a la caja. Ha recordado algunas de las luchas llevadas a cabo como las de Tubacex, IMQ, Guggenheim o Novaltia, entre otras.

Además, Mantxola ha destacado que son los propios trabajadores y trabajadoras quienes activan la caja de resistencia, si se cumple la normativa. «Se activa cuando los trabajadores y trabajadoras deciden hacer huelga. Este modelo es inusual en el sindicalismo vasco». Gracias a ello, el trabajador o trabajadora percibe 1.243 euros mensuales durante la huelga (con el tope del salario habitual de cada beneficiario).

En plena crisis y con la inflación desbocada, la caja de resistencia sigue siendo una herramienta decisiva, ha asegurado el secretario general. «Para hacer frente a la precarización del mundo laboral, al encarecimiento de la vida y a las políticas pro-patronales, el sindicato es más necesario que nunca, porque es la manera de compensar el desequilibrio que se produce entre la patronal y la clase trabajadora», ha remarcado.

Ha defendido que el sindicato necesita contar con una base amplia y comprometida de afiliados, ya que gracias a su aportación se preserva la autonomía económica y la independencia política del sindicato, y se garantiza el mantenimiento de una caja de resistencia fuerte capaz de hacer frente a la patronal.

Al respecto, Lakuntza ha incidido en que «Las huelgas no se ganan porque tengas razón, se ganan cuando tienes capacidad de aguantar, porque los buenos acuerdos se alcanzan cuando hay lucha sindical». Ejemplo de ello, ha señalado, son los 300 acuerdos anuales que consigue ELA«.

Según la central, los datos del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) reflejan dicha capacidad, ya que hasta febrero se acumularon en Euskadi 18.469 días sin trabajar por huelgas; en el resto del Estado (dato únicamente de enero) fueron solo 9.587.

Lakuntza destaca que se traduce en mejores incrementos salariales. «En la CAPV, los convenios vigentes tienen un aumento medio de 4,92 puntos, y en el resto del Estado, de solo 2,40. «porque la caja de resistencia garantiza una alternativa gracias a las más de 100.000 personas afiliadas».

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