Despido masivo de la cúpula directiva de Euskaltel tras hacerse Zegona con el poder
Una veintena de responsables de distintas áreas abandonarán la compañía dentro del inicio de un proceso de «simplificación» y reducción de costes
Zegona ha comenzado a cumplir con puntualidad británica y rotundidad germánica su filosofía de actuación en las empresas en las que entra. El «Buy, ... fix, sell» que preside su filosofía -comprar, arreglar y vender- está plenamente lanzado. Compraron hasta convertirse en el primer accionista de Euskaltel y controlar el 21% de las acciones y en las últimas horas se han puesto manos a la obra para arrancar la segunda fase. El 'fix'. El nuevo consejero delegado de la compañía, José Miguel García, ha puesto en marcha la operación de «simplificación» que describió de forma genérica al tomar posesión del cargo la pasada semana, con un despido masivo de directivos. Fuentes conocedoras de la situación de la compañía aseguran que una veintena de directivos de los tres primeros niveles del grupo han sido despedidos de forma fulminante en las últimas horas. En torno a 13 de estos directivos pertenecen al cuartel general de Euskaltel en el Parque Tecnológico de Bizkaia, mientras que el resto formaba parte de las estructuras de la asturiana Telecable y de la gallega R. La mismas fuentes no descartan que en los próximos días el número de despidos supere la veintena.
La operación, según ha podido conocer este periódico, responde a la urgencia que ha trazado el nuevo máximo ejecutivo de la compañía en su objetivo de reducir costes. Aunque la rentabilidad de Euskaltel es buena e incluso por encima de la media de compañía europeas comparables en el sector de las telecomunicaciones, la tendencia del último año era decreciente. Todo apunta a que José Miguel García va a someter a la empresa a un proceso de adelgazamiento acelerado, para intentar concentrarse después en la prometida expansión en el territorio estatal.
«No entrar a cuchillo»
El despido masivo de directivos de la compañía -no se recuerda nada parecido en ninguna otra empresa vasca en beneficios y probablemente tampoco en pérdidas-, no encaja sin embargo con el aval que le otorgó la pasada semana la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, al fondo británico Zegona. La consejera, que reconoció conocer sus planes y haber tenido reuniones con sus representantes, aseguró que la firma británica se había comprometido a trabajar en clave de consenso y «a no entrar a cuchillo en Euskaltel». Algo que, en su opinión, habían cumplido.
Al menos trece despedidos pertenecían al cuartel general de la empresa y el resto a Telecable y R
OPERACIÓN DE AJUSTE
García va a someter a la firma a un adelgazamiento acelerado para luego abordar la expansión
SALTO A TODO EL ESTADO
Según ha podido saber este periódico, el plan de despidos en el equipo directivo era conocido por el consejo de administración de la compañía -en el que están presentes la Corporación Alba y Kutxabank-, que había dado su visto bueno a la operación. Fuentes cercanas al operador de telecomunicaciones señalan, además, que una parte importante de esta 'limpia' de directivos corresponde al equipo que era más cercano al presidente de la sociedad -ya sin poderes ejecutivos-, Alberto García Erauzkin.
Por el momento, el mercado bursátil ha recibido con optimismo el 'movimiento de árbol' que ha forzado el nuevo primer ejecutivo de la compañía, dando así la bienvenida a sus promesas de convertir a Euskaltel en el quinto operador en España y de maximizar su valor. Tras las etapas de comprar y arreglar, ese es precisamente el hilo conductor que debe llevar a Zegona -en un plazo máximo de cinco años- a cumplir el tercer principio de su filosofía de actuación: vender. Por encima del precio de compra, claro está.
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