La elgoibartarra AVS se sube a los cohetes espaciales de Virgin Orbit
La ingeniería, cuya tecnología opera en marte a bordo del Perseverance, será la única responsable en tierra del sistema de propulsión de la firma de Richard Branson
Son desde hace tiempo, sin ningún género de dudas, una verdadera referencia en el mundo de la industria de la ciencia. También en el sector ... aeroespacial. Y viven y trabajan en Elgoibar, aunque en los últimos años han crecido y ya tienen sedes en Estados Unidos y Reino Unido. Hablamos de Added Value Solutions (AVS), que tras triunfar por todo lo alto colocando su tecnología en varias misiones de la Agencia Espacial Europea y de la NASA –la última, hace bien poco, participando con varios sistemas críticos del rover Perseverance, que hoy rueda por Marte– ahora vuelve al espacio, aunque de otra manera.
La firma pilotada por Miguel Angel Carrera –que siempre define lo que hace la compañía como «cosas complicadas que trabajan en entornos aún más complicados»– acaba de ser seleccionada por Virgin Orbit para ser su único proveedor de los sistemas en tierra de aprovisionamiento y control de combustible de sus cohetes.
De este modo, la filial dedicada a la colocación en órbita de pequeños satélites de la multinacional de Richard Branson ha confiado en la elgoibartarra (dentro de un concurso competitivo con no pocos rivales internacionales) para que se encargue de una serie de componentes críticos que son los que permiten alimentar (de una forma segura y controlada al milímetro) el carburante de los cohetes que después son lanzados al espacio.
La carrera espacial está abierta y es casi tan despiadada como en los años 60 del pasado siglo, aunque hoy el desafío no es tanto llevar al hombre a la luna sino monetizar ese desafío industrial poniendo satélites en órbita a un precio competitivo o llevando turistas al espacio.
La primera línea de esa pelea la protagonizan Space-X (la firma del visionario Elon Musk) y Virgin Orbit (dentro de Virgin Galactic, la parte de la multinacional de Branson dedicada al espacio). Se da la circunstancia de que la segunda ya tiene vendidos pasajes para sus primeros viajes suborbitales y hasta para los que, más adelante, salgan de 'paseo' aún más allá.
Original
La fórmula desarrolada por Virgin Orbit para llevar al espacio los satélites es bastante original. En lugar de utilizar cochetes 'normales', lo que es más costoso y requiere de instalaciones contadas en el mundo como las de Cabo Cañaveral, la Guayana francesa o las que siempre usaron los rusos en Kazajistán, la firma de Richard Branson monta un cochete (denominado 'LauncherOne') bajo el ala de un avión normal; un Boeing 747 cargo llamado 'Cosmic Girl'.
En su contexto
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Virgin Orbit Es la filial de Virgin dedicada a la colocación en el espacio de pequeños satélites de hasta 500 kilos de peso.
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Sistema La firma de Richard Branson monta un cohete bajo el ala de un 747 cargo llamado 'Cosmic Girl' y lo lanza desde 35.000 pies al espacio con los satélites e su interior.
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Ingeniería AVS será la responsable de los sistemas en críticos en tierra que permiten el control y el suministro de carburante para los cohetes.
La 'gracia' es que la nave, que puede despegar desde cualquier aeropuerto mediano del mundo, sube hasta los 35.000 pies (unos diez kilómetros) y desde allí lanza el cohete, que aloja en su interior a los pequeños satélites.
La fórmula es muchísimo más barata que la tradicional, y permite a todos los gobiernos del mundo que se lo planteen captar negocio y atraer conocimiento en ese área poniendo sus infraestructuras aeroportuarias a disposición de Virgin Orbit y de quien quiera lanzar al espacio sus cohetes. Clientes no faltan, y el primer país que ha cerrado un acuerdo con Virgin Orbit para servir de 'lanzadera' es Brasil. Australia también se ha mostrado interesado.
Además, explica Alberto Garbayo, responsable de la filial en Reino Unido de AVS (que es la que ha ganado el contrato con Virgin Orbit), la operación se hace siempre sobre el mar, con lo que se evitan posibles problemas si el cochete llegara agfallar.
Prueba Exitosa
Virgin Orbit completó en enero su primera puesta en órbita de un satélite (en realidad, de una decena, todos de la NASA), demostrando así la validez de su modelo y ganando unos metros valiosísimos en la carrera abierta en este segmento.
Garbayo detalla que la responsabilidad de AVS en el despliegue de Virgin Orbit será la de la fabricar, probar, montar en los aeropuertos, certificar y operar todo el sistema operativo en tierra que permite alimentar de carburante a los cohetes.
«Son sistemas recurrentes, que tienen que estar sí o sí en todos los aeropuertos desde los que vaya a operar la compañía«, destaca el ingeniero, que adelanta que las primeras instalaciones se montarán en Cornwall, al suroeste de Reino Unido.
Puede parecer sencillo, pero hablamos de 'gasolina' muy especial, criogenizada, inestable y cuyo manejo requiere no pocas operaciones críticas desde un punto de vista mecánico, fluídrico, térmico o electrónico. De nuevo, cosas complicadas en entornos aún más complicados.
Taxi espacial
El siguiente paso en el que ya trabaja AVS es el de, dentro del modelo de Virgin Orbit, desarrollar un sistema que en lugar de soltar de una sola vez todos los satélites que lleva en su interior el 'LauncherOne' los lleve a su destino en el espacio. «Sería como un taxi dentro del cohete que deje a cada satélite en el punto exacto de la órbita correcta«, explica Alberto Garbayo.
Se haría además, con la innovadora tecnología de propulsión mediante el uso exclusivo de agua, desarrollada por la filial británica de AVS bajo el nombre 'URA Truster', «en un guiño a nuestros orígenes», explica Garbayo. «Es una tecnología que ya hemos vendido a la agencia espacial británica y en la que tenemos grandes esperanzas puestas», concluye.
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