Competencia rechaza 79 alegaciones a la opa de BBVA y solo admite la del Sabadell

El organismo encargado de analizar si esa hipotética fusión genera alguna restricción en la competencia del mercado bancario español ya había anunciado que sería restrictivo en esta 'Fase 2'. En principio, cualquier institución e incluso persona que se considerase afectada por la fusión de ambas entidades podía presentar alegaciones. Lo cierto es que la cifra de 80 no es habitual en este tipo de procesos y sí revela la trascendencia de la operación. Pero Competencia ha considerado que debía reducir mucho la posibilidad de alegar porque es una fase delicada del procedimiento. Las admitidas a trámite -en este caso solo la del Banco Sabadell- tienen la posibilidad de acceder a un informe amplio sobre el expediente que, lógicamente, contienen muchos datos confidenciales y delicados sobre la actividad de ambas entidades.

Hasta ahora el Sabadell tan solo había remitido la información que le había requerido Competencia. Ahora podrá acceder a un 'Pliego de concreción de hechos', un informe detallado en el que los técnicos de CNMC van a incluir los reparos que existen a la fusión. En especial los que hacen referencia al mercado de terminales de punto de venta -los equipos que se distribuyen en comercios y hostelería para el pago con tarjetas-, así como el de la actividad de pequeñas y medianas empresas. Será en este último punto en el que Sabadell va a presentar su mayor batalla, ya que cree que la afección en algunas regiones -especialmente la Comunidad Valenciana y Cataluña- es trascendente.

Ahora se abre el plazo también para la presentación de alegaciones de las autoridades autonómicas de Competencia. La catalana y la valenciana ya han anunciado que lo harán -y se supone que van a ser críticas con la fusión-, mientras que la vasca presentará un informe que, también se intuye, dará a entender que en Euskadi no se generarían problemas serios.

Si el hecho de que solo se haya admitido la personación de un interesado puede hacer pensar que la resolución debería ser breve -en principio el plazo es de tres meses pero puede prorrogarse-, lo cierto es que hay otros elementos en contra. Esta opa y este complicado expediente han cogido a la CNMC en un momento en el que tiene que renovar a la mitad de su consejo. Dos de los cuatro vocales que componen la Sala de Competencia -también participa la presidenta Cani Fernández- abandonarán ahora la institución. La renovación -exige comparecencia previa de los candidatos en el Congreso y enero es mes inhábil en el Parlamento-, no se producirá hasta finales de enero, si hubiera una comisión extraordinaria de Economía, o principios de febrero.